"Tengo que volver ya a mi pa¨ªs"
Un cambio de criterio de la Subdelegaci¨®n del Gobierno provoca el caos en las oficinas de extranjer¨ªa y obliga a los inmigrantes a anular viajes a sus pa¨ªses
Rosario debe subir hoy, a mediod¨ªa, a un avi¨®n rumbo a su pa¨ªs, Rep¨²blica Dominicana. Lleva meses ahorrando para pagar los 1.000 euros del billete. Y todav¨ªa no sabe si podr¨¢ pasar la Navidad con los suyos, como hab¨ªa previsto. La mujer necesita una autorizaci¨®n de retorno, una suerte de salvoconducto que se exige a los extranjeros cuyo permiso de residencia ha vencido, y que les permite regresar a Espa?a sin problemas. Pero a Rosario a¨²n no le han dado cita y en la oficina de extranjer¨ªa y este documento ya no se tramita, desde el martes, de forma urgente. De modo que corre el riesgo de perder las vacaciones y el sueldo de varias semanas.
Decenas de extranjeros de la provincia de Barcelona se hallan en una situaci¨®n similar: no pueden volver a su pa¨ªs -a visitar a sus familiares, o a pasar la Navidad o la fiesta musulmana del cordero- porque no disponen de la autorizaci¨®n. Un cambio de criterio de la Subdelegaci¨®n del Gobierno de Barcelona a la hora de otorgar estos documentos ha cogido a los inmigrantes por sorpresa y ha provocado el caos en las oficinas de extranjer¨ªa. Los inmigrantes, indignados, consideran que la Administraci¨®n no les ha informado con antelaci¨®n suficiente y que est¨¢ vulnerando sus derechos fundamentales. El martes, las protestas violentas de algunos afectados frente a la sede que expide estos documentos, en la calle de M¨²rcia, obligaron a los Mossos d'Esquadra a imponer el orden.
Ya no se dar¨¢n los documentos hasta el mismo d¨ªa del vuelo, como hasta ahora
Un vigilante, desbordado a primera hora, filtra a los extranjeros en la entrada de esta oficina. All¨ª espera Sandra, una boliviana que se enter¨® de la muerte de su padre el domingo por la noche. "Tengo que volver ya a mi pa¨ªs. No hay derecho a que cambien esto sin avisar. Trabajamos, cotizamos y tenemos unos derechos", se queja Sandra, que ayer por la tarde logr¨® volar a su pa¨ªs despu¨¦s de que su abogada mediara para obtener la autorizaci¨®n.
El sistema de cita previa funciona, en realidad, desde junio de 2009. A diferencia de otras provincias, la Subdelegaci¨®n del Gobierno decidi¨® implantarlo por la ingente carga de trabajo que existe en Barcelona. El a?o pasado, esta administraci¨®n tramit¨® 250.000 expedientes. Este a?o, prev¨¦ superar los 300.000. Es la provincia con m¨¢s carga de trabajo, pero no la que tiene m¨¢s funcionarios. En la pr¨¢ctica, los trabajadores acced¨ªan a dar las autorizaciones al instante: bastaba con presentarse en la oficina el d¨ªa antes, con el billete y otros papeles, y tras unas horas en la cola el extranjero arreglaba el asunto.
Pero lo que deb¨ªa ser una excepci¨®n (el procedimiento de urgencia) se convirti¨® en la norma. "Se ha hecho un mal uso de las urgencias. Podemos asumir tres o cuatro al d¨ªa, pero no un centenar. Nuestro error fue no frenar antes el problema y ser demasiado tolerantes", precisa la Subdelegada, Montserrat Garc¨ªa, quien advierte de que se dieron casos de billetes de avi¨®n falsificados.
El periodo de tolerancia se ha acabado. Desde el martes, solo se conceden autorizaciones de retorno con cita previa. Y no habr¨¢ excepciones. Ni siquiera en casos de necesidad, como cuando un inmigrante debe viajar a su pa¨ªs de inmediato por la muerte de alg¨²n familiar. "En esos casos, nos comprometemos a que la cita previa se d¨¦ en un m¨¢ximo de dos d¨ªas", admite Garc¨ªa. "Estas personas han de aprender que hay unos procedimientos y que gritar no soluciona nada", dice en alusi¨®n a los incidentes del martes.
La subdelegaci¨®n ha pedido a la Direcci¨®n General de Inmigraci¨®n que no exija el documento, lo que acabar¨ªa con el problema. El cambio repentino de criterio ha crispado tambi¨¦n a los abogados de extranjer¨ªa, que lo tildan de "abuso" y advierten de las consecuencias negativas que la medida tiene para sus clientes.
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