Uniformes en el burdel
Ya son 19 los polic¨ªas y guardias civiles implicados en una trama de clubes de alterne en Lugo - Un subdelegado del Gobierno, entre los 60 imputados
Hay ciertas cosas que los vecinos de Lugo que tienen algo que esconder ya no las hablan por tel¨¦fono. Desde hace poco m¨¢s de un a?o se extiende la psicosis del pinchazo. Nunca se sabe con qu¨¦ nueva detenci¨®n se pueden desayunar al d¨ªa siguiente. Hay noches que en el edificio de los juzgados no se apagan las luces. Hace un par de semanas, cuatro polic¨ªas nacionales detenidos terminaron de declarar a las siete de la ma?ana, y un par de horas despu¨¦s, en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Lugo, se empezaba a preparar el interrogatorio de otros dos imputados, esta vez el subinspector (Eduardo Castro) y el inspector (Evaristo Rodr¨ªguez) de Extranjer¨ªa.
Pilar de Lara Cifuentes, la magistrada que dirige la Operaci¨®n Carioca, que ha desarticulado una mafia organizada en torno a cuatro burdeles (Queen's, Colina, Eros y Volvoreta) con conexiones en Brasil, mecanograf¨ªa todo en persona durante jornadas eternas. Sin ir m¨¢s lejos, la declaraci¨®n del inspector de polic¨ªa dur¨® trece horas y media y ocup¨® 110 folios. Cuando la juez le pregunt¨® si quer¨ªa repasar lo dicho, supuestamente ¨¦l declin¨® el ofrecimiento y firm¨® sin m¨¢s. Era demasiada la letra y m¨¢s el cansancio.
Grababan v¨ªdeos para extorsionar a los empresarios que asist¨ªan a las org¨ªas
Los pol¨ªticos ni condenan los hechos ni apoyan a la juez y las testigos
Casi en el mismo lote que los seis nacionales, declar¨® como imputado un agente local, y el jueves de la semana pasada le toc¨® el turno a Alberto Linares, responsable de Inmigraci¨®n en la Subdelegaci¨®n del Gobierno. Al d¨ªa siguiente, el interrogado fue el abogado de la secci¨®n de Extranjer¨ªa de la comisar¨ªa, el funcionario del Estado Germ¨¢n Pumares, al que se le atribuye un supuesto delito de negociaciones, prohibidas a los trabajadores p¨²blicos.
Pero la Carioca es un suma y sigue. A finales de esta semana est¨¢n llamados como imputados otros cuatro polic¨ªas nacionales y un municipal m¨¢s. La limpieza de las cloacas de Lugo empez¨® de abajo arriba y ya ha subido bastante en el escalaf¨®n. Es exhaustiva y promete a¨²n grandes sorpresas en los pr¨®ximos meses, pese a que el juzgado responsable no est¨¢ liberado y compagina esta investigaci¨®n con otras de calado.
Entre los m¨¢s de 60 imputados hay, al menos, 19 agentes y mandos de la Guardia Civil, la Polic¨ªa Nacional y la Local. Y debido a los presuntos delitos cometidos por estos y los proxenetas de los cuatro locales de alterne que fueron precintados en la madrugada del 16 de octubre de 2009, los lucenses ya se han aprendido "medio C¨®digo Penal", como dice el abogado del jefe de un club.
Inducci¨®n a la prostituci¨®n, agresi¨®n sexual, inmigraci¨®n ilegal, cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales, revelaci¨®n de secretos, delitos contra los derechos de los trabajadores, contra la intimidad y contra la salud p¨²blica, inducci¨®n al aborto, tenencia il¨ªcita de armas, tr¨¢fico de influencias y prevaricaci¨®n componen el grueso de las imputaciones. Pero en las informaciones referidas a los agentes y sus superiores tambi¨¦n aparece un pecado menos conocido, el de saber lo que se cuece en la ciudad y mirar para otro lado: la omisi¨®n del deber de perseguir delitos.
Al fin y al cabo, los due?os de los prost¨ªbulos clausurados eran gente bien relacionada, con excelentes contactos en la sociedad. Nadie en Lugo ve¨ªa extra?o que estos burdeles patrocinasen eventos deportivos y hasta fiestas patronales en la ciudad y la provincia.
Hoy, las autoridades locales, pol¨ªticos y representantes del orden p¨²blico, como el propio alcalde socialista de Lugo, Xos¨¦ Clemente L¨®pez Orozco, y el delegado del Gobierno en Galicia, Ant¨®n Louro, siguen sin reconocer que en esta capital hab¨ªa corrupci¨®n, sin condenar lo que suced¨ªa, apelando a la presunci¨®n de inocencia de los imputados, y sin pronunciar una palabra de apoyo a las v¨ªctimas de la trama, en su mayor¨ªa brasile?as, y a la juez y su equipo. Pero lo m¨¢s llamativo es que ni siquiera la oposici¨®n aprovecha la ocasi¨®n para echar le?a al fuego. Como si con ellos no fuese la cosa o como si fuera m¨¢s prudente no hurgar en el tema.
La Operaci¨®n Carioca investiga una supuesta red de tr¨¢fico de mujeres, drogas, armas y explosivos, quiz¨¢s con dos muertes a sus espaldas, presuntamente tejida por el responsable del club Queen's, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, el cabo de la Guardia Civil adscrito a la Polic¨ªa Judicial Armando Lorenzo y el polic¨ªa local Jos¨¦ Ram¨®n V¨¢zquez R¨ªo, ex jefe de la Brigada Nocturna. Todos ellos fueron detenidos hace 13 meses y contin¨²an en prisi¨®n preventiva a la espera de que se celebre un macrojuicio que se aguarda para el a?o que viene.
En torno a ellos se van encajando las dem¨¢s piezas de un puzle en el que entran otros agentes, como el polic¨ªa nacional que hac¨ªa la vista gorda en Barajas para colar a las chicas o un guardia civil jubilado que era propietario de otro burdel. Y tambi¨¦n autoridades como Jes¨²s Otero, ex subdelegado del Gobierno en Lugo, imputado asimismo en otra instrucci¨®n que investiga la retirada masiva de multas de tr¨¢fico en la ciudad. Entre los mandos imputados est¨¢n, adem¨¢s de los dos del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, tres de la Guardia Civil: el subteniente Julio Baquero, el comandante ahora destinado en Teruel Andr¨¦s Velarde (que en Lugo era jefe de la Polic¨ªa Judicial) y el coronel con destino en Canarias Jos¨¦ Herrera Garc¨ªa-Lora (ex jefe de la Comandancia de Lugo).
La mafia organizaba org¨ªas en diversos locales a puerta cerrada con inmigrantes novi?as (lo m¨¢s jovencitas posible, en alg¨²n caso menores de edad) y mucha coca¨ªna y pastillas contra la impotencia para garantizar la fiesta. Asist¨ªan pol¨ªticos y empresarios, y a veces, supuestamente, las pr¨¢cticas sexuales eran grabadas para luego extorsionar a los protagonistas del v¨ªdeo. Si alguna chica quedaba embarazada, hab¨ªa un ginec¨®logo que resolv¨ªa el problema, supuestamente a las bravas, sin anestesia ni instrumental adecuado ni enfermera.
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