Pyongyang desata la alerta internacional
Los progresos at¨®micos de Corea del Norte incrementan la tensi¨®n regional - Washington, Se¨²l y Tokio estudian una respuesta coordinada a la "provocaci¨®n"
La nueva exhibici¨®n de poder¨ªo nuclear norcoreano ha desatado la ira internacional. Estados Unidos, Corea del Sur y Jap¨®n protestaron ayer en¨¦rgicamente despu¨¦s de que el pasado fin de semana trascendiera que el r¨¦gimen de Kim Jong-il tiene en funcionamiento una planta de enriquecimiento de uranio que podr¨ªa proporcionarle una nueva v¨ªa para obtener armas at¨®micas. Washington asegur¨® que el descubrimiento es un nuevo "movimiento de provocaci¨®n", Se¨²l se mostr¨® "muy preocupado" y Tokio lo calific¨® de "totalmente inaceptable". Los tres pa¨ªses estudian una respuesta coordinada, seg¨²n anunci¨® la Casa Blanca.
Las alarmas saltaron cuando el cient¨ªfico estadounidense Siegfried Hecker, profesor de la Universidad de Stanford y antiguo director del Laboratorio Nacional de Los ?lamos, afirm¨® que, en una visita efectuada este mes a Corea del Norte, las autoridades del pa¨ªs asi¨¢tico le mostraron una moderna planta, equipada con al menos 1.000 centrifugadoras para producir uranio enriquecido. Hecker dijo que durante el recorrido por la instalaci¨®n nuclear de Yongbyon -la principal del pa¨ªs-, el pasado 12 de noviembre, sus gu¨ªas le aseguraron que tienen 2.000 centrifugadoras que est¨¢n produciendo uranio de bajo enriquecimiento para alimentar un reactor at¨®mico, aunque insistieron en que est¨¢ destinado a su programa civil de generaci¨®n de electricidad. El cient¨ªfico calific¨® la planta de "impresionante" por su sofisticaci¨®n, pero advirti¨® de que no pudo comprobar si estaba totalmente operativa.
El r¨¦gimen tiene una planta con 1.000 centrifugadoras para enriquecer uranio
Un cient¨ªfico de EE UU que la visit¨® la califica de "impresionante"
El enviado especial de la Casa Blanca viaja a la zona para evaluar la situaci¨®n
Pyongyang ha podido recibir ayuda de China y de Ir¨¢n
El Gobierno surcoreano reaccion¨® ayer con furia y dijo que, si es cierta, la revelaci¨®n plantea "un problema muy serio". Hasta el punto que el ministro de Defensa, Kim Tae-young, lleg¨® a sugerir la posibilidad de volver a desplegar las armas nucleares estadounidenses en Corea del Sur, que se cree que fueron retiradas en la d¨¦cada de 1990. El ministerio rebaj¨® posteriormente el tono de las declaraciones y afirm¨® que fueron "hechas dentro de un contexto en el que todas las opciones ser¨¢n estudiadas".
Stephen Bosworth, responsable estadounidense para las negociaciones con Corea del Norte, asegur¨® que se trata de "un anuncio decepcionante y un nuevo movimiento de provocaci¨®n", pero insisti¨® en que no es una situaci¨®n de "crisis". "No nos sorprende. Hemos visto y analizado las aspiraciones [del Corea del Norte] de producir uranio enriquecido desde hace tiempo", dijo en Se¨²l. El ministro de Exteriores de Jap¨®n, Seiji Maehara, afirm¨® que, si las informaciones son ciertas, se trata de "un problema muy grave". Las revelaciones a?aden mayor presi¨®n sobre China, que, seg¨²n Washington, deber¨ªa hacer m¨¢s para convencer a su vecino de que abandone sus ambiciones at¨®micas.
Hecker, a quien Corea del Norte ha facilitado peri¨®dicamente el acceso a sus instalaciones nucleares, se?al¨® que el programa at¨®mico del pa¨ªs asi¨¢tico ha sido llevado a cabo de forma secreta y a gran velocidad. "Es posible que el ¨²ltimo paso dado por Pyongyang est¨¦ dirigido a generar la energ¨ªa el¨¦ctrica que tanto necesita", escribe el cient¨ªfico, aunque advierte de su alto potencial militar. El programa de enriquecimiento de uranio permitir¨ªa a Corea del Norte contar con una segunda v¨ªa para fabricar bombas at¨®micas, adem¨¢s de las obtenidas con su programa basado en plutonio. Estados Unidos est¨¢ especialmente preocupado ante la amenaza de que Pyongyang venda material at¨®mico a otros pa¨ªses para impulsar su depauperada econom¨ªa.
Con la decisi¨®n de permitir a un cient¨ªfico estadounidense visitar las instalaciones de enriquecimiento de uranio, el r¨¦gimen de Kim Jong-il puede estar buscando reforzar su posici¨®n en las negociaciones multilaterales para el desmantelamiento de su programa at¨®mico, que est¨¢n paralizadas. Pero, seg¨²n los analistas, la decisi¨®n hay que interpretarla, en gran parte, en clave de pol¨ªtica interna. Seg¨²n afirman, Kim Jong-il, de 68 a?os, que sufri¨® una apoplej¨ªa en agosto de 2008, quiere reforzar ante los militares norcoreanos la imagen de su hijo Kim Jong-un, a quien ha designado sucesor en el trono de la ¨²nica dinast¨ªa comunista del mundo.
Una de las cuestiones m¨¢s intrigantes, seg¨²n Hecker, es c¨®mo ha conseguido Pyongyang llegar tan lejos en su programa de enriquecimiento de uranio. Seg¨²n el Financial Times, el investigador cita el trabajo del Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional sobre China y sus propios temores sobre posibles conexiones con Ir¨¢n. Seg¨²n el diario brit¨¢nico, el instituto estadounidense asegura que una compa?¨ªa llamada Nam Chongang Trading, con sede en Pyongyang, que compra y vende misiles y grupos nucleares y estuvo relacionada con la instalaci¨®n de un reactor nuclear secreto en Siria, tiene gran actividad en China, incluida una sede de la empresa en Pek¨ªn.
Corea del Norte cerr¨® sus reactores de grafito en 2008, como parte del pacto alcanzado durante las conversaciones internacionales a cambio de ayuda. Se estima que para entonces hab¨ªa producido plutonio suficiente para seis u ocho peque?as bombas at¨®micas. En abril de 2009, abandon¨® las negociaciones y un mes despu¨¦s llev¨® a cabo la segunda prueba nuclear de su historia. En septiembre del a?o pasado, anunci¨® que hab¨ªa alcanzado la fase final del programa de enriquecimiento de uranio.
En los ¨²ltimos meses, Pyongyang ha repetido su deseo de regresar a las conversaciones, a la vez que ha reclamado el derecho a ser un Estado nuclear, algo que Estados Unidos, Corea del Sur y Jap¨®n no est¨¢n dispuestos a tolerar. Se¨²l, adem¨¢s, se niega a volver a la mesa negociadora mientras el Norte siga rechazando pedir disculpas por el hundimiento de una corbeta surcoreana el pasado marzo, en el que murieron 46 marineros del Sur. El Norte niega cualquier implicaci¨®n en el hundimiento.
La carrera nuclear norcoreana
- Canje de compromisos. En 1994, Corea del Norte y EE UU llegan a un acuerdo por el que Pyongyang se compromete a parar la producci¨®n de plutonio en la planta de Yongbyon. EE UU ofrece a cambio ayudas para la construcci¨®n de dos centrales nucleares para la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica.
- Planes secretos. En junio de 2002 los servicios de inteligencia de EE UU descubren que Pyongyang intenta comprar equipamientos para enriquecer uranio en lugar de plutonio. En octubre se confirma que Corea del Norte tiene un programa secreto de enriquecimiento de uranio. El r¨¦gimen anuncia que retomar¨¢ las actividades del reactor de Yongbyon y expulsa a los inspectores del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA).
- Di¨¢logo a seis. En 2003, Corea del Norte acepta sentarse a la mesa de negociaciones con EE UU, Corea del Sur, Jap¨®n, China y Rusia para discutir un programa de desarme. En septiembre de 2005, pacta un plan de desarme a cambio de ayudas. Un d¨ªa despu¨¦s el r¨¦gimen se retracta.
- Primera prueba nuclear. En octubre de 2006, Corea del Norte realiza su primer prueba nuclear desatando la alarma internacional.
- Vuelta a la negociaci¨®n. En febrero de 2007, Corea del Norte acepta otra vez paralizar su programa nuclear a cambio de ayudas.
- Nueva marcha atr¨¢s. En junio de 2008, Pyongyang anuncia el desmantelamiento de sus instalaciones nucleares y vuela la torre de refrigeraci¨®n del reactor de Yongbyon. Pero revoca la decisi¨®n dos meses despu¨¦s. En mayo de 2009, Pyongyang lleva a cabo su segunda prueba nuclear: una explosi¨®n at¨®mica subterr¨¢nea de una potencia similar a la de la bomba at¨®mica lanzada por Estados Unidos sobre Nagasaki.
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