Elorza defiende la necesidad de una "catarsis colectiva" tras el fin de ETA
El alcalde resalta el papel que debe jugar la Casa de la Paz de Aiete
Hace unos 14 a?os, tras una serie de asesinatos de ETA, entre los que destac¨® por su particular impacto el del consejal popular donostiarra Gregorio Ord¨®?ez, el alcalde de San Sebasti¨¢n, Od¨®n Elorza, resolvi¨® que la capital guipuzcoana necesitaba un espacio de referencia para las v¨ªctimas del terrorismo. En principio, pens¨® en el palacio del parque de Cristina Enea para acoger un centro as¨ª, pero, finalmente, el lugar escogido fue el Palacio de Aiete, durante m¨¢s de tres d¨¦cadas residencia de verano del dictador Franco.
Ese lugar es ahora la Casa de la Paz de Aiete, inaugurada oficialmente el pasado 2 de septiembre con presencia de todos los partidos. Elorza considera que este centro va a contribuir a lograr una paz que "cada vez est¨¢ m¨¢s cerca". En su opini¨®n, ETA se encuentra cada vez m¨¢s debilitada -"y ma?ana lo estar¨¢ mas"- por la acci¨®n policial, la posici¨®n internacional de "muchos Estados" y su aislamiento con respecto a los vascos y a "buena parte de su propia base pol¨ªtica, que desde hace un tiempo ya no entiende ni justifica las acciones" de los terroristas.
"Hace falta poner fin al miedo, al odio", enfatiza el regidor donostiarra
El centro ya ha sellado convenios con los Gobiernos vasco y central
La Casa de Aiete trabajar¨¢ en red con otros centros similares de Europa
Con todo, el alcalde destaca en declaraciones a EL PA?S que con la desaparici¨®n de ETA, "que ojal¨¢ se consiga pronto", no queda todo resuelto. "Hace falta poner fin al miedo, al odio, al olvido de algunas v¨ªctimas", opina el regidor. "Hay que abrir camino al perd¨®n, al arrepentimiento, a la regeneraci¨®n social de la sociedad vasca, que tiene que pasar por una catarsis colectiva", enfatiza Elorza, cuando Euskadi se dispone a celebrar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles el D¨ªa de la Memoria, en que rendir¨¢ homenaje a todas las v¨ªctimas del terrorismo.
Con todo ello a la vista, y en un proceso que conllevar¨¢ "mucho trabajo", el alcalde defiende tambi¨¦n: "Debemos pensar lo que hicimos bien o mal, reconocer los errores del Estado cuando se produjeron actos de violencia o torturas".
Y lo que ETA debe hacer, en opini¨®n de Elorza, es "buscar una salida ya, antes de que se quede sola dentro de su propio mundo".
Elorza considera que la Casa de la Paz puede y debe jugar un papel relevante en todo este proceso y contribuir a romper la imagen de miedo de la ciudad.
?Qu¨¦ es exactamente la Casa de la Paz? El reconvertido Palacio de Aiete y el centro cultural de 1.500 metros cuadrados que alberga debajo se configuran, seg¨²n el Ayuntamiento, como un espacio dedicado a la reflexi¨®n, al debate, a la sensibilizaci¨®n y a la educaci¨®n con respecto a la consecuci¨®n de la paz y la defensa de los derechos humanos. A nivel local, su intenci¨®n pasa por contribuir a la soluci¨®n del problema de la violencia etarra, en espa; a nivel global, busca analizar y aprender de experiencias relativas a la conculcaci¨®n de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo.
El consistorio donostiarra pretende que diferentes asociaciones, colectivos o los simples ciudadanos participen en ciclos tem¨¢ticos que incluir¨¢n pel¨ªculas, conciertos, exposiciones o debates.
Las ponencias organizadas este primer mes han contado con la participaci¨®n, entre otros, del ex responsable de Pol¨ªtica Exterior y Seguridad de la UE, Javier Solana, o del ex director general de la Unesco Federico Mayor Zaragoza. Pronto se espera la visita de las nobeles de la Paz de 2004, Wangari Muta, y 1994, Rigoberta Mench¨², as¨ª como de varios pacifistas de pa¨ªses latinoamericanos.
Hasta el momento, el Ayuntamiento donostiarra ha sellado convenios de colaboraci¨®n en esta materia con las consejer¨ªas de Interior y Justicia, con la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV) y con la fundaci¨®n Globernance y est¨¢ a punto de cerrar un acuerdo con la Secretar¨ªa General de Cooperaci¨®n del Ministerio de Asuntos Exteriores. Sin embargo, a¨²n no se ha firmado nada con la Diputaci¨®n, con la que el consistorio mantiene relaciones bastante distantes.
Un referente sobre los derechos humanos
Los ¨²ltimos dos mandatos de Od¨®n Elorza al frente del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n han servido para constatar su intenci¨®n de convertir a la ciudad en en un referente en materia de derechos humanos. El Jard¨ªn de la Memoria de Riberas de Loyola o el Festival de Cine y Derechos Humanos, que en 2011 celebrar¨¢ su novena edici¨®n, as¨ª lo atestiguan.
La capital guipuzcoana trabaja tambi¨¦n en otra l¨ªnea de econom¨ªa sostenible con universidades, instituciones y empresas de innovaci¨®n. No en vano, San Sebasti¨¢n ha presentado su candidatura a Ciudad de la Ciencia y la Innovaci¨®n y prepara una Red de Parques Culturales para el Conocimiento. Fuentes municipales atribuyen esta ampliaci¨®n de objetivos a que la actualidad demanda ciudades m¨¢s cosmopolitas.
Sin duda, el proyecto de intangibles, de cultura de paz, educaci¨®n en valores y olas de energ¨ªa ciudadana que propugna la candidatura de la ciudad a capital cultural europea en 2016 se plasma en su totalidad en la Casa de la Paz. El jurado que analiz¨® la presentaci¨®n del proyecto con el que San Sebasti¨¢n pas¨® el pasado 29 de septiembre la primera criba de aspirantes ensalz¨® la valent¨ªa de la propuesta a la hora de afrontar un problema como el de la violencia terrorista.
No obstante, el mandatario ha recordado en la mayor¨ªa de sus intervenciones referentes al proyecto de San Sebasti¨¢n 2016 que las ideas lo m¨¢s importante de la candidatura, que se abrir¨¢ a otros espacios destacados, como el Oceanic de Biarritz o los humedales de Salburua, en Vitoria, entre ellos.
El pr¨®ximo mayo se celebran las elecciones municipales y, pese al debate que surgi¨® en su momento en torno al renovaci¨®n del Palacio de Aiete, que el PNV y EA no apoyaron, mientras el PP propon¨ªa convertir el inmueble en un parador nacional, un hipot¨¦tico cambio en el consistorio no implicar¨ªa relegar el recinto. La Casa ya dispone de un centro cultural, una primera planta al estilo de los museos de ¨¦poca, oficinas y salas de talleres y reuniones.
La Casa de la Paz contar¨¢ igualmente con una amplia red de colaboradores, como Gesto por la Paz, Baketik o la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, que tratar¨¢n de contribuir a la desaparici¨®n y deslegitimaci¨®n del terrorismo.
De la misma manera, el centro trabajar¨¢ en red con otras iniciativas similares de Europa. Hace dos semanas, Elorza visit¨® Ginebra para recabar apoyos para potenciar la Casa de la Paz. A fecha de hoy, el centro coopera con el Museo Nacional Germ¨¢nico de N¨²remberg, que dentro de su visi¨®n de la historia y cultura de Alemania se detiene en los horrores del nazismo, con la casa de Ana Frank en ?msterdam y con el Museo de la Paz de Gernika. En breve tiene previsto cerrar convenios de colaboraci¨®n con el Instituto de la Paz de Barcelona y con los centros de paz de Tuzla (Bosnia) y Nantes (Francia).
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