Or¨¢culo busca delf¨ªn
Warren Buffett ficha a Todd Combs, un desconocido gestor de 'hedge funds', y aviva las quinielas sucesorias
"?Todd qu¨¦?". Hasta el pasado lunes 25 de octubre, casi nadie en Wall Street hab¨ªa o¨ªdo hablar de Todd Combs. Ahora el nombre de este modesto gestor de hedge funds centra todos los corrillos. El motivo de su salto a la fama es que ha sido fichado por Warren Buffett, el hombre m¨¢s rico del mundo y quiz¨¢ el inversor m¨¢s influyente de todos los tiempos. "Durante tres a?os, Charlie Munger [su mano derecha] y yo hemos estado buscando a alguien del calibre de Todd para manejar una porci¨®n significativa de la cartera de inversi¨®n de Berkshire Hathaway. Estamos encantados con su incorporaci¨®n", explica el conocido como Or¨¢culo de Omaha en el escueto comunicado.
El fichaje de Combs aviva las quinielas sucesorias en Berkshire. Buffett, que lleva cuatro d¨¦cadas al frente del conglomerado, cumpli¨® 80 a?os el pasado mes de agosto y ha reiterado que por el momento no tiene en mente retirarse. Sin embargo, ha dado pistas de c¨®mo se articular¨¢ su recambio. Buffett acumula tres cargos (presidente ejecutivo, consejero delegado y jefe de inversiones) y cuando se jubile dividir¨¢ sus funciones entre tres personas.
Combs pasar¨¢ de gestionar 400 millones a 100.000 millones de d¨®lares
Tiene lo que gusta a Buffett: una t¨¦cnica 'value' y capacidad para evitar riesgos
Su hijo, Howard G. Buffet, granjero y fil¨¢ntropo, est¨¢ destinado a ser el presidente no ejecutivo, para que, como ha dicho su padre, sea "un doble protector" de la cultura de Berkshire. Para el cargo de consejero delegado, que se ocupar¨¢ de coordinar las numerosas filiales del holding, el nombre del candidato es una inc¨®gnita. Suenan dos aspirantes internos: David Sokol, que dirige la filial MidAmerica Energy, y Ajit Jain, responsable del negocio de los reaseguros. En el caso del jefe de inversiones, antes del verano se daba por hecho que el puesto iba a ser para el gestor chino Li Lu, pero su negativa abri¨® las puertas a Combs. Falta por determinar si habr¨¢ un ¨²nico jefe de inversi¨®n o varios.
La elecci¨®n de Combs ha sorprendido al mercado en un cl¨¢sico movimiento de Buffett: ha mirado donde nadie lo hab¨ªa hecho antes. El probable sucesor al frente de la cartera de Berkshire logr¨® el puesto, seg¨²n inform¨® The Wall Street Journal, por la v¨ªa m¨¢s tradicional: enviando un curr¨ªculo. Combs fue una de los cientos de personas que respondi¨® a una solicitud de personal que hizo Buffett en 2007. Al no tener respuesta, mand¨® una carta a Munger en la que le ped¨ªa una reuni¨®n. El vicepresidente de Berkshire recibe numerosas propuestas, pero cuenta que "algo en su solicitud" le interes¨®. Munger y Combs almorzaron en Los ?ngeles y al finalizar el encuentro Munger llam¨® a Buffett y le dijo: "Esta es una persona que seguro te va a agradar".
Pero ?qu¨¦ tiene de especial Combs? La industria financiera y la prensa se han puesto r¨¢pidamente a escarbar en su pasado en busca de pistas. Es tan desconocido que tras su nombramiento todos los intentos por encontrar una foto suya resultaron bald¨ªos. Las pocas pinceladas de su hoja de servicios tampoco dejan entrever grandes cosas: tras cursar un MBA en la Universidad de Columbia, trabaj¨® para el regulador bancario de Florida, posteriormente fich¨® por una compa?¨ªa de seguros (Progressive) y durante los ¨²ltimos cinco a?os ha gestionado un peque?o fondo especulativo para
Castle Point Capital.
A pesar de que su curr¨ªculo no deslumbra, Buffett destaca de Combs que "encaja al 100%" con su cultura. Los expertos creen que el famoso fil¨¢ntropo ha valorado su capacidad para limitar p¨¦rdidas cuando los mercados entran en una fase bajista. "Buffett no ha buscado una estrella medi¨¢tica", explica a Bloomberg Vidak Radonjic, socio de Beryl Consulting, entidad que aconseja sobre la inversi¨®n en hedge funds. "Ha elegido a alguien con perfil bajo que tiene la habilidad de preservar el capital a trav¨¦s de la gesti¨®n del riesgo", a?ade.
En un a?o tan dif¨ªcil como 2008, Combs fue capaz de navegar mientras la mayor parte de la industria se hundi¨®. Ese ejercicio, el peor para los mercados en la Gran Recesi¨®n, su fondo solo cay¨® un 5,7% por una p¨¦rdida media del 19% para el sector de los fondos de alto riesgo, seg¨²n datos de Hedge Fund Research. Y lo hizo anticipando el pinchazo inmobiliario de EE UU: desde 2007 ten¨ªa posiciones cortas (estrategia que apuesta por la ca¨ªda de un activo) en Fannie Mae y
Freddie Mac, las dos financieras hipotecarias que pusieron al mercado mundial contra las cuerdas y que tuvieron que ser rescatadas por el Gobierno.
"Uno de los objetivos de nuestras inversiones es identificar todos los potenciales riesgos. Si somos capaces de identificar negocios de calidad con una valoraci¨®n ajustada al riesgo atractiva, seremos capaces de cumplir en el tiempo todos nuestros objetivos", explicaba Combs en una reciente carta a sus clientes. Junto con el estilo de inversi¨®n value y el control de riesgos, Combs tambi¨¦n comparte con Buffett el gusto por los valores financieros. A 30 de septiembre pasado, las principales posiciones de Castle Point Capital eran U. S. Bancorp, Mastercard y Western Union. Precisamente U. S. Bancorp es la tercera mayor inversi¨®n de Berkshire.
A pesar de estas coincidencias, el mercado, que reaccion¨® con ¨®rdenes de venta sobre los t¨ªtulos de Berkshire cuando se conoci¨® el fichaje, augura un camino trufado de espinas para Combs. El primer reto es obvio: superar la permanente comparaci¨®n con Buffett, un genio dif¨ªcilmente sustituible. Adem¨¢s deber¨¢ acomodar su estilo de gesti¨®n, mucho m¨¢s activo, a la cultura largoplacista de la firma de Omaha. Combs ha cimentado sus rentabilidades entrando y saliendo de los valores con m¨¢s frecuencia que Buffett, el cual ha dicho que su horizonte ideal de inversi¨®n es "para siempre" y que tiene desde hace d¨¦cadas en cartera algunas de sus principales inversiones, como Coca-Cola y American Express.
El tercer reto para el nuevo delf¨ªn ser¨¢ el tama?o: pasar¨¢ de gestionar 400 millones de d¨®lares a manejar una cartera con un volumen pr¨®ximo a los 100.000 millones. Los movimiento de este elefante son cada vez m¨¢s complejos debido a sus dimensiones. Al menos Combs contar¨¢ con un buen maestro. En realidad, m¨¢s que un maestro, todo un or¨¢culo.
Una moneda de oro
Cuando el mejor inversor de la historia escoge sucesor, la tentaci¨®n es pensar que el elegido es un superdotado con poderes m¨¢gicos. En el caso de Todd Combs, su perfil es m¨¢s bien todo lo contrario: gestor gris alejado de las candilejas de Wall Street. Sin embargo, buceando en su pasado ya se han descubierto an¨¦cdotas que indican que este chico siempre ha apuntado alto.
Durante su paso por la escuela de negocios de Columbia, Combs tuvo de profesor a Richard Hanley. En un intento por motivar a sus alumnos, Hanley les propuso un juego: premiar¨ªa a aquel que escogiera el valor m¨¢s rentable en el semestre con una antigua moneda de oro, valorada en 175 d¨®lares. Mientras la mayor¨ªa de los estudiantes opt¨® por hacer el ejercicio por parejas, Combs fue por libre. Tambi¨¦n se diferenci¨® del resto en su estrategia: apost¨® a la baja por una empresa energ¨¦tica muy apalancada. Su apuesta en corto le rent¨® un 50%, batiendo las inversiones de sus compa?eros.
"Hab¨ªa perdido la pista de Combs. Ahora ya s¨¦ d¨®nde encontrarle. Todav¨ªa le debo su premio. El ¨²nico cambio es que la moneda de oro vale 750 d¨®lares", ha explicado Hanley a The Wall Street Journal. Quiz¨¢ el premio no le venga mal, ya que si bien ser jefe de inversi¨®n de Berkshire tiene mucho prestigio, no es de los mejor pagados. Su remuneraci¨®n estar¨¢ condicionada a que las acciones del holding batan al ¨ªndice S&P 500. "En este puesto se puede ganar mucho dinero, pero no miles de millones", ha advertido Warren Buffett. -
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