El buen salvaje entre lobos

El Pa¨ªs sirve para muchas cosas. M¨¢s de las que los lectores puedan imaginarse. A algunos directores les inspira pel¨ªculas, y eso ocurri¨® el 13 de enero de 2007 con Gerardo Olivares (C¨®rdoba, 1964). En la portada del diario, la foto de una chica asi¨¢tica iba acompa?ada del t¨ªtulo "Veinte a?os perdida en la selva camboyana". El cineasta cordob¨¦s, primer espa?ol -con 14 kil¨®metros- en ganar la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid, empez¨® a leer. Al final del art¨ªculo, un enlace digital remit¨ªa a otros casos similares, y entre ellos le golpe¨® el nombre de un espa?ol: Marcos Pantoja. "De 1954 a 1966, Marcos Rodr¨ªguez Pantoja [sus aut¨¦nticos apellidos] vivi¨® solo en Sierra Morena. Cada vez que entraba gente en el valle que habitaba, ¨¦l se escond¨ªa", explica el cineasta. En aquellas monta?as entr¨® un ni?o de ocho a?os, de aquella experiencia sali¨® un veintea?ero que nadie crey¨®, un hombre "nada maleado, profundamente buen tipo e inocente" que vive actualmente en Ourense y que Olivares logr¨® encontrar tras contratar a un detective privado. "Estoy haciendo ahora un documental sobre la b¨²squeda y sobre Marcos, porque ha sido un proceso muy cinematogr¨¢fico".

"Marcos a¨²n dice: 'Nosotros, los animales; vosotros, la raza humana"

Pero toda esa pasi¨®n ten¨ªa un fin: Entrelobos, la recreaci¨®n en la gran pantalla de la comuni¨®n entre Pantoja y la naturaleza, una pel¨ªcula de cinco millones de euros que nunca nadie se hab¨ªa atrevido a hacer en el cine espa?ol. "Es curioso c¨®mo habla Marcos. ?l dice: 'Nosotros, los animales; vosotros, la raza humana". En la esencia de Entrelobos palpita esa distinci¨®n, porque Marcos convivi¨® con una manada de canis lupus signatus, los lobos ib¨¦ricos. "Existen multitud de manadas de lobos europeos domesticadas, pero yo sab¨ªa que no ser¨ªa lo mismo: ten¨ªa que rodar con lobos ib¨¦ricos, aunque con ponerles manchas en las patas a los europeos pod¨ªa dar el pego". Olivares ha escrito el gui¨®n y dirigido la primera unidad, pero el equipo contaba con dos patas m¨¢s: el documentalista Joaqu¨ªn Guti¨¦rrez Acha ha sido el capit¨¢n de la segunda unidad, el responsable del rodaje de los animales, fundamental para poderse creer la historia; y Pepe Espa?a, el bi¨®logo experto en lobos, aport¨® su conocimiento y un grupo de estos canes. "Cuando Pepe ley¨® el gui¨®n, en muchas secuencias ya me advirti¨®: 'Esto es imposible de hacer".

Y han hecho lo que han podido. Filmaron durante un a?o, acomodando el rodaje al crecimiento de los lobeznos que pasean con el protagonista -encarnado de cr¨ªo por un chaval de la zona, Manuel Camacho, y en su edad adulta por Juan Jos¨¦ Ballesta-. "Con su imaginaci¨®n, Marcos luch¨® contra su soledad. Yo pod¨ªa haber hecho otra pel¨ªcula, la de la recreaci¨®n de lo que ¨¦l crey¨® vivir, pero he optado por apegarme a los hechos, a lo que ¨¦l realmente vivi¨®. Y desde luego convivi¨® con los lobos, el filme le devuelve parte de su dignidad. Gabriel Janer, el antrop¨®logo que escribi¨® El peque?o salvaje en Sierra Morena, comenta que a ¨¦l le fascina todo ese mundo interior que cre¨® ese ni?o para sobrevivir".

En esta carambola t¨¦cnica, Entrelobos tiene momentos para la historia. Durante dos semanas, Guti¨¦rrez Acha film¨® camuflado c¨®mo unos buitres bajaban a comerse un ciervo: la unidad de Olivares rod¨® cuatro meses despu¨¦s con la misma luz -"yo iba detr¨¢s, para que encajara todo"- a Juan Jos¨¦ Ballesta pele¨¢ndose por la carne con dos buitres amaestrados. "La pel¨ªcula integra naturaleza y ficci¨®n, y sin una no se puede entender la otra".

Olivares, veterano de los documentales y realizador de La gran final y 14 kil¨®metros, ha rematado esta historia pensando "en llegar al gran p¨²blico y cuanta m¨¢s gente la vea, mejor. ?Que es un filme familiar? Pues s¨ª". Y para ello ha contado con Juan Jos¨¦ Ballesta, el mayor animal cinematogr¨¢fico espa?ol. "Si hay alguien que ha disfrutado con esta aventura ha sido Juanjo. Rechaz¨® usar especialistas, se tir¨® por un barranco para caer seis metros m¨¢s abajo en un r¨ªo, y jug¨® con los animales". Ballesta manda en pantalla tanto como el macho alfa de una manada de lobos.