Los ¨¢rabes vistos sin pereza intelectual
Escrib¨ªa Lawrence en Los siete pilares de la sabidur¨ªa: "No hay excusa, excepto nuestra pereza e ignorancia, para que les llamemos inescrutables". Se refer¨ªa a los ¨¢rabes. Nueve d¨¦cadas despu¨¦s, la visi¨®n occidental del mundo ¨¢rabe sigue anclada en estereotipos negativos y comodones. Entretanto, el siglo XX -y lo que llevamos del XXI- ha sido catastr¨®fico para esa comunidad de pueblos. Hoy tambi¨¦n les une un malestar colectivo alimentado por sentimientos de humillaci¨®n, miedo y resentimiento respecto a Occidente, por la carencia de libertades democr¨¢ticas, por la corrupci¨®n institucionalizada y por tremendas injusticias sociales.
As¨ª que, como dice de entrada Eugene Rogan en Los ¨¢rabes, no deber¨ªa extra?arnos que los islamistas sean los m¨¢s firmes candidatos a ganar cualquier elecci¨®n verdaderamente democr¨¢tica que pudiera celebrarse en cualquier pa¨ªs ¨¢rabe. Ellos tienen una explicaci¨®n simplona que ofrecer a la decadencia ¨¢rabe -haberse apartado de la literalidad del Cor¨¢n- y se presentan como adalides del orgullo frente a Occidente y de la lucha contra la tiran¨ªa y la corrupci¨®n de sus propios reg¨ªmenes.
Rogan, profesor de Historia Contempor¨¢nea de Oriente Pr¨®ximo en la Universidad de Oxford, fue disc¨ªpulo de Albert Hourani, autor de La historia de los ¨¢rabes. Sin llegar a la altura del trabajo de su mentor, Los ¨¢rabes es un texto honesto, informado, ¨²til para aquellos que quieran opinar con propiedad, esto es, sin dejarse llevar por la pereza intelectual que denunciaba Lawrence, sobre el que, desde el 11-S, es el asunto que m¨¢s titulares acapara en la prensa mundial.
Deteng¨¢monos en los titulares: ya no hablan de los ¨¢rabes, solo de los musulmanes. Y sin embargo, los ¨¢rabes -musulmanes los m¨¢s, pero tambi¨¦n cristianos- existen, forman una comunidad de 325 millones de personas que se extiende desde Mauritania y Marruecos hasta Irak y Om¨¢n. As¨ª lo resume Rogan: "Ligados por una identidad com¨²n que hunde sus ra¨ªces en la lengua y la historia, los ¨¢rabes resultan absolutamente fascinantes por su diversidad. Son a un tiempo un pueblo y muchos pueblos".
Durante los cinco siglos que siguieron al nacimiento del islam, los ¨¢rabes fueron, recuerda Rogan, la superpotencia de la ¨¦poca. Dominaban el Mediterr¨¢neo y Oriente Pr¨®ximo y sus grandes ciudades -Bagdad, Damasco, El Cairo, Fez, C¨®rdoba- eran faros universales. Pero el profesor de Oxford no consagra su libro a ese periodo glorioso, sino a la larga y honda decadencia que le sigui¨®, la que comenz¨® con el dominio de los turcos otomanos, sigui¨® con la colonizaci¨®n occidental, se agrav¨® con la p¨¦rdida de Palestina y contin¨²a hoy.
Hubo, sin embargo, un periodo en el que los titulares hablaban de los ¨¢rabes y no de los musulmanes. El nacionalismo ¨¢rabe tuvo una breve edad de oro en los a?os cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX. Sus grandes hitos fueron el triunfo de Nasser en Egipto, en 1952, y la independencia de Argelia, en 1962. "Nasser ", escribe Rogan, "conquist¨® el mundo ¨¢rabe gracias a la radio". Emitiendo desde El Cairo, predicaba la unidad bajo ideas laicistas y socialistas. Pero su panarabismo se derrumb¨® con la estrepitosa derrota frente a Israel de 1967, la guinda de un inmenso desastre pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Al entrar en el ¨²ltimo tercio del siglo XX, todas las experiencias de modernizaci¨®n acelerada del mundo ¨¢rabe hab¨ªan fracasado, tanto en sus modelos proamericanos como prosovi¨¦ticos. Ni hab¨ªan impulsado el desarrollo econ¨®mico ni hab¨ªan reducido las brechas entre los muy ricos y los muy pobres.
Entonces emergieron los islamistas, los viejos Hermanos Musulmanes egipcios y sus hijos y nietos aqu¨ª y all¨¢.
Rogan hace una narraci¨®n atractiva de estos y otros acontecimientos. El profesor de Oxford describe el inconsolable dolor de los corazones ¨¢rabes por el hecho de que sus parientes palestinos se hayan convertido en lo m¨¢s parecido que pueda encontrarse hoy a los negros de Sud¨¢frica bajo el apartheid. Y observa que la guerra de Irak y sus falsos pretextos no han hecho sino agravar las cosas. "La invasi¨®n de un pa¨ªs", dice, "constituye ya un abuso lo suficientemente grave como para pretender a?adirle encima el insulto a la inteligencia de los perjudicados".
Queda la gran pregunta: ?c¨®mo los ¨¢rabes han llegado a esto? No todo puede explicarse por la colonizaci¨®n occidental, otros pueblos -japoneses, chinos e indios- ya han conseguido superar etapas de decadencia. "Tambi¨¦n los ¨¢rabes", afirma Rogan al final de su obra, "han de asumir su parte de responsabilidad en la construcci¨®n de un futuro mejor". Son ellos los que deben emprender grandes reformas. Libertad, educaci¨®n e igualdad de la mujer son la clave.
Los ¨¢rabes. Del Imperio otomano a la actualidad. Eugene Rogan. Traducci¨®n de Tom¨¢s Fern¨¢ndez A¨²z y Beatriz Egu¨ªbar. Cr¨ªtica. Barcelona, 2010. 844 p¨¢ginas. 32 euros.
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