La planta nuclear norcoreana deja en evidencia a los servicios de espionaje

Estados Unidos intenta mantener la sangre fr¨ªa ante la noticia de la existencia de una sofisticada planta de enriquecimiento de uranio en el coraz¨®n de Corea del Norte. Sin embargo, las revelaciones del profesor Siegfred Hecker sobre las nuevas instalaciones abren dudas inquietantes sobre el desempe?o de los servicios de espionaje tanto de Estados Unidos como de Corea del Sur.

El enviado especial de la Casa Blanca a Corea del Norte, Stephen Bosworth, declar¨® ayer a su llegada a Se¨²l, en la primera parada de una gira por Asia que tambi¨¦n le llevar¨¢ a Tokio y Pek¨ªn, que se trata de una noticia "decepcionante", pero que no les pillaba por sorpresa. Para Bosworth, no hay nada de nuevo en que el r¨¦gimen comunista de Kim Jong-il est¨¦ dando pasos para mejorar su capacidad nuclear.

Washington asegura que la noticia no les pilla por sorpresa

La gran pregunta es si los servicios de espionaje estaban al corriente de lo que suced¨ªa en el complejo de Yongbyon. Seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n estadounidense citadas por The New York Times, la inteligencia norteamericana vigilaba por sat¨¦lite el ¨¢rea en la que Hecker asegura haber visto las centrifugadoras, pero no han dejado saber si ten¨ªan conocimiento de los hechos antes de que se hicieran p¨²blicas las informaciones del profesor Hecker.

Varios expertos han cuestionado el trabajo de la inteligencia. "Las agencias de espionaje han cometido un error", aseguraba al rotativo neoyorquino Jack Pritchard, antiguo funcionario del Departamento de Estado que visit¨® Corea del Norte una semana antes que el profesor Hecker. En la misma l¨ªnea, varios analistas surcoreanos acusan a los servicios de inteligencia de Washington y Se¨²l de actuar por inercia y de no prestar atenci¨®n siquiera a los anuncios del r¨¦gimen de Pyongyang. El hecho de que las instalaciones de Yongbyon hayan pasado inadvertidas llev¨® al propio profesor Hecker a expresar su preocupaci¨®n de que pudieran existir otras plantas capaces de producir uranio altamente enriquecido en otros lugares del territorio norcoreano. El r¨¦gimen de Pyongyang inform¨® a Hecker de que comenz¨® a construir la instalaci¨®n en abril de 2009 y que la hab¨ªa finalizado pocos d¨ªas antes de la visita del cient¨ªfico, el pasado 12 de noviembre.

Para otras fuentes, sin embargo, es prematuro hablar de un fracaso de la inteligencia ya que en los c¨ªrculos gubernamentales estadounidenses y de la CIA se daba por hecho que el Gobierno norcoreano llevaba a?os intentando lograr el enriquecimiento de uranio que le abrir¨ªa las puertas al arma nuclear.

El deseo de la Casa Blanca de mantener un tono contenido (el enviado Bosworth lleg¨® a asegurar que no se trataba "de una crisis") se ha visto facilitado por el hecho de que Washington funcionaba ayer a medio gas debido a que esta es la semana de Acci¨®n de Gracias, la gran celebraci¨®n estadounidense que como cada a?o se celebra el ¨²ltimo jueves del mes de noviembre.

Las reacciones a la "no crisis norcoreana" fueron escasas y algunas llegaron incluso desde Bolivia, donde el secretario de Defensa norteamericano, Robert Gates, se encontraba asistiendo a una conferencia de defensa regional. Para Gates, el anuncio significa que Corea del Norte podr¨ªa dotarse de "un n¨²mero" de dispositivos nucleares adem¨¢s de los que se supone que ya tiene. El domingo, el jefe del Estado mayor conjunto, almirante Mike Mullen, se limit¨® a definir a Corea del Norte como "un pa¨ªs muy peligroso" y a declarar que hac¨ªa tiempo que "estaba preocupado por el potencial nuclear" de ese pa¨ªs.

Si bien las motivaciones de Se¨²l para hacer p¨²blica ahora, a trav¨¦s de terceros, una instalaci¨®n escondida a la comunidad internacional siguen siendo desconocidas, de lo que no hay duda es de que la noticia supone otra fuente de preocupaci¨®n para la Administraci¨®n de Barack Obama, que cerr¨® las negociaciones directas con Corea del Norte tras saberse que el r¨¦gimen hab¨ªa realizado una prueba nuclear el a?o pasado. Casi simult¨¢neamente, Pyongyang hund¨ªa con un misil un barco de guerra surcoreano.