Salvador Sagaseta, un periodista contra el franquismo
El periodista y escritor canario Salvador Sagaseta falleci¨® ayer en el hospital Doctor Negr¨ªn, en Las Palmas de Gran Canaria, tras una grave enfermedad oncol¨®gica a la que no quiso enfrentarse cuando conoci¨® su alcance en los ¨²ltimos meses. Ten¨ªa 61 a?os y este mediod¨ªa ser¨¢ incinerado en la misma ciudad donde naci¨®.
Fue un periodista precoz, vocaci¨®n que compagin¨® en sus a?os adolescentes con su militancia en las Juventudes Comunistas (PCE). Siendo estudiante en el Instituto P¨¦rez Gald¨®s comenz¨® a realizar una p¨¢gina en Diario de Las Palmas titulada Luz verde a la juventud, en donde tras unos comentarios aparentemente inocentes se escond¨ªa toda una filosof¨ªa de lucha contra la dictadura y a favor de las libertades democr¨¢ticas. Una de esas p¨¢ginas le marcar¨ªa toda la vida.
El 29 de junio de 1966 reprodujo en esta secci¨®n un poema de Pedro Lezcano, Consejo de Paz, que comenzaba: "Muchachos que so?¨¢is con las proezas / y las glorias marciales. / Bajaos del corcel, tirad la espada; / los h¨¦roes ya no existen o est¨¢n en cualquier parte". El libro de Lezcano hab¨ªa sido publicado a?os antes y superado la censura. Pero un art¨ªculo en la prensa local firmado por Gil Palenzuela, un antiguo alf¨¦rez provisional, encendi¨® la alarma al afirmar: "Se trata de un insulto a la instituci¨®n armada". Ese 2 de diciembre se celebr¨® consejo de guerra contra Sagaseta, acusado de injurias a las Fuerzas Armadas. Qued¨® absuelto, pero el entonces capit¨¢n general de Canarias, H¨¦ctor V¨¢zquez, recurri¨® al Consejo Superior de Justicia Militar. Este anul¨® las actuaciones por no estar imputado el autor, Lezcano.
El 15 de junio de 1967 se celebr¨® el segundo consejo de guerra y Sagaseta fue condenado a dos a?os de c¨¢rcel y Lezcano, a seis meses y un d¨ªa. Sagaseta ingres¨® con 18 a?os en la prisi¨®n provincial de Las Palmas, y despu¨¦s en las de Ja¨¦n, Sevilla, C¨®rdoba y Granada. Su odisea sigui¨® en octubre de 1969, cuando fue reclutado para el servicio militar en el Batall¨®n Disciplinario en el S¨¢hara espa?ol. Se neg¨® y embarc¨® como poliz¨®n hacia Italia, donde vivi¨® como refugiado, y desde 1974, en Suecia. Volvi¨® a Canarias en 1978. Desde 1980 hasta 2009 trabaj¨® en La Provincia.
Era un periodista intuitivo, mordaz, ingenioso, culto y con un sentido cr¨ªtico que provocaba adhesiones y rechazos. Una vez escribi¨® de s¨ª mismo: "Me vi siempre como una extra?a suerte de guirre o p¨¢jaro mojado que solo viviendo en la tensi¨®n disimulaba su insignificante levedad y adquir¨ªa una relativa apariencia de ser humano". Fue el ¨²ltimo periodista bohemio de la vieja escuela, fumador empedernido, bebedor y vividor, citaba a sus entrevistados en terrazas junto a un g¨¹isqui sin hielo. Sus secciones El retablo de las maravillas, El jard¨ªn de las delicias y ¨²ltimamente Archipi¨¦lago Veneno fueron las m¨¢s le¨ªdas en la prensa insular. Public¨® los libros La angustia sexual en las prisiones (Madrid, 1978) y Retratos (Canarias, 1989). Trabaj¨® en una novela, El infiernillo de alcohol, que desgraciadamente nunca public¨®.
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