En apuros por Croacia
El actor santanderino Eduardo Noriega, que ayer estren¨® el filme Agnosia, nos relata unas pl¨¢cidas vacaciones en la isla croata de Hvar , rematadas con un final de infarto.
?Qu¨¦ tal el veraneo en el Adri¨¢tico?
Por ese entonces Hvar era muy tranquila, una gozada, est¨¢ llena de olivares, vi?edos..., ?y la ensalada de pulpo es una delicia!
?Y las playas?
Fant¨¢sticas. Las hay de rocas y de arena, aunque lo mejor era irse a los islotes deshabitados junto a la costa. En bote, supongo. S¨ª, alquilamos un...bueno, nosotros lo llam¨¢bamos el vespino. Era una barcaza a motor con un toldo. Si hab¨ªa m¨¢s de tres personas a bordo avanzaba a rega?adientes y como nosotros ¨¦ramos cuatro solo nos atrevimos a navegar hasta las islitas m¨¢s cercanas.
Debieron regresar de lo m¨¢s relajados.
S¨ª, pero la tranquilidad se acab¨® de regreso a Split. Desde ah¨ª deb¨ªamos coger un taxi a Dubrovnik para volar a Espa?a. Pero nos toc¨® un taxista un tanto especial.
?A qu¨¦ se refiere?
Nada m¨¢s salir de Split se perdi¨®. Hasta que encontr¨® por fin la autopista.
Menos mal.
Pero la autopista estaba atascad¨ªsima, as¨ª que tom¨® una carretera llena de cementerios que serpenteaba por las monta?as. Cada vez est¨¢bamos m¨¢s nerviosos porque ve¨ªamos que no lleg¨¢bamos...
Me tiene en ascuas...?Qu¨¦ pas¨® al final?
El taxista nos vio tan desesperados que al final nos farfull¨® en ingl¨¦s que ¨¦l ten¨ªa una amiga que trabajaba en el aeropuerto y que nos pod¨ªa ayudar, as¨ª que la llam¨® por el m¨®vil.
?Embarcaron?
De milagro. Con el vuelo a punto de despegar, la mujer nos meti¨® por una especie de puerta trasera del aeropuerto. Nos miraron los billetes y pasaportes a toda velocidad y nos arrojaron al avi¨®n.
Una pena que no pudieran pasear por Dubrovnik.
Por fortuna lo hicimos a la ida y hasta pudimos tirarnos al mar desde sus espectaculares murallas. Una gozada
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