Magic, LeBron James... John Wall
El base de los Wizards, comparado a los m¨¢s grandes por carisma y mercadotecnia, asombra por su juego el¨¦ctrico en la NBA
Estamos ante un fen¨®meno. Por carisma se le compara a Magic Johnson, por el trato que recibe de las multinacionales recuerda a la pompa y circunstancias con las que LeBron James accedi¨® a la NBA y, en sus primeros ocho partidos, ha logrado n¨²meros comparables a algunos de los m¨¢s grandes de todos los tiempos, como Oscar Robertson. Es un base de 1,93 metros y 89 kilos, se llama John Wall y, por si no fuera suficiente, no faltan en su biograf¨ªa los escabrosos trazos comunes a muchas figuras del deporte en Estados Unidos.
En el caso de este tipo de 20 a?os, la historia empieza por John Carroll Wall. Era su padre y se pas¨® largas temporadas en prisi¨®n por robos a mano armada hasta que, un mes despu¨¦s de ser puesto en libertad, muri¨® de c¨¢ncer. John Wall hijo ten¨ªa nueve a?os. Su madre Frances Pulley trabaj¨® de firme para sacarle adelante a ¨¦l, a su hermana Cierra y a su hermanastra Tonya.
Entre sus tres primeros partidos en la Liga sum¨® 71 puntos y 31 asistencias
John Wall jug¨® todas sus bazas en el baloncesto como tabla de salvaci¨®n. Destac¨® pronto. John Calipari, el entrenador de los Kentucky Wildcats, su universidad, manifest¨® que lo ve¨ªa un punto por encima de dos de los bases m¨¢s prometedores de la NBA, a los que dirigi¨® cuando era entrenador de la Universidad de Memphis, Derrick Rose (Chicago) y Tyreke Evans (Sacramento). Rick Pitino, entrenador de la Universidad de Louiseville, ya lo vio, tras enfrentarse a los Wildcats: "Nunca ha perdido la concentraci¨®n y ha acabado por matarnos. Es la se?al de un gran jugador". Las multinacionales se lanzaron a la busca y captura de la nueva perla. No falt¨® controversia. Se dijo que percibi¨® alguna cantidad en especias cuando se especulaba que iba a presentarse en el draft de 2009. Finalmente, decidi¨® cumplir su periplo universitario. En enero fue portada de Sports Illustrated.
Por su prematuro triunfo medi¨¢tico y por las cifras de negocio, recuerda a LeBron James cuando dio el salto a la NBA. Acab¨® siendo elegido el n¨²mero uno del ¨²ltimo draft por Washington. Acto seguido, firm¨® un contrato publicitario con Reebok por el que ingresar¨¢ 25 millones de d¨®lares, 18,2 millones de euros, por cinco a?os.
Por su simpat¨ªa y su sonrisa permanente se le compara a Magic Johnson. Se dice de ¨¦l que es como Derrick Rose, pero con carisma. Ha patentado un baile, el John Wall dance, un fen¨®meno en las redes sociales.
Quedaba por comprobar si rubricaba su fama universitaria. "Es el base m¨¢s r¨¢pido que he visto. Posee la rapidez de un velocista de ¨¦lite con la diferencia de que, al mismo tiempo, es capaz de manejar el bal¨®n. Sabe analizar el partido y las defensas, posee una velocidad de pies ¨²nica, improvisa y anticipa. Es perfectamente ambidiestro en el manejo y en el tiro y tiene un salto explosivo. Es un killer", dice el ex jugador y entrenador en Kentucky, Rod Strickland.
Sus cifras, 71 puntos y 31 asistencias en sus tres primeros partidos como novato, solo son superadas por Oscar Robertson (72 puntos y 30 asistencias en 1960). Ha sido el cuarto jugador en lograr 20 puntos y 10 asistencias en su estreno en casa, contra los Sixers, junto a Isiah Thomas, Norm Dixon y el propio Robertson, y el primero en conseguir al menos 29 puntos, 13 asistencias y 9 robos en un solo partido. Tras ocho partidos promedia 18,1 puntos, 9,8 asistencias, 4 rebotes y 3,2 robos. N¨²meros de superfigura, dentro y fuera de la pista.
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