Joan Sol¨¤, ling¨¹ista y hombre esencial
Maestro de generaciones de fil¨®logos, Joan Sol¨¤ (Bell-lloc d'Urgell, 1940), fallecido en Barcelona el pasado mi¨¦rcoles resume en su trayectoria y buen hacer lo mejor de la cultura y la Universidad de Catalu?a. Dejando a un lado a Pompeu Fabra, el padre de toda materia ling¨¹¨ªstica catalana, los tres monstruos que esa ciencia tan patri¨®tica ha dado la Catalu?a del siglo XX (Joan Coromines, A. M. Badia Margarit y Joan Sol¨¤), dejando aparte a francotiradores como Gabriel Ferrater, tienen una lectura en clave hisp¨¢nica ligada a la editorial Gredos: Coromines como el m¨¢ximo exponente de los estudios etimol¨®gicos, Badia i Margarit como el embajador del catal¨¢n en tierras mesetarias en tiempos poco favorables y Sol¨¤ como garante final del legado del primero.
Un pa¨ªs que no respeta su lengua est¨¢ condenado a la disoluci¨®n
Habiendo dirigido durante a?os una obra colosal como la nueva gram¨¢tica del catal¨¢n contempor¨¢neo, publicada en 2002, Joan Sol¨¤ se embarc¨® sin soluci¨®n de continuidad en la codirecci¨®n, junto con A. M. Badia i Margarit y Ernest Rusin¨¦s, del no menos fara¨®nico libro-homenaje a Joan Coromines (Joan Coromines, vida y obra). En la pr¨¢ctica, fue Sol¨¤, ante la desafecci¨®n de Badia i Margarit por enfermedad, quien pilot¨® el rumbo y el destino del proyecto.
El libro, publicado por Gredos en 2008, no en 2005, el a?o del centenario del nacimiento de Joan Coromines, estaba a¨²n por embastar en julio de 2007, cuando, en el curso de una calurosa tarde canicular, empez¨® nuestra relaci¨®n frecuente. Sol¨¤ no disimulaba su inquietud por los retrasos acumulados ni por la indefinici¨®n y falta de concreciones editoriales, as¨ª que manifest¨® enseguida sus premisas b¨¢sicas de trabajo: hablar claro y ponerse manos a la obra. Parco y escueto, preciso y conciso, claro y contundente, tanto en el cara a cara como a trav¨¦s del correo electr¨®nico, se empe?¨® de entrada en dibujar dos guiones para gobernar un original ingobernable: ¨¦l se hizo cargo, de forma implacable, del calendario de plazos de entrega de colaboradores; y deleg¨® en nosotros la estructura, con una primera parte de estudios sobre Coromines, con contribuciones de sus disc¨ªpulos, y una segunda parte de antolog¨ªa de textos de Coromines. El resultado final fue un mamotreto de 1.200 p¨¢ginas, que estuvo listo en la primavera de 2008, tal y como Sol¨¤ hab¨ªa calculado.
En esos meses de trato habitual en la recoleta y subterr¨¢nea biblioteca de la editorial Gredos tuvimos la suerte de aprender la gran lecci¨®n del maestro Sol¨¤: su conmovedora capacidad de taxidermista para explicar y describir, con la misma perspicuidad, fr¨ªa y distanciada, detallada pero nada prolija, una duda ling¨¹¨ªstica y su grav¨ªsima enfermedad. D¨ªa a d¨ªa fuimos afianzando una cierta proximidad que un buen d¨ªa se concret¨® en dos propuestas editoriales para La Magrana: una edici¨®n port¨¢til de la gram¨¢tica catalana y una selecci¨®n de sus art¨ªculos de prensa m¨¢s combativos. Sab¨ªamos que le hab¨ªa gustado la idea por su manera, tan caracter¨ªstica, de entornar los ojos y los labios cuando algo le gustaba; Sol¨¤ sonre¨ªa con toda la cabeza, y ese gesto equival¨ªa a un s¨ª de un hombre de palabra.
Lamentablemente, la primera propuesta no lleg¨® a ponerse en marcha. En cambio, la segunda s¨ª se materializ¨® en un libro estupendo, Plantem cara. Defensa de la llengua, defensa de la terra (con la colaboraci¨®n de Neus Nogu¨¦ y Helena Gonz¨¤lez), un compendio de sabidur¨ªa ling¨¹¨ªstica, pero tambi¨¦n el testimonio de un hombre comprometido que interviene en el debate p¨²blico, de un intelectual cl¨¢sico, en definitiva, de los que ahora hay quien dice que quedan tan pocos.
Plantem cara, construido a partir de los art¨ªculos que escrib¨ªa cada semana para el diario Avui, se convirti¨® en un ¨¦xito de ventas inmediato y, a la larga, en un libro de referencia. Visto en perspectiva, fue una idea oportuna en muchos sentidos, desde el t¨ªtulo reivindicativo con que ¨¦l mismo lo bautiz¨® hasta por el momento de la publicaci¨®n, justo unos d¨ªas antes de que le fuera concedido el prestigioso Premi d'Honor de les Lletres Catalanes, en junio de 2009. Pudimos ser testimonio, en esas fechas, de la eclosi¨®n del perfil p¨²blico de un Sol¨¤ a quien cada d¨ªa m¨¢s y m¨¢s gente reconoc¨ªa como un referente, de un Sol¨¤ que trascend¨ªa merecidamente las aulas y el papel del peri¨®dico.
En un a?o cargado de homenajes, ya fuera en el Palau de la M¨²sica al recoger el galard¨®n, ya fuera en un discurso ins¨®lito ante el pleno del Parlament de Catalunya, Sol¨¤ no desaprovech¨® ning¨²n micr¨®fono para decir, liso y llano, y desde la autoridad de su conocimiento enciclop¨¦dico y de quien lleva d¨¦cadas remando, que la lengua catalana est¨¢ enferma en los aspectos pol¨ªticos, social y ling¨¹¨ªstico, que un pa¨ªs que no respeta ni defiende su lengua es un pa¨ªs condenado a la disoluci¨®n. Verdades inc¨®modas, verdades urgentes que, al lado de su ingente labor acad¨¦mica, forman parte ahora de su legado y ojal¨¢ no caigan en saco roto.
Infatigable y apasionado de su trabajo, Joan Sol¨¤ continu¨® encadenando proyectos. Uno de ellos, una nueva edici¨®n de la traducci¨®n de Carles Riba de la Odissea, versi¨®n que ten¨ªa para s¨ª como uno de los momentos cumbre de la literatura catalana. Enamorado del verso del poeta, Sol¨¤ quer¨ªa cotejar las diversas ediciones en un texto definitivo libre de erratas, de errores de picaje y de enumeraci¨®n que, con la colaboraci¨®n de Jordi Cornudella, publicar¨ªa La Magrana en noviembre de 2011. Queda pendiente.
Manel Martos es editor de Gredos e Isabel Obiols, de La Magrana.
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