Cien pruebas de ADN no resuelven un asesinato
La muerte de una mujer en Pedralba sigue impune
?Qui¨¦n mat¨® a Mari Carmen Ortiz? ?Era vecino, conocido, amigo? ?Un extra?o? A¨²n no se sabe. Su cuerpo fue encontrado por una vecina. Mari Carmen estaba en el suelo, semidesnuda, llena de golpes. La puerta de acceso al garaje de su casa, en Pedralba, entreabierta. ?Conoc¨ªa al asesino?
Mari Carmen ten¨ªa 52 a?os. Viv¨ªa sola. Estaba soltera. Hac¨ªa poco tiempo que hab¨ªa arreglado la parte de su casa que ocupaba, en la calle de Cervantes, la que estaba m¨¢s orientada al sol. Quer¨ªa que entrara la luz. Redujo el espacio que habitualmente usaba a pocos metros reci¨¦n acondicionados cuando en mayo de 2009 fue asesinada. Fue un viernes, el d¨ªa 22. Probablemente, por la noche. Los vecinos alertaron a la Polic¨ªa Local el domingo por la ma?ana. Demasiadas horas viendo entreabierta la puerta del garaje sin ning¨²n movimiento y sin escuchar un ruido.
La v¨ªctima fue brutalmente golpeada y agredida sexualmente
La mayor¨ªa de vecinos se someti¨® al an¨¢lisis voluntariamente
La encontraron tirada en el suelo, en el pasillo de la planta baja. Todo estaba revuelto. Aparentemente, alguien hab¨ªa robado. Tal vez lo hizo. Pero no s¨®lo, seg¨²n la investigaci¨®n. La autopsia revel¨® que a la fuerza fue sometida a relaciones sexuales anales y vaginales. Nadie la oy¨® gritar. Nadie escuch¨® un golpe.
Del examen del cad¨¢ver se extrajeron restos biol¨®gicos del posible asesino. Tambi¨¦n de la minuciosa inspecci¨®n ocular realizada por la Guardia Civil. Mientras esos datos tomaban forma, empezaron las habladur¨ªas y sospechas en el pueblo, de casi 3.000 habitantes.
El entierro fue multitudinario. Aparentemente, no falt¨® nadie. Aparentemente, todo el mundo sufri¨® un mazazo. El comentario fue el dolor que debi¨® sufrir una mujer que fue brutalmente golpeada por todo el cuerpo, adem¨¢s de agredida sexualmente. Y muchos se miraban entre s¨ª con recelo.
La Guardia Civil tom¨® declaraci¨®n a m¨¢s de 100 personas. Quer¨ªa tener el mejor retrato de una mujer muy querida, de la que sus vecinos no destacaban nada especialmente sorprendente, que no daba el perfil de tener un lado oscuro. La Guardia Civil quer¨ªa saber qui¨¦n conoc¨ªa a Mari Carmen, de qu¨¦, con qu¨¦ frecuencia se relacionaba con ella, cu¨¢ndo la vio por ¨²ltima vez, si alguien tuvo un enfrentamiento con ella o ella con alguien.
El resultado de los restos biol¨®gicos identific¨® una parte sustancial del presunto autor de los hechos: es un hombre. Y ning¨²n vecino quer¨ªa ser se?alado. La Guardia Civil decidi¨® realizar pruebas de ADN, inicialmente a personas que claramente estaban cerca de la v¨ªctima. Pero los que no lo estaban, quer¨ªan ser descartados. Sobre todo, y en uno de los bares pr¨®ximos lo recuerdan as¨ª, por el qu¨¦ dir¨¢n.
La predisposici¨®n llev¨® a la Guardia Civil a recoger m¨¢s de un centenar de muestras de varones en Pedralba. La plaza del Ayuntamiento se convirti¨® en un improvisado laboratorio. Con esas muestras, el instituto armado estaba seguro de que encontrar¨ªa al asesino.
No ha sido as¨ª. Las pruebas se practicaron la pasada primavera. Pedralba pas¨® d¨ªas de incertidumbre ante la presencia de los t¨¦cnicos que con el kit en mano se llevaron saliva de vecinos. Los investigadores encontraron problemas log¨ªsticos para alcanzar los resultados: una aver¨ªa en el laboratorio. ?C¨®mo salvarlo? Enviando la mayor¨ªa de las muestras a los laboratorios de Barcelona y Madrid. El resultado ha sido negativo. Ninguno de los m¨¢s de 100 perfiles gen¨¦ticos de otros tantos vecinos de la localidad de Los Serranos coincide con el perfil gen¨¦tico del asesino de Mari Carmen Ortiz.
Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, se mantiene la hip¨®tesis de que el hombre que la mat¨® la conoc¨ªa, y le era familiar el pueblo. No se descartan nuevas pruebas. Ni tampoco nuevas declaraciones en un caso en el que Homicidios de la Guardia Civil ha concentrado esfuerzos en los ¨²ltimos meses. El asesinato de Mari Carmen Ortiz es uno de los que ese equipo tiene a¨²n por resolver.
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