La nueva caja no cierra la puerta al capital privado

Ni que s¨ª, ni que no. El pr¨®ximo director de la caja ¨²nica, Jos¨¦ Luis Pego, no despej¨® ayer las dudas de la plantilla sobre si la entidad piensa emitir cuotas participativas (valores negociables que otorgan derecho a voto). Es el paso que el Banco de Espa?a y el Gobierno les ha puesto en bandeja para que den entrada al capital privado.

Aunque mantuvo la voluntad de que la caja que nazca el 1 de diciembre no se privatice, admiti¨® que las cuotas son un instrumento "que est¨¢ ah¨ª", y explic¨® que las nuevas exigencias de capital pueden forzar a su utilizaci¨®n. Para Clodomiro Montero, de CIG, el hecho de que la emisi¨®n de cuotas figure expresamente en los estatutos es la se?al m¨¢s clara de que la caja ¨²nica se terminar¨¢ convirtiendo en bancos. Sobre todo si no puede hacer frente a la devoluci¨®n del dinero del fondo de rescate (FROB).

Las aclaraciones se produjeron ayer en un encuentro entre Pego, Javier Garc¨ªa de Paredes, futuro director adjunto, y las centrales. Los primeros tranquilizaron los ¨¢nimos de los sindicatos, en plena guerra por la negociaci¨®n del ERE. CIG tiene serias dudas de que la plantilla acoja de buen grado la oferta de prejubilaciones.

Los delegados apreciaron la disposici¨®n de Pego al di¨¢logo y el inequ¨ªvoco llamamiento que ha hecho para que terminen las luchas internas de poder que se han declarado entre los mandos de una y otra caja. "El respeto mutuo y la colaboraci¨®n tienen que presidir nuestras acciones", asegur¨®. Decisiones como la del ¨²ltimo consejo de administraci¨®n, donde seg¨²n UGT se aprob¨® una subida del sueldo de los altos cargos de Caixanova en un 10% este a?o y otro 10% el que viene, no ayudan a mejorar el clima.