Zapatero avisa de que la recuperaci¨®n es tan d¨¦bil que puede frenarse

"La mejora es tan d¨¦bil que no asegura un cambio irreversible de la tendencia". Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ya no es el abanderado del optimismo y, escarmentado por los errores y titubeos de la legislatura, intenta ponerse en el papel m¨¢s realista y hasta pesimista cuando se trata de hablar del paro y la crisis econ¨®mica.

El presidente del Gobierno no fue ayer al pleno del Congreso a anunciar el final de la crisis, sino a mostrar resoluci¨®n para intentar transmitir determinaci¨®n a los ciudadanos y a los mercados, y capacidad pol¨ªtica para adoptar decisiones a la Uni¨®n Europea.

Con o sin acuerdo y consensos previos, Zapatero se comprometi¨® a presentar ayer proyectos de ley sobre la reforma de las pensiones y sobre la reforma del mercado energ¨¦tico, con un llamamiento a lograr el m¨¢ximo apoyo posible, pero sin que este sea ya condici¨®n previa.

Rajoy vuelve a pedir elecciones sin aportar ninguna propuesta concreta

Clima de acuerdo con PNV y CC, y CiU modula su posici¨®n cr¨ªtica

El jefe del Gobierno s¨ª fue fiel a su estilo al comparecer con un paquete de medidas, el en¨¦simo, acompa?ado del compromiso de aprobar hoy en el Consejo de Ministros una agenda de propuestas para los pr¨®ximos 15 meses. Se incluyen los cambios en el sistema de pensiones, las pol¨ªticas activas de empleo, la negociaci¨®n colectiva y hasta la ley de igualdad de trato. El coordinador de esa agenda ser¨¢ de nuevo el vicepresidente primero, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. En febrero, Zapatero sali¨® del paso de un debate similar con una comisi¨®n formada por Elena Salgado, Jos¨¦ Blanco y Miguel Sebasti¨¢n. No estaba la entonces vicepresidenta primera, Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, y aquello, que iba a ser un pacto de Estado, termin¨® en los acuerdos parciales de Zurbano, de los que nunca m¨¢s se supo.

De todas las comparecencias trimestrales de Zapatero para debatir sobre la crisis, la de ayer fue la m¨¢s f¨¢cil y c¨®moda. Y no porque las cifras econ¨®micas hayan mejorado mucho o porque se atisbe ya la luz al final del t¨²nel, sino porque el reci¨¦n firmado pacto de estabilidad le ha dado un apoyo parlamentario que disipa la imagen de un presidente del Gobierno solo frente a todos los grupos.

"?Que se besen, que se besen!", gritaban los diputados del PP, mientras Zapatero, entre sonrisas almibaradas, le dec¨ªa a Josu Erkoreka: "Estoy muy de acuerdo con su intervenci¨®n. Estoy muy de acuerdo con su actitud. Estoy muy agradecido con la posici¨®n del PNV, y no era f¨¢cil. Siempre quedar¨¢ en mi memoria su sentido de la responsabilidad y ser¨¦ coherente". Y a Ana Oramas, de Coalici¨®n Canaria, le prometi¨® apoyo en su comunidad como agradecimiento por haber tenido que forzar el fin de su acuerdo con el PP.

Hasta Josep Antoni Duran Lleida (CiU), que en el ¨²ltimo debate de este tipo pidi¨® la convocatoria de elecciones tras culminar las reformas, matiz¨® ayer sus cr¨ªticas al Gobierno. De la dureza de plenos anteriores pas¨® a reforzar la sensaci¨®n de que tras las elecciones del 28 de noviembre es posible que los nacionalistas catalanes se sumen al acuerdo de estabilidad que asegura los cuatro a?os de legislatura.

El clima pol¨ªtico fue muy distinto ayer... excepto en el tono y el contenido de la intervenci¨®n del presidente del PP, Mariano Rajoy, que dividi¨® su discurso en dos partes: el recuerdo de lo que dijo Zapatero y ha rectificado luego, y la petici¨®n de la convocatoria de elecciones. "Hered¨® un pa¨ªs pr¨®spero y lo deja en la ruina. (...) El ¨²nico camino para que el Gobierno recupere el cr¨¦dito es hacerlo nuevo y eso, aqu¨ª y en cualquier lugar el mundo, pasa por unas elecciones generales. Un gobernante que fracasa tiene la obligaci¨®n moral de renunciar a seguir imponiendo sus errores. Un gobernante democr¨¢tico sabe que, cuando se equivoca tanto como usted lo ha hecho y con tan graves consecuencias, debe retirarse aunque la ley no le obligue", dijo.

Como Zapatero ya tiene apoyos suficientes para acabar la legislatura y los nubarrones de elecciones anticipadas se han disipado, ese eslogan de Rajoy suena impertinente por estar fuera de lugar. Y el de centrarse en atacar la credibilidad de Zapatero tiene el inconveniente de que sit¨²a en la diana algo que, seg¨²n las encuestas, hace tiempo que no existe.

El l¨ªder del PP no se molest¨® en incluir ni una sola sugerencia o propuesta. Sin complejos, no tiene inconveniente en que se le acuse de no hacer propuestas, porque su gui¨®n es el de criticar a Zapatero y pedir elecciones. Y tambi¨¦n se repiti¨® en su tendencia a hacer en cada debate una frase que le arruina el discurso. Esta vez fue llamar "cosa verde" a la apuesta por las energ¨ªas renovables y la econom¨ªa sostenible.

El presidente interpret¨® en la r¨¦plica la nueva estrategia de no pasar ni una al PP, y fue especialmente agrio con su oponente. No solo para atacar esa falta de propuestas, sino para hacer algo m¨¢s que insinuaciones sobre la leyenda de indolencia y pereza de Rajoy. "Su actitud es la de qu¨¦ quiere que haga yo", y "no hace propuestas porque para eso hay que hacer alg¨²n esfuerzo", le dijo, entre otras cosas, al l¨ªder del PP.

"Su intervenci¨®n es obscena" y "es irresponsable por hablar de la ruina de Espa?a", a?adi¨®, para espetarle, sobrado: "No va a ganar usted nunca unas elecciones".