Merkel y Sarkozy imponen cambiar el Tratado para salvar la zona euro

La canciller alemana y el presidente de Francia han logrado que los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea acordaran, tras una tensa negociaci¨®n, crear un mecanismo permanente para la crisis. Este acuerdo, impulsado por Angela Merkel y Nicolas Sarkozy, implicar¨¢ "una modificaci¨®n limitada del Tratado", seg¨²n explic¨® esta madrugada el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

El Consejo encarg¨® a la Comisi¨®n que presente una propuesta de las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas de este mecanismo que deber¨¢ emplearse para resolver los problemas de los Estados que sean insolventes. En funci¨®n de estas propuestas, Van Rompuy propondr¨¢ "modificaciones del Tratado limitadas y de aplicaci¨®n r¨¢pida" en la reuni¨®n del Consejo Europeo del pr¨®ximo diciembre.

Alemania pretende que los bancos asuman parte del coste de la crisis

La otra petici¨®n franco alemana de quitar el derecho de voto a los pa¨ªses que incurran en infracciones graves del Pacto de Estabilidad qued¨® aplazada hasta el pr¨®ximo a?o, pero con el encargo al presidente del Consejo de que estudie su viabilidad "junto con los Estados miembros".

Temeroso de las consecuencias de modificar el Tratado, Van Rompuy subray¨® que "no se trata de abrir el Tratado de Lisboa y de iniciar un nuevo debate institucional", de imprevisibles consecuencias.

El Consejo aprob¨® ¨ªntegramente las recomendaciones de la Task Force (Grupo de Trabajo) que propugnan un endurecimiento de las sanciones a los pa¨ªses que incumplan los criterios de d¨¦ficit y establece un sistema de control para aquellos otros que sufran p¨¦rdidas de competitividad o burbujas como la inmobiliaria registrada en Espa?a.

El acuerdo se alcanz¨® tras expl¨ªcitas concesiones a las demandas de Reino Unido y Polonia, aunque no se mencionaba el nombre de los pa¨ªses. Londres logr¨® el compromiso de que el presupuesto comunitario de los pr¨®ximos a?os est¨¦ sujeto a los mismos criterios de austeridad que los que han asumido la mayor¨ªa de pa¨ªses para afrontar la crisis.

Varsovia, por su parte, logr¨® que sus modificaciones en materia de pensiones no se cuantifiquen para el c¨¢lculo del d¨¦ficit.

Van Rompuy justific¨® la necesidad de modificar el Tratado en la obligaci¨®n de blindar el mecanismo de crisis ante las exigencias constitucionales de algunos pa¨ªses, en una clara referencia a las exigencias del Tribunal Constitucional alem¨¢n.

El acuerdo se alcanz¨® tras horas de pulso pol¨ªtico y declaraciones enfrentadas. As¨ª, antes de que empezara la reuni¨®n, Barroso advirti¨® de que "si el cambio de Tratado debe servir para reducir el derecho de voto, lo encontrar¨ªa inaceptable". En su opini¨®n se trata de "una idea irreal, incompatible con un cambio limitado del Tratado y no ser¨ªa nunca aceptado jam¨¢s por la unanimidad".

Otros pa¨ªses hab¨ªan expresado tambi¨¦n serias reticencias a reabrir el Tratado por la inestabilidad institucional que generar¨ªa. Recordaron los nueve a?os que fueron necesarios para acordar y ratificar el Tratado de Lisboa. Brian Lenihan, ministro de Finanzas de Irlanda, advirti¨® de que si las reformas conducen a un nuevo Tratado, "el Gobierno irland¨¦s estar¨ªa muy preocupado para garantizar que tal Tratado no conllevara una enmienda de la Constituci¨®n". Hay que recordar que el actual Tratado de Lisboa exigi¨® un refer¨¦ndum en Irlanda para su aprobaci¨®n.

El Reino Unido por su parte se opone a cualquier enmienda que pudiera transferir m¨¢s poder a Bruselas, mientras que otros pa¨ªses ya han anunciado condiciones para cualquier modificaci¨®n. Polonia, por ejemplo, advierte de que condicionar¨¢ su apoyo a cualquier cambio en el Tratado a que sus compromisos en materia de pensiones, siguiendo las recomendaciones de Bruselas, no le penalicen en la contabilizaci¨®n del d¨¦ficit.

Merkel insisti¨® ayer en que "una pol¨ªtica que pone en peligro al euro en su conjunto, pone en peligro a la Uni¨®n Monetaria y pone en tela de juicio los principios de la Uni¨®n Europea". La canciller alemana insisti¨®: "Necesitamos un mecanismo que incluya tambi¨¦n a los bancos y a los fondos que ganan altos tipos de inter¨¦s y no es justo que el contribuyente sea el ¨²nico que tenga la responsabilidad".

Alemania pone firmes condiciones para convertir en permanente el actual mecanismo de rescate temporal de 750.000 millones de euros de los que 500.000 millones son aportados por la UE y 250.000 millones por el Fondo Monetario Internacional.

Merkel se encuentra muy presionada por su opini¨®n p¨²blica, cada vez m¨¢s alejada del compromiso europeo, que s¨®lo quiere ver los pagos que realiza Alemania y los beneficios por ocupar una posici¨®n hegem¨®nica en las relaciones comerciales.

La propuesta de Alemania, planteada por primera vez el pasado 19 mayo, insiste en crear un "procedimiento ordenado para los Estados insolventes". Esto significa que cuando un Estado tenga dificultades para acudir a los mercados por estar en una situaci¨®n de suspensi¨®n de pagos, se le ayudar¨¢ con recursos del nuevo Fondo pero al mismo tiempo se le exigir¨¢ que efect¨²e una quita de su deuda. Ello implicar¨¢ que los bancos que han adquirido la deuda de los pa¨ªses fallidos deber¨¢n asumir una parte de la quita. Este aspecto fue rechazado por el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet en la ¨²ltima reuni¨®n de la Task Force.

La propuesta de Merkel recibi¨® tambi¨¦n las cr¨ªticas de los socialistas. El presidente del Partido de los Socialistas Europeos (PES), Poul Nyrup Rasmussen, calific¨® de "extrema derecha" las propuestas de Merkel. Rasmussen record¨® que la crisis hab¨ªa costado siete millones de empleos y precis¨® que "la estabilidad fiscal era importante pero tambi¨¦n el crecimiento y el empleo".

El primer ministro sueco, Fredrick Reinfeld, se mostr¨® dispuesto a analizar los argumentos de Alemania, pero advirti¨® de que "resolver el problema alem¨¢n no debe crear problemas a los dem¨¢s".

Por su parte el ministro de Finanzas de Italia, Giulio Tremonti, mostr¨® su satisfacci¨®n por las nuevas propuestas "porque era razonables y absolutamente manejables", tras conocer que se hab¨ªa diluido la pretensi¨®n de endurecer los criterios sobre deuda.