O¨ªdo menos acostumbrado
Un reciente informe de Eurostat revela que casi la mitad de los espa?oles entre 25 y 64 a?os no conoce ninguna lengua extranjera. El dato nos sit¨²a a la cola de los pa¨ªses europeos en dominio de idiomas, solo superados por h¨²ngaros, rumanos y portugueses. Y eso, a pesar de que los espa?oles dedican, en las fases obligatorias de la ense?anza, un promedio de tres horas semanales a estudiar ingl¨¦s. ?C¨®mo es posible que, despu¨¦s de tantas horas dedicadas al estudio, muchos de nuestros j¨®venes sean incapaces de entender y de comunicarse en este idioma en situaciones de la vida cotidiana? Pues bien, el hecho es que, salvo en casos excepcionales o muy restringidos, la mayor¨ªa de nuestra poblaci¨®n no est¨¢ sometida al ingl¨¦s hablado en casi ninguna circunstancia. Cuando el estudiante sale del aula, acaba su exposici¨®n oral al idioma. No lo escucha en la radio, ni en la televisi¨®n, ni en el cine...algo que no ocurre en otros pa¨ªses que, quiz¨¢s no dediquen m¨¢s horas a la ense?anza del ingl¨¦s de las que empleamos en Espa?a, pero donde, desde edades muy tempranas, los ni?os est¨¢n acostumbrados a que sus personajes favoritos de la televisi¨®n o el cine se expresen, de manera natural, en ingl¨¦s.
Una de las actividades que m¨¢s facilita el conocimiento de los idiomas es la exposici¨®n a otras lenguas, particularmente, si ¨¦sta se realiza durante la ni?ez, cuando m¨¢s permeables somos al aprendizaje. En Espa?a, la inmensa mayor¨ªa de los estudiantes solo oye hablar en ingl¨¦s en el colegio, durante las horas de clase espec¨ªficamente previstas para aprender idiomas. Sin embargo, en casi todos los pa¨ªses de nuestro entorno (incluyendo los iberoamericanos), los estudiantes no se limitan a escuchar otros idiomas en el aula: cuando salen del colegio, en sus casas o en el cine, siguen expuestos a otras lenguas, porque sus pel¨ªculas y series favoritas les llegan en versi¨®n original. Siguiendo la terminolog¨ªa actual, el ingl¨¦s se convierte en una materia transversal, que aprenden mientras est¨¢n haciendo otra cosa.
En Espa?a, sin embargo, el franquismo impuso el doblaje de las pel¨ªculas, para impedir la influencia de otros idiomas que no fueran la lengua oficial, y porque de esta manera resultaba mucho m¨¢s sencillo aplicar la censura. Los que conozcan el caso de la versi¨®n espa?ola de la pel¨ªcula Mogambo recordar¨¢n probablemente la rid¨ªcula manipulaci¨®n de la historia y de los personajes que la censura, para preservar ciertos valores morales, perpetr¨® mediante el doblaje. Si bien el doblaje tiene sin duda sus ventajas y facilita al espectador el disfrute de las pel¨ªculas, una de las desventajas principales, sin embargo, y en cuanto afecta a nuestro dominio de lenguas extranjeras, es que ha tra¨ªdo como resultado que nuestro o¨ªdo est¨¦ menos acostumbrado a otros idiomas que el de la gran mayor¨ªa de nuestros vecinos. Tal vez por ello muchos espa?oles se sienten rid¨ªculos al tratar de hablar ingl¨¦s, y desistan de aplicarse en la pronunciaci¨®n, al resultarles muy forzado o¨ªrse pronunciar unos fonemas que no escuchan nunca en la vida diaria.
Fernando Galv¨¢n es catedr¨¢tico de Filolog¨ªa Inglesa y
rector de la Universidad de Alcal¨¢.
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