La 'chivata' se lleva 70 millones
Una empleada de Glaxo despedida tras denunciar que se vend¨ªan f¨¢rmacos adulterados gana el caso en la justicia - Multa de 540 millones a la compa?¨ªa
Estados Unidos acaba de asestar a la farmac¨¦utica GlaxoSmithKline una importante sanci¨®n, valorada en 750 millones de d¨®lares (540 millones de euros), por haber puesto durante a?os en el mercado medicamentos adulterados, producidos en una planta en Puerto Rico. Se trata de la cuarta mayor multa que deber¨¢ pagar una compa?¨ªa. Del total, 96 millones (unos 70 millones de euros) ir¨¢n a la empleada que denunci¨® las deficiencias.
Cheryl Eckard, que se dedicaba a supervisar la calidad de los productos de Glaxo, logra as¨ª la mayor compensaci¨®n dada en Estados Unidos a un chivato, como se llama a quienes sacan a la luz irregularidades en sus compa?¨ªas. Eckard denunci¨® las pr¨¢cticas de la empresa porque temi¨® por la seguridad de los pacientes. Comunic¨® el problema que hab¨ªa en la planta portorrique?a a sus superiores tras visitar las instalaciones en 2002. A mediados de 2003 fue despedida.
La empresa acab¨® reconociendo las deficiencias en la producci¨®n
Eckard tem¨ªa por los pacientes tras visitar la f¨¢brica en Puerto Rico
GSK ya anunci¨® en julio que hab¨ªa alcanzado un principio de acuerdo con las autoridades federales estadounidenses para dar carpetazo a un viejo litigio que pon¨ªa en tela de juicio la calidad, seguridad y efectividad de algunos de sus medicamentos. Entonces anticip¨® a los inversores que iba a poner aparte casi 1.000 millones de d¨®lares para cubrir los costes legales del proceso. Ahora admite por primera vez p¨²blicamente que es responsable de las deficiencias en la producci¨®n. Entre la veintena de los que salieron de la planta en Cidra se encontraba el antidepresivo Paxil, el Avandamet para la diabetes y el Kytril contra las n¨¢useas. No hay evidencias, sin embargo, de que las personas tratadas con esos medicamentos sufrieran alg¨²n da?o.
Un portavoz de GSK descart¨® que los medicamentos adulterados que salieron de Puerto Rico hayan llegado al mercado espa?ol. La f¨¢brica en el centro del litigio, recuerdan desde la compa?¨ªa, se cerr¨® el a?o pasado. "Ya antes se transfiri¨® a nuestras instalaciones de Aranda de Duero (Burgos) la producci¨®n de uno de sus productos, porque es una de las mejores de Europa", remachan.
El caso tiene su origen en una demanda presentada en 2004 por la antigua empleada de la farmac¨¦utica brit¨¢nica. Ahora, tras el pacto, tiene derecho a reclamar una compensaci¨®n pr¨®xima al 12% del valor total de la multa. EE UU premia a los individuos o entidades que denuncian y aportan pruebas de fraude.
"Los medicamentos adulterados minan la integridad del proceso de aprobaci¨®n que sigue la agencia del medicamento (FDA en sus siglas en ingl¨¦s)", dijo Tony West, del Departamento de Justicia. Y reiter¨® que la comercializaci¨®n de tratamientos que no cumplen los est¨¢ndares o que son ineficientes pueden poner potencialmente en riesgo la salud de los pacientes que los consumen.
La fiscal¨ªa en Boston, donde se curs¨® la demanda original de Eckard, a la que se sumaron otros Estados, cree que la sanci¨®n ser¨¢ vital para obligar a las compa?¨ªas a respetar las reglas. El a?o pasado, el gigante Pfizer ya tuvo que abonar una multa r¨¦cord de 2.300 millones de d¨®lares (casi 1.700 millones de euros) por comercializar medicamentos para usos que no estaban autorizados por la FDA.
La multa impuesta a GSK es la cuarta m¨¢s elevada en la historia. La compa?¨ªa, adem¨¢s de admitir su culpabilidad en las deficiencias detectadas en Puerto Rico, dijo que est¨¢ trabajando para resolver los problemas revelados en la investigaci¨®n, para ajustar sus m¨¦todos de producci¨®n de medicamentos. Aclara que la ¨²ltima vez que recibi¨® un aviso de la FDA fue el relativo a la planta de Cidra.
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