La cuneta como inspiraci¨®n
Dos artistas exponen en Madrid su obra sobre los desaparecidos del franquismo
El tiempo no parece transcurrir en los cementerios. Tampoco junto a las fosas de cuerpos an¨®nimos que fueron enterradas de mala manera durante el franquismo. Pero da la impresi¨®n de que la memoria de sus familiares y de quienes les conocieron crece a medida que transcurren los a?os. La falta de identidad es una losa a?adida sobre esos muertos maltratados.
La tragedia de quienes no han podido ser todav¨ªa identificados, inspira la ¨²ltima obra de Carrasco y Mateos, dos j¨®venes artistas que consideran que el arte tiene que estar ligado a lo que de verdad le preocupa a la gente. "?Tiene sentido hablar de otra cosa?", se preguntan.
Toda la galer¨ªa madrile?a Formato C¨®modo est¨¢ ocupada por Alguien ah¨ª, la obra firmada por Nuria Carrasco (M¨¢laga, 1962) y Ram¨®n Mateos (Madrid, 1968). En tres monitores de gran formato se proyectan simult¨¢neamente tres piezas. En primer t¨¦rmino, se ve una vieja carretera comarcal, se intuye una zanja y, detr¨¢s del alambre de espino que marca las lindes, se confunden los arbustos y malas yerbas. La acci¨®n no var¨ªa. El cambio del tiempo lo marca el ruido de los veh¨ªculos al pasar y el canto espor¨¢dico de alg¨²n ave.
Mateos: "Es un tema muy duro que nos estaba removiendo hace tiempo"
Pero entre el espino y la carretera hay alguien. Los tres escenarios de los v¨ªdeos marcan el lugar exacto en el que fueron enterradas v¨ªctimas del franquismo y cuyos restos siguen sin ser exhumados. Tres fosas en las que hay siete, cinco y una personas enterradas. Es una cuneta situada en una carretera de la provincia de ?vila, entre Lanza¨ªtar y Pedro Bernardo, una zona en la que las fosas parecen abundar tanto como los hongos.
Nuria Carrasco y Ram¨®n Mateos, dos artistas con mucho recorrido individual que desde hace un a?o trabajan conjuntamente, no consideran que la suya sea una pieza estrictamente pol¨ªtica, sino que est¨¢ inserta en la realidad de este pa¨ªs. "Es un debate abierto hace ya 10 a?os, un tema muy duro que nos estaba removiendo hace tiempo", argumenta Ram¨®n Mateos.
Aunque ninguno de los dos tiene familiares directos perdidos en las cunetas, los 100.000 desaparecidos en m¨¢s de 2.000 fosas comunes y las poqu¨ªsimas sepulturas abiertas -apenas dos centenares- forman una pesadilla con la que es dif¨ªcil convivir.
Durante un a?o, los dos artistas investigaron en diferentes zonas de Espa?a. Encontraron muy poca colaboraci¨®n institucional. De pueblo en pueblo, llamaron a muchas puertas y recogieron las historias de cientos de vecinos. La investigaci¨®n es precisamente lo que ha caracterizado el trabajo de ambos en temas como la identidad, el tiempo o la ficci¨®n. "Cuanto m¨¢s peque?os son los pueblos, m¨¢s vivas siguen las historias en la memoria de la gente", cuenta Nuria Carrasco, quien a?ade que remover esta clase de recuerdos ha sido muy duro. "Una vez rota esa frontera, es asombroso comprobar la exactitud con que la gente mantiene en su memoria los m¨¢s m¨ªnimos detalles". Como ejemplo, Carrasco se?ala que en Pedro Bernardo son muchos los que sab¨ªan qui¨¦nes estaban en cada fosa. "En la que hay siete personas, saben que una de ellas era una mujer y que estaba embarazada".
![Nuria Carrasco y Ram¨®n Mateos con uno de los monitores en los que se proyecta su obra <i>Alguien ah¨ª.</i>](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3CNA4HQ6E7AAFBA45RPWTNXYBA.jpg?auth=76712a4009bf65143e123565fd2d64072c9c1ed0441d0e296d861fb75497535b&width=414)
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