Chernomyrdin, un jefe de Gobierno a la medida de Yeltsin
El pol¨ªtico ruso fund¨® Gazprom tras privatizar el Ministerio del Gas
Con la muerte del ex jefe de Gobierno V¨ªctor Chernomyrdin, ayer en Mosc¨² desaparece en Rusia un significativo representante de la cultura pol¨ªtica de rostro humano. Ten¨ªa un estilo en desuso hoy en su pa¨ªs. Su realidad vital -c¨¢lida en sus m¨²ltiples imperfecciones- ha sido reemplazada en las altas esferas del poder por las im¨¢genes virtuales de los l¨ªderes, y su sutil sentido del humor, por chistes soldadescos y autoritarias jactancias. Chernomyrdin, que falleci¨® a los 72 a?os despu¨¦s de un largo periodo aquejado de diferentes dolencias, fue jefe de Gobierno de Rusia de 1992 a marzo de 1998, y acompa?¨® al presidente Bor¨ªs Yeltsin durante todos esos a?os. Tambi¨¦n fue fundador del consorcio Gazprom, la mayor compa?¨ªa de gas del mundo. Sus conciudadanos lo recuerdan sobre todo por sus comentarios y aforismos, que se han incorporado al l¨¦xico popular. Una de sus frases m¨¢s conocidas -"Quer¨ªamos hacerlo mejor, pero result¨® como siempre"- es considerada como la m¨¢s expresiva y sint¨¦tica constataci¨®n del car¨¢cter c¨ªclico y las dificultades de los repetidos intentos de reforma en Rusia.
"Quer¨ªamos hacerlo mejor, pero result¨® como siempre", dec¨ªa sobre su pa¨ªs
Naci¨® el 9 de abril de 1938 en Orenburg, en el sur de los Urales, y se form¨® en la industria del gas y el petr¨®leo y en el Ministerio de la Industria del Gas de la URSS, instituci¨®n que lleg¨® a dirigir en 1985 y que en 1989 se transform¨® en Gazprom. El proyecto de privatizaci¨®n de este ministerio fue autorizado por el jefe de Gobierno sovi¨¦tico, Nikol¨¢i Rizhkov, y, cuando Chernomyrdin se ofreci¨® a convertirse de "ministro" en "comerciante", Rizhkov exclam¨®: "Se ha vuelto loco", seg¨²n contaba Alex¨¦i Bened¨ªctov, el director de la emisora El Eco de Mosc¨².
Adem¨¢s de transformar a Gazprom en una empresa, un proceso que dur¨® varios a?os, dirigi¨® el primer gran proyecto poscomunista para formar un partido fuerte de corte democr¨¢tico. As¨ª surgi¨® en 1995 Nuestra Casa es Rusia (NCR), adonde fluyeron los miembros de la ¨¦lite establecida que, entonces como ahora, se orientan por las indicaciones del Kremlin. Sin embargo, en los a?os noventa, aquellos hu¨¦rfanos pol¨ªticos del Partido Comunista no hab¨ªan adquirido a¨²n la prepotencia y cinismo que demostraron despu¨¦s en Rusia Unida, partido de los seguidores de Vlad¨ªmir Putin, con mayor¨ªa absoluta en el Parlamento.
NCR qued¨® en tercer lugar en los comicios de 1995 (despu¨¦s de los comunistas y el partido de los populistas de Vlad¨ªmir Zhirinovski). Vlad¨ªmir Rizhkov, que fue vicejefe de la Duma estatal (C¨¢mara baja del Parlamento), y que colabor¨® en la fundaci¨®n de NCR, recuerda que Chernomyrdin negociaba compromisos con sus oponentes. En su ¨¦poca, se aprob¨® la ley que permiti¨® elegir a los gobernadores. Posteriormente, siendo Putin presidente del Estado, los gobernadores se transformaron en figuras designadas, dependientes de la confianza del Kremlin y no del voto de los ciudadanos.
El sentido de la responsabilidad llev¨® a Chernomyrdin a negociar con el guerrillero checheno Shamil Bas¨¢iev que hab¨ªa tomado por asalto una cl¨ªnica en el norte del C¨¢ucaso y amenazaba con matar a centenares de rehenes. Frente a las c¨¢maras de televisi¨®n, Chernomyrdin habl¨® por tel¨¦fono con Bas¨¢iev y la mayor¨ªa de los rehenes fueron liberados. Posteriormente, los guerrilleros chechenos ser¨ªan considerados por el Kremlin exclusivamente como terroristas, con los cuales no se pod¨ªa negociar bajo ning¨²n concepto.
En 1996, cuando Yeltsin fue operado del coraz¨®n, asumi¨® temporalmente la jefatura del Estado. Su imagen se deterior¨® durante los ¨²ltimos a?os de su mandato. Los ecologistas le acusaron de haber matado fr¨ªamente a dos oseznos en una cacer¨ªa y los medios de comunicaci¨®n, de haber amasado una fortuna gracias a su vinculaci¨®n con el sector de los hidrocarburos. En marzo de 1998, Yeltsin lo destituy¨®, pero en agosto de aquel a?o, tras la crisis econ¨®mica que hundi¨® el rublo, volvi¨® como jefe de Gobierno en funciones, aunque el Parlamento no lo ratific¨® en su cargo.
Chernomyrdin desempe?¨® en la primavera de 1999 un importante papel como negociador y pacificador durante el conflicto de los Balcanes. Nombrado por Yeltsin representante especial del presidente ruso en la zona, consigui¨® llevar las negociaciones de forma que convenci¨® a Slobodan Milosevic de que se retirara de Kosovo. Posteriormente, una fuerza conjunta bajo el mando de la ONU se hizo cargo de la situaci¨®n.
En mayo de 2001, fue nombrado embajador en Ucrania, donde permaneci¨® hasta junio de 2009. Desde Kiev le toc¨® lidiar con las guerras entre Gazprom y los dirigentes ucranios a causa del suministro y los precios del gas. Al margen de su posici¨®n oficial, Chernomirdin no aprobaba la pol¨ªtica del "arma energ¨¦tica" que con tanto fervor practicaron Putin y Gazprom en ¨¦poca de altos precios de los hidrocarburos. Esta corresponsal fue testigo de c¨®mo, en una ocasi¨®n, con tono paternal, el veterano pol¨ªtico advirti¨® a los dirigentes de Gazprom de que el intento de monopolizar todas las rutas de suministro de gas pod¨ªan acabar ahuyentando a los amigos de Rusia como Kazajist¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.