M¨¢quinas de la lectura
Si descorchamos un gran reserva, podremos beberlo en un vaso cualquiera o en una copa fina de cristal. Para muchos, el contenido, en este caso el vino, ser¨¢ lo que verdaderamente importe; mientras que para otros ser¨¢ el continente, es decir, la copa de cristal, la que realzar¨¢ el valor del caldo. Algo parecido sucede en la batalla entre libro tradicional y electr¨®nico. Para muchos lectores, lo importante es el mensaje en s¨ª, el libro, las letras que componen palabras, y las palabras que, una tras otra, van construyendo frases y cap¨ªtulos de una novela, por ejemplo. Pero para otros no solo importa la propia lectura, sino c¨®mo se lleva a cabo, el placer de tocar u oler el papel, de colocar un marcador en la p¨¢gina en la que lo dejamos la noche anterior, o de simplemente tener el libro como objeto, sobre la mesilla o en una estanter¨ªa. S¨ª, porque queda muy bonito.
"Ahora llevo poquitos libros en el bolso, unos cien. Al principio me volv¨ª loca, llevaba como mil libros encima"
"Entiendo todas las ventajas del 'e-book'. Pero tocar el papel, ver la car¨¢tula o una foto... Prefiero el libro de siempre"
"Ahora llevo poquitos libros en el bolso, unos cien. Pero al principio me volv¨ª loca, compr¨¦ una tarjeta de memoria de 4 Gb y llevaba como mil libros encima", explica Aurora P¨¦rez de las Heras, que no es que est¨¦ loca o tenga un bolso del tama?o de una librer¨ªa, sino que posee un libro electr¨®nico o e-book de la marca Sony con una capacidad casi infinita y un tama?o y peso razonables: "Me lo regal¨® una de mis hermanas. No es como un libro normal. La textura, el encanto del papel, el volver atr¨¢s... No es igual, pero le compensa la comodidad. Es muy pr¨¢ctico. El primer mes devor¨¦ 15 libros", defiende esta madrile?a.
Aunque Aurora lee sobre todo en el metro, de camino al trabajo y de vuelta a casa, tambi¨¦n lo utiliza en el hogar; por ejemplo, en la cocina o en la cama: "Es fant¨¢stico. No pesa. Lo apoyas en cualquier sitio, no se te cae cada vez que pasas la p¨¢gina. Solo tienes que usar un dedo para avanzar", explica, al tiempo que hace un leve gesto con su ¨ªndice sobre la pantalla. Y encima, subraya, la bater¨ªa apenas se consume. A ella, que lo utiliza a diario y durante una hora y media, le dura una semana. A otros lectores les llega para un mes. Y es que las bater¨ªas de los libros electr¨®nicos solo se gastan cuando el usuario cambia de p¨¢gina, pero nunca mientras est¨¢ encendido, quieto, en una p¨¢gina concreta.
Ricardo Roncero es su marido, gran lector, siempre con un libro de bolsillo encima, pero con nulo inter¨¦s en el nuevo formato: "He visto a mi mujer leyendo con el e-book, pero a m¨ª no me gusta. No me proporciona ni la calidez ni el placer del libro tradicional. No es rechazo, sino indiferencia. Adem¨¢s, si pierdo un libro no pasa nada, voy a una librer¨ªa y me lo vuelvo a comprar. Pero si perdiera uno electr¨®nico o se me cayera, me llevar¨ªa un disgusto", imagina. "Poder llevar muchos libros en uno solo, como hace ella, es una sensaci¨®n poderosa. Pero para m¨ª, el placer que tengo yo de ir a una biblioteca o una librer¨ªa, y quedarme leyendo o buscando un nuevo libro, no lo tiene ella. Me gusta el ensayo hist¨®rico, desde la ¨¦poca medieval hasta la II Guerra Mundial o el siglo XVIII en Francia. Es un tipo de literatura dif¨ªcil de encontrar en formato electr¨®nico", argumenta para no pasarse al e-book.
Curiosamente, para Aurora no es tan importante el placer de rastrear su pr¨®xima lectura: "Busco poco porque tengo un c¨ªrculo de amistades que tienen e-book y me pasan muchos libros. Me los env¨ªan por e-mail. Son documentos pdf o Word que no ocupan nada. Se mandan con m¨¢s facilidad que una fotograf¨ªa. Calcula un mega por libro". Una sencillez y rapidez que facilita la pirater¨ªa, m¨¢s que con la m¨²sica o las pel¨ªculas: "Cualquier loco de estos de Internet tiene m¨¢s de 2.000 libros a tu disposici¨®n". Un estudio reciente de Attributor revela que en solo un a?o han aumentado en un 50% las b¨²squedas de libros piratas en el mundo. Y en 2009 se realizaron, solo en EE?UU, nueve millones de descargas ilegales.
M¨¢s all¨¢ de la pirater¨ªa, las ventas de libros electr¨®nicos tambi¨¦n aumentan cada a?o, a medida que personas como Aurora quedan seducidas por la tinta electr¨®nica, que evita que la vista se canse, ya que carece de la luz artificial de las pantallas tradicionales. Hoy, Amazon ya vende m¨¢s libros en formato electr¨®nico que en tapa dura (143 por cada 100 el verano pasado). Cifras que quedan pulverizadas y anticuadas r¨¢pidamente. En junio, Amazon vendi¨® 180 libros en formato electr¨®nico por cada 100 en tapa dura, seg¨²n la compa?¨ªa. El aumento se debe no solo a la bajada del precio del Kindle, el reproductor de Amazon, sino a la entrada en el mercado del iPad, un producto que no es estrictamente un libro electr¨®nico, ya que no utiliza el sistema de tinta electr¨®nica, sino que es una pantalla iluminada, mejor, eso s¨ª, para otras aplicaciones como pueden ser el v¨ªdeo.
Ya sea en papel o en pantalla, a los entusiastas de la lectura les une precisamente eso, el placer de leer. Entramos en la casa de V¨ªctor e Isabel, en un ¨¢tico de Vitoria, mientras suena una agradable m¨²sica de fondo. En la terraza, aprovechan un domingo soleado y toman el verm¨² junto a sus familiares Cristina y Eduardo. En el hogar de este matrimonio de Vitoria hace ya tres a?os que entr¨® el libro electr¨®nico. A V¨ªctor, un amante de la tecnolog¨ªa, le convenci¨® Eduardo, que acababa de compr¨¢rselo. Adquiri¨® su aparato en eBay y desde entonces apenas lee en papel. A su mujer no le ha entusiasmado nunca el invento. Tan solo ha le¨ªdo dos libros y, aunque reconoce las ventajas del formato electr¨®nico, sigue prefiriendo lo tradicional. "En vacaciones s¨ª le veo utilidad. Es much¨ªsimo m¨¢s c¨®modo porque no tienes que cargar con un mont¨®n de libros en la maleta", explica Isabel.
Su marido pag¨® unos 200 euros, una inversi¨®n fuerte en un inicio, pero que ha amortizado de sobra. Si antiguamente gastaba entre 20 y 30 euros mensuales en libros, ahora no llega a la cuarta parte. "Yo entiendo todas las ventajas, pero tocar el papel, ver la car¨¢tula, una foto, un dibujo... prefiero el libro de siempre", subraya ella. Su marido ironiza simp¨¢tico: "Claro, tambi¨¦n era mejor el papiro...". Aunque luego, eso s¨ª, reconoce que hay libros en papel que despiertan sentidos que un e-book dif¨ªcilmente consigue: entonces saca el ¨²ltimo recetario de Andoni Luis Aduriz y los alimentos parecen salirse del papel, de gran calidad. "Yo era de la opini¨®n de que era mucho mejor el tacto del papel. Hasta que mi marido me dijo: 'L¨¦ete este libro y hablamos", intercede Cristina, la prima de Isabel. "Reconoci¨® que es una gozada", recuerda Eduardo.
La batalla entre lo tradicional y lo novedoso se libra entre los pros y contras, como todo producto: la comodidad, la rapidez o el f¨¢cil acceso a millares de textos que permite el formato electr¨®nico, a un lado. Al otro, el precio (cuestan a partir de 100 euros y hasta 450), un tacto distinto al papel y el hecho de que sea un aparato tecnol¨®gico (una barrera imposible para algunos).
Pero quiz¨¢ la falta de espacio sea una de las mayores ventajas. As¨ª lo cree Ernesto de Bustos, espa?ol en Addis Abeba (Etiop¨ªa): "En mi caso, la utilidad m¨¢s evidente es poder llevar conmigo una biblioteca de cientos de libros". Mientras, en Bielefeld (Alemania) vive Jon, un donostiarra casado con una alemana, Steffi. ?l, un lector relativamente reciente, siempre ha sido amante de todo tipo de aparatitos electr¨®nicos. Y, claro, con la llegada del e-book no iba a ser menos: "Reconozco que leo m¨¢s. Antes de comprarme el Kindle apenas le¨ªa. ?Por qu¨¦ ahora s¨ª? Porque las personas somos unas frikis, nos gusta tocar los botoncitos", resume divertido. Y contin¨²a: "Cuando voy a comprar un libro, no s¨¦ qu¨¦ quiero leer, no tengo ni idea. Con el e-book, lo bueno es que te puedes descargar un sample en segundos, lees las primeras 10 p¨¢ginas y si te engancha, entonces lo compras. Me parece ¨²til". Mientras, su mujer tiene la mesilla llena de libros: "S¨ª, le encanta leer. Y los libros nos quedan muy bonitos en las estanter¨ªas".
?Qu¨¦ 'e-book' comprar?
Ya estamos convencidos de las maravillas del libro electr¨®nico y queremos adquirirlo, pero ?cu¨¢l? La elecci¨®n depender¨¢ de las prestaciones que busquemos y del bolsillo de cada uno. Los m¨¢s baratos son el modelo sencillo de Kindle (reproductor de Amazon, con wifi y una pantalla de seis pulgadas) y el iLiber (el aparato de la web del mismo nombre). El precio del primero es de 100 euros, a lo que hay que a?adir el IVA y los gastos de env¨ªo, por lo que el coste final ronda los 130 euros, id¨¦ntico precio que el modelo iLiber. A partir de ah¨ª, la cantidad de modelos y precios es amplia. Otros Kindle (a partir de 170 euros, todo incluido), el Papyre (de 200 a 450 euros), los Sony (200 a 250 euros) o los Booq (150 a 280 euros) son algunos de los productos que se pueden encontrar en el mercado.
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