El templo
Una de las peores pesadillas ser¨ªa so?ar que toda Barcelona hab¨ªa sido dise?ada por Gaud¨ª y que uno estaba condenado a habitar ese espacio el resto de su vida. Por fortuna este arquitecto construy¨® s¨®lo algunos edificios significativos y por eso se le considera un genio. Uno de sus engendros imaginativos, reproducido a veces en chocolate como mona de pascua, es el templo de la Sagrada Familia, que acaba de ser dedicado al culto tur¨ªstico por el Papa Ratzinger, quien, por cierto, en su visita a nuestro pa¨ªs se ha comportado como ese hu¨¦sped maleducado, al que invitas a casa, le das de cenar, le obsequias con un regalo y en lugar de agradecerlo, te levanta la alfombra para descubrir la basura que esconde. Ya en el avi¨®n, antes de aterrizar, Ratzinger comenz¨® a dar le?a a los espa?oles infieles y a meterle el dedo en el ojo al gobierno socialista, que no ha logrado sacudirse de encima el miedo a la iglesia y no ha hecho otra cosa que darle dinero sin restar ninguno de sus privilegios del Concordato. No existe pa¨ªs en el mundo donde haya m¨¢s fiestas religiosas, m¨¢s v¨ªrgenes, m¨¢s peanas, m¨¢s procesiones, m¨¢s nazarenos, m¨¢s cristos llagados, m¨¢s ermitas, m¨¢s romer¨ªas. Pese a ello el Papa ha soltado el disparate de que el anticlericalismo espa?ol es hoy tan agresivo como el que atiz¨® el fuego de la Guerra Civil en 1936. Las paredes de los templos no est¨¢n hechas para cobijar a los fieles, sino para que estos no escapen. En vista de que hoy los templos est¨¢n desiertos, el Vaticano ha llevado el culto a los estadios y explanadas con la est¨¦tica de los conciertos de rock, pero esas grandes concentraciones requieren un l¨ªder medi¨¢tico que atraiga a las masas. Lo era Wotyla. No lo es Ratzinger, un virtuoso en pastelear la raz¨®n con la nada realizando encajes de bolillos en el vac¨ªo. Pero con piruetas teol¨®gicas no se llena el aforo, como ha sucedido en Barcelona, un dato que en el futuro deber¨¢ tenerlo en cuenta el Esp¨ªritu Santo a la hora de elegir a su representante. El templo de la Sagrada Familia, que si alguna gracia ten¨ªa era la de estar inacabado como el sue?o de un genio enloquecido por la m¨ªstica arb¨®rea, ser¨¢ terminado de construir con el dinero del turismo y cuando se encierren del todo sus paredes dentro no habr¨¢ m¨¢s que japoneses.
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