Cementerios sin flores
La tendencia de incinerar a los seres queridos amenaza las ventas de ramos el d¨ªa de Todos los Santos - La crisis apenas pasa factura
"En diez a?os esta fiesta se va al carajo, como mucho la gente tirar¨¢ unos p¨¦talos". Este pron¨®stico sobre la tradici¨®n de llevar flores a los cementerios el d¨ªa de Todos los Santos lo suscribe la dependienta de una florister¨ªa del centro de Bilbao. Una estimaci¨®n similar se o¨ªa tambi¨¦n ayer en los puestos de flores que los tenderos abren todos los domingos en el paseo de El Arenal. A juzgar por los comentarios, la crisis econ¨®mica no ha hecho especial mella en las ventas; la puntilla correr¨¢ a cargo, por el contrario, del cambio generacional.
La tendencia a incinerar en lugar de enterrar a los seres queridos pesa entre los comerciantes en estas fechas. S¨®lo las personas mayores sustentan el negocio, seg¨²n parece. Previsores, los hay que compraron sus flores el pasado jueves y las llevaron antes a los cementerios porque el fin de semana se iban de puente, seg¨²n la dependienta de la florister¨ªa.
La moda ha influido en el color y tipo de flores que la gente compra El D¨ªa de la Madre es la fecha con m¨¢s ventas, seg¨²n los comerciantes
Las nuevas generaciones tambi¨¦n han influido en el tipo de flores y colores que inundan estos d¨ªas los camposantos. Si antes las l¨¢pidas y nichos se adornaban con crisantemos, crestas de gallo y claveles ahora es posible ver anastasias, rosas, lisianthus y lirios de todas las tonalidades, desde el azul al naranja. "La gente se decanta por gamas llamativas en lugar de colores sobrios, algo impensable hace unos a?os en cualquier cementerio", se?alaba Maite Nebreda, de la florister¨ªa Castroflor, con 20 a?os de experiencia en el sector, y una de las responsables de los 13 puestos del paseo de El Arenal.
La oferta de este a?o ha girado en torno a 40 clases de flores y con precios para las tablas y centros desde 15 a 140 euros. Ayer, en la festividad de Todos los Santos, alg¨²n cartel con rebajas y ofertas presid¨ªan los tenderetes de plantas. Para las vendedoras el primero de noviembre es una de las fechas fuertes, sin embargo, y nada puede desbancar, aseguran, al D¨ªa de la Madre en volumen de negocio.
Y aunque la crisis no parezca la principal amenaza de las florister¨ªas, tambi¨¦n se ha notado la precariedad econ¨®mica entre los puestos. "Hay gente que sigue sin mirar el precio y coge lo que m¨¢s le gusta pero hay quienes preguntan en todas las casetas y dan varias vueltas hasta decidirse", aseguraba una vendedora ambulante. Hay excepciones, como las compradoras que buscan lucir flores m¨¢s vistosas que el vecino, al precio que sea, como explicaba Nebreda.
La mesura la encarnan los que son conscientes de que la tradici¨®n no debe ser m¨¢s que un peque?o detalle en recuerdo de los familiares muertos. "La tristeza se lleva en el coraz¨®n", apuntaba una anciana, con un l¨ªmite presupuestario de cinco euros. O los pr¨¢cticos, "para que al final te lo acaben robando...", se?alaba una pareja de bilba¨ªnos, que hab¨ªa comprado un ramo de claveles y gladiolos blancos por 23 euros.
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