Baile de brujas y curanderos
Del bosque de Orgi al Parque Micol¨®gico de Ultzama, excursi¨®n por el noroeste de Navarra
Tal vez por lo intrincado y complejo, el nudo de sierras y valles menores que ocupan el noroeste de Navarra no goza de cartel m¨¢s favorable. Su agotadora fragmentaci¨®n los priva de la fama que tienen, en cambio, los valles m¨¢s orientales, como Bazt¨¢n, Salazar o Roncal. Y sin embargo, ese rinc¨®n "en sombra" encierra algunos de los referentes, paisaj¨ªsticos y humanos, de la identidad navarra. Se trata de una geograf¨ªa suave y jugosa, hecha de colinas con arrestos de monta?a, bosques centenarios y nacederos de r¨ªos. Los elementos esenciales de una simbolog¨ªa primigenia: el ¨¢rbol, la piedra, el agua; bosques, monta?as, manantiales y regatos. Un ¨¢mbito cabal para el misterio, las tradiciones, esp¨ªritus y brujas, megalitos y cuevas, ¨¢ngeles y demonios: el puro germen de la mitolog¨ªa vasca. Pero tambi¨¦n espacio so?ado de ciclistas y senderistas sin prejuicios, gente verde y activa que ama la naturaleza y no ve en ella amenazas ni castigos, sino algo m¨¢s simple: una escapada fabulosa.
01 Bosques encantados
El valle de Ultzama (aqu¨ª cada valle lleva el nombre de un r¨ªo y equivale a un municipio con un pu?ado de aldeas) se puede ganar saliendo de la N-121 que sube de Pamplona a la altura de Ostiz. Los prados huelen a mar (estamos a pocos kil¨®metros del Atl¨¢ntico, a escasa altura) y los fines de semana se ven m¨¢s ciclistas que ovejas. No faltan pueblos hermosos, como Eltso. Pero el gran atractivo de este valle son los bosques. El Parque Micol¨®gico de Ultzama, en plena temporada, es ¨²nico en Espa?a con tal calificaci¨®n. Un espacio pionero al que se accede desde Lizaso. Desde ese mismo pueblo se entra igualmente al bosque de Orgi, un robledal milenario con paseos bien se?alizados (y monitores al quite, si se hace previa reserva). Tambi¨¦n hay en Lizaso un campo de golf para la pr¨¢ctica de pitch & putt (golpe corto).
Del valle de Ultzama se pasa sin notar al de Basalbur¨²a (otro r¨ªo y otro municipio, con una docena de pueblos y no m¨¢s de 800 almas), donde el bosque se enriquece y personaliza. Las hayas se mezclan a los Robles de Jaunsarats, un paseo bien se?alizado, con ¨¢rea de acogida y folletos de apoyo. Algunos ejemplares de este bosque cuentan con la protecci¨®n legal de "¨¢rboles monumentales", como los robles ¨²nicos de Kisulabe o Beneitiko.
02 Catedral k¨¢rstica
Entramos en Lekunberri: un pueblo algo grande, con algo de industria, pero su casco viejo se conserva bien. Dos cosas sobresalen aqu¨ª: las cuevas de Mendukilo, en Astitz, una catedral k¨¢rstica a 40 metros bajo el suelo, que lleva una hora recorrer. Y el tren de Plazaola. Un tren que ya no existe; era una l¨ªnea que uni¨® Pamplona con San Sebasti¨¢n entre 1914 y 1953. Ahora es un pasillo verde tan concurrido que m¨¢s que el tren parece el metro, sobre todo los fines de semana. Las antiguas estaciones (en especial esta de Lekunberri) son centros de acogida con tiendas, cantina, alquiler de bicis... All¨ª informan de otras posibilidades de ocio, como explorar La senda del agua, un recorrido por los nacederos del Larraun (nace dos veces), en Iribas; o el proyecto Iturraskarri, para recuperar lavaderos comunales.
Al ladito de la cuna del Larraun est¨¢ Alli, un jal¨®n clave en la Ruta de la Brujer¨ªa. Es esta una propuesta reciente, atizada este a?o por el cuarto centenario del Auto de Fe de Logro?o (1610), donde se quem¨® a once brujos y se proces¨® a cientos. Antes, en 1575, hab¨ªan quemado a Mari Juana de Anoc¨ªbar por pr¨¢cticas sat¨¢nicas en la Cueva de Belceb¨², en Alli, donde se reun¨ªan las brujas de los valles de Larraun y Araitz. En este ¨²ltimo rod¨® Pedro Olea Akelarre (1984), subrayando el car¨¢cter festivo, un poco a lo Bruegel, de las asambleas campesinas. Para completar la ruta hay que subir hasta Areso y buscar la Cueva de Uli, lugar de cita de los brujos de la zona, seguramente curanderos avezados en el uso de hierbas silvestres, por aqu¨ª tan abundantes. Y no perderse Leitza, un pueblo con c¨¢scara industrial y una pulpa de buena arquitectura.
03 ?ngel contra drag¨®n
La cumbre de Aralar ha sido de antiguo una monta?a sagrada. All¨ª, sobre alguna ara pagana, se levant¨® la ermita rom¨¢nica de San Miguel in Excelsis. Un balc¨®n sublime al que se llega atravesando bosques mullidos, plagados de excursionistas y motosierras. Un lugar recostrado de leyendas.
La m¨¢s s¨®lida se refiere a un caballero llamado Teodosio de Go?i, que parte a luchar contra los moros y al volver de inc¨®gnito descubre dos bultos en su cama. Pensando que ser¨ªan su esposa y un amante, los apu?ala, pero eran sus propios padres, llegados de visita. Acude a Roma en busca de perd¨®n, y a su regreso tiene que luchar en la cima del monte contra un herensugue o drag¨®n que iba a tragarse a una doncella, y al cual vence con ayuda del arc¨¢ngel san Miguel. Julio Caro Baroja estudia el c¨²mulo de leyendas (y las connotaciones ed¨ªpicas) de este ciclo en un trabajo poco conocido, Ritos y mitos equ¨ªvocos (Ediciones Istmo).
El templo aloja un ed¨ªculo donde se venera un relicario del Lignum crucis con la forma del arc¨¢ngel, figura que sirve de icono identitario para los navarros. Bajo el relicario est¨¢ el kredozulo, agujero por donde se sumi¨® el culebro, y ante el cual hay que rezar un credo. En el altar mayor, un peque?o retablo del siglo XII con esmaltes de Limoges; fue noticia porque lo rob¨® Erik el Belga en 1979. Finalmente lo encontraron, desmontado, listo para vender al detall. Ahora est¨¢ protegido por un cristal a prueba de bombas, dicen. La cima de San Miguel es una fiesta, siempre est¨¢ concurrida, hay aparcamientos enormes, hospeder¨ªa y servicio de intendencia.
04 Megalitos
Desde los amplios miradores de San Miguel se cierne la Sokoa, una barranca como loncha de bocadillo entre las sierras de Aralar y Urbasa. Un valle dilatado que lleva hacia Vitoria, vertebrado por el r¨ªo Arakil y tambi¨¦n por la autov¨ªa y la antigua carretera. En las faldas que arropan a este valle de Arakil se espesan bosques, con alguna haya monumental y no pocos megalitos. Hay que llegar hasta Etxarri-Aranatz, preguntar por el c¨¢mping y buscar (no est¨¢ bien se?alizada) la ruta de los d¨®lmenes. Est¨¢n marcados un recorrido largo (PR NA-133, 15 kil¨®metros, m¨¢s la vuelta) y otro corto (PR NA-134, 2-3 horas), pero siempre a pie; coches, imposible. En ellos se puede encontrar hasta una decena de d¨®lmenes, m¨¢s o menos conservados. Testigos mudos del car¨¢cter sacral de estos bosques y monta?as que, por fortuna, nunca fueron profanados, no del todo.
![La ermita rom¨¢nica de San Miguel in Excelsis, en el monte Aralar (Navarra)](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OWIOM6P35QWAY4ZRNNLSDFAYTE.jpg?auth=a155b9c4b3f6cac8ac66e40507c7e78be7f89d4c9612232c5d115253ecc2f236&width=414)
Gu¨ªa
Informaci¨®n
? Parque Micol¨®gico de Ultzama (www.parquemicologico.com).
? Bosque de Orgi (948 30 53 00; www.bosque-orgi.com).
? Centro de Golf de Lizaso (619 70 04 56; www.lizasogolf.com).
? Oficina de turismo de Lekunberri (948 50 72 04).
? Turismo de Plazaola (948 50 72 05; www.plazaola.org).
? Cuevas de Mendukilo (948 39 60 95; www.mendukilo.com).
? Turismo de Leitza (948 51 03 10; www.leitza.net).
? Turismo de Navarra (848 42 04 20; www.turismo.navarra.es).
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