Los suecos no saben de angustias

En puestos de descenso, zarandeados en el Bernab¨¦u y retratados por el C¨®rdoba en la Copa del Rey, los hombres del cuestionado Portugal llegaban a su duelo ante Osasuna inmersos en la zozobra.

Pero los suecos no saben de angustias. Primero Kennedy, con un disparo de falta directa, y al instante Rosenberg, con un zapatazo desde 30 metros, encarrilaron el choque y recuperaron las constantes vitales de un Racing condenado a caminar sobre el alambre durante todo el curso.

Enfrente, un Osasuna p¨¢lido y fr¨¢gil, con un paup¨¦rrimo bagaje a domicilio y sin capacidad de reacci¨®n en cuanto el escenario se torna m¨ªnimamente adverso.

Con el marcador encauzado, aplazadas las urgencias y mientras arreciaba la tormenta, el Racing interpret¨® el partido como una inmejorable opci¨®n para adecentar su pasado reciente. Los de Camacho, sin embargo, alejados de su esp¨ªritu geneal¨®gico, de la garra que ciment¨® la fama del equipo y su t¨¦cnico y del color sangu¨ªneo de su camisola, apenas deambulaban por el campo, sin descifrar el juego. Aun as¨ª, se encontraron con la posibilidad de reengancharse al partido. Un barullo en el ¨¢rea, un bal¨®n escurridizo y una soluci¨®n inaudita. El central Torrej¨®n palmote¨® la pelota en el ¨¢rea para alejar el peligro y el penalti lo transform¨® Neokunam, el mas digno de los rojillos, logrando el primer gol osasunista fuera del Reyno de Navarra.

Con las apreturas volvi¨® a aparecer el pulso sueco. Ese tiento fr¨ªo y desapasionado, ideal para cortar el cable que desactiva el explosivo. Tras un c¨®rner lanzado por Kennedy, apareci¨® Rosenberg, como pez en el agua toda la tarde, para sentenciar libre de marcaje. Torrej¨®n cerr¨® la goleada con un cabezazo que redim¨ªa el borr¨®n de su penalti. De nuevo, tras un saque de esquina. De nuevo, lanzado por Kennedy. Portugal premi¨® a los suecos con la protocolaria sustituci¨®n de homenaje y reconocimiento. Hab¨ªan ganado el partido y le hab¨ªan salvado la cabeza.