Vuelve el desequilibrio econ¨®mico
Los pa¨ªses avanzados con m¨¢s d¨¦ficit exterior duplicar¨¢n el saldo negativo hasta 2014, seg¨²n el FMI - China rond¨® en octubre el r¨¦cord de super¨¢vit comercial
Algunos malos h¨¢bitos son muy dif¨ªciles de dejar. La Gran Recesi¨®n fue una cura de caballo para un modelo de crecimiento econ¨®mico inestable. A principios de 2009, el comercio internacional se colaps¨®. Como parad¨®jico resultado, los enormes super¨¢vit y d¨¦ficit externos acumulados por varios pa¨ªses, cara y cruz de un desequilibrio perverso, cayeron a la mitad. Pero, ahora, cuando la recuperaci¨®n despunta, la econom¨ªa mundial vuelve por donde sol¨ªa. Un vicio recurrente que evidencia la importancia de que el G-20 pacte medidas para mantener los saldos externos en niveles sostenibles. Y que deja en mal lugar el tibio acuerdo de m¨ªnimos alcanzado este viernes en la cumbre de Se¨²l (Corea del Sur).
La devaluaci¨®n del d¨®lar, inducida por la Reserva Federal con su ¨²ltimo est¨ªmulo monetario, la escalada en las cr¨ªticas a China por mantener un yuan depreciado o los controles de capital erigidos por varios pa¨ªses emergentes son n¨ªtidas se?ales de que los desequilibrios regresan. Pero sin un pacto ambicioso de los l¨ªderes de pa¨ªses ricos y emergentes -un debate que han postergado a finales de 2011- ser¨¢n solo una avanzadilla de lo que vendr¨¢. Las previsiones de los propios pa¨ªses del G-20, recopiladas por el Fondo Monetario Internacional, indican que "el saldo negativo en la balanza por cuenta corriente de los pa¨ªses avanzados deficitarios casi se doblar¨¢ entre 2009 y 2014".
En el documento del FMI, suministrado tras la quinta cumbre del G-20, se concluye que "los desequilibrios globales seguir¨¢n ampli¨¢ndose hasta 2014". Frente a la tozudez de la econom¨ªa por seguir la senda de crecimiento de la ¨²ltima d¨¦cada, los l¨ªderes oponen poco m¨¢s que palabras. "Una de las lecciones m¨¢s importantes que nos ense?¨® la crisis econ¨®mica son los l¨ªmites de depender de los consumidores estadounidense y de las exportaciones asi¨¢ticas para guiar el crecimiento mundial", se?al¨® ayer el presidente de EE UU, Barack Obama.
En 2007, China alcanz¨® un super¨¢vit por cuenta corriente equivalente al 10% de su PIB, mientras el d¨¦ficit de EE UU llegaba al 6% (la cifra, casi 600.000 millones de euros, es m¨¢s significativa dado el tama?o de la econom¨ªa estadounidense). Dos a?os despu¨¦s, ambos saldos se hab¨ªan reducido a la mitad. Lo mismo ha ocurrido con la econom¨ªa espa?ola (del 10% al 5%) o la brit¨¢nica.
Seg¨²n los propios pa¨ªses del G-20, la recuperaci¨®n revertir¨¢ esa tendencia. Al otro lado del espejo, China devuelve el reflejo inverso: el super¨¢vit comercial rond¨® en octubre los 20.000 millones de euros, muy cerca del r¨¦cord mensual de agosto de 2008.
La existencia de super¨¢vit y d¨¦ficit exteriores es la norma en el comercio internacional. Pero lo ocurrido en la ¨²ltima d¨¦cada record¨® los riesgos asociados a un desequilibrio excesivo. El enorme crecimiento de las exportaciones chinas se sostuvo, en buena parte, en el endeudamiento de los consumidores estadounidenses, incapaces de cubrir todos sus gastos. La debilidad de la demanda china (volcada al ahorro) y la pol¨ªtica de mantener el yuan devaluado completaron el c¨ªrculo vicioso: las ganancias comerciales chinas se reciclaron en los mercados financieros y el cr¨¦dito fluy¨® con alegr¨ªa. Pero fue tambi¨¦n la gasolina para la explosi¨®n de inversiones especulativas, que acab¨® en la may¨²scula crisis financiera de 2008.
La recuperaci¨®n es desigual, y eso trae m¨¢s problemas. Porque, como los l¨ªderes de pa¨ªses emergentes se aburrieron de repetir en la cumbre del G-20, los bajos tipos de inter¨¦s (y otros est¨ªmulos monetarios como el aprobado por la Reserva Federal) en los pa¨ªses avanzados, todav¨ªa estancados, hacen m¨¢s atractiva la inversi¨®n en pa¨ªses con econom¨ªas y mercados m¨¢s pujantes.
Seg¨²n el Instituto de Finanzas Internacionales, el lobby que agrupa a los principales bancos del mundo, el flujo neto de capitales a las econom¨ªas emergentes escalar¨¢ este a?o a los 825.000 millones de d¨®lares, frente a los poco m¨¢s de 580.000 de 2009. A¨²n est¨¢ lejos de los 1,3 billones de 2007, pero entonces el flujo permiti¨® financiar un crecimiento medio del 8% en esas econom¨ªas, mientras que ese a?o apenas superar¨¢ el 4%. Una pista de que la porci¨®n de capital que acaba en usos productivos es ahora menor, en beneficio de operaciones a corto plazo y especulativas. Y un argumento m¨¢s para los l¨ªderes emergentes que temen un descontrol de la inflaci¨®n, una apreciaci¨®n excesiva de sus divisas (un mordisco a sus ventajas competitivas) y la formaci¨®n de burbujas en sus mercados financieros.
"Lo que estamos viendo estos d¨ªas no es tanto una guerra de divisas, como el regreso de los problemas de desequilibrio externo", opin¨® John Kirton, codirector del grupo de seguimiento del G-20 creado en la Universidad de Toronto. "Tenemos un par de a?os para solucionarlo", dijo en el centro de prensa de la cumbre. Por lo pronto, los l¨ªderes del G-20 se han tomado uno para debatir c¨®mo.
El G-20 mira a las materias primas
La crisis econ¨®mica fue anunciada por un repunte de precios desorbitado de las materias primas. Las dificultades de la producci¨®n para ajustarse a la demanda creciente de las econom¨ªas emergentes dio paso a un enorme flujo de capital especulativo. El mismo argumento que ahora. Los precios del trigo y el ma¨ªz acumulan subidas interanuales cercanas al 40%. BHP, la mayor minera del mundo, ha duplicado sus beneficios en el ¨²ltimo a?o. Y el precio del petr¨®leo vuelve a rondar los 90 d¨®lares por barril.
La volatilidad de los precios de las materias primas fue un asunto b¨¢sico en la primera cumbre del G-20, celebrada en Washington en noviembre de 2008. Pero, en paralelo a la moderaci¨®n de los precios, declin¨® el inter¨¦s de los l¨ªderes de pa¨ªses ricos y emergentes por el debate. Francia, que acaba de relevar a Corea del Sur al frente de la presidencia del G-20, se ha empe?ado en resucitar el asunto.
El presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, tiene un aliado para impulsar el debate, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. "El precio del petr¨®leo est¨¢ gobernado solo por intereses especulativos", recalc¨® tras la cumbre de Se¨²l. El l¨ªder italiano insisti¨® en que los inversores en estos mercados deber¨ªan poner por adelantado "al menos el 50%" del valor del contrato, una v¨ªa que restringir¨ªa las operaciones especulativas.
Por lo pronto, el G-20 ha pedido a varios organismos internacionales que presenten en febrero a los ministros de Finanzas un informe sobre c¨®mo mejorar los datos sobre producci¨®n, demanda, almacenamiento y refino de petr¨®leo. Y en abril, deber¨¢n presentar propuestas sobre c¨®mo mejorar la transparencia y el funcionamiento de los mercados de futuros. La cumbre francesa, prevista para finales de 2011, tambi¨¦n analizar¨¢ lo que ocurre en los mercados de futuros de los alimentos.
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