En la piel de Madonna
Ser la esteticista de Madonna puede que no sea la mejor de las cartas de presentaci¨®n. O s¨ª. Porque el estado de conservaci¨®n de esta se?ora genera opiniones de lo m¨¢s contrarias. Lo crean o no, en seg¨²n qu¨¦ c¨ªrculos, sus poros son un tema de intenso debate. Siempre que se ha filtrado alguna foto en la que no sale retocada, los blogs m¨¢s incendiarios y las revistas m¨¢s c¨¢usticas no han dejado de se?alar con un circulito rojo la ausencia de Fotoshop en su rostro. Sin embargo, tambi¨¦n es cierto que cada vez que da un concierto, el periodista de turno lo rese?a haciendo alusi¨®n a "lo bien que est¨¢ para su edad". E intente usted convencer a cualquiera de sus devotos de lo contrario. Sea como fuere, cuando Madonna ve a Michelle Peck, se le ilumina la cara. Ella es quien desde 2005 le pule el rostro gracias al tratamiento a base de ox¨ªgeno bajo presi¨®n de la firma O2 Intraceuticals. Un proceso de abrillantado que, adem¨¢s, es bidireccional. Y no depende de una ¨²nica estrella. La cartera de clientes de Peck incluye a todo aquel que reluzca bajo el sol de California, y tanto roce le ha colocado a ella en la categor¨ªa de famosa entre los famosos. El secreto que se han pasado unos a otros hasta que ha dejado de serlo.
"Creo que mis manos son un regalo y que tengo un verdadero don para saber c¨®mo tocar a la gente"
"Trato de reforzar a mis clientas. Ya s¨¦ que es un clich¨¦, pero no me canso de repertirlo: la belleza empieza en el interior"
"Los ?ngeles concentra el 5% m¨¢s significativo del mercado de la est¨¦tica. Es donde est¨¢ todo lo mejor. M¨¦dicos, clientes? Es dif¨ªcil penetrar en ¨¦l, pero una vez que lo has hecho viene el resto del mundo", explic¨® Peck durante su ¨²ltima (y hasta el momento ¨²nica) visita a Espa?a. El motivo fue la presentaci¨®n en sociedad de Intraceuticals en nuestro pa¨ªs. Aqu¨ª, sus tratamientos se dispensar¨¢n en centros seleccionados, como el Chi Spa del gimnasio Reebook de Madrid. La marca, que solo en Los ?ngeles tiene presencia en 200 centros, naci¨® hace diez a?os en Australia, desembarc¨® hace ocho en Estados Unidos y desde hace uno planea su expansi¨®n global.
La relaci¨®n de Peck con O2 Intraceuticals se fragu¨® cuando ella era una masajista con ganas de medrar. "Creo que mis manos son un regalo y que tengo un verdadero don para tocar a la gente. A los 22 acab¨¦ la carrera y me puse a trabajar dando masajes a domicilio. Solo tard¨¦ seis meses en conseguir una clientela fija. Entonces Intraceuticals se puso en contacto conmigo. La compa?¨ªa quer¨ªa expandirse y su propietario sab¨ªa que yo ten¨ªa clientes muy interesantes. Fue eso lo que le movi¨® a escogerme. Me llam¨® por tel¨¦fono, me explic¨® la tecnolog¨ªa de ox¨ªgeno por presi¨®n con la que trabajaba, la prob¨¦ y me compromet¨ª. Le dije: "D¨¦jame la m¨¢quina -O2 Intraceuticals usa un difusor a motor para penetrar la epidermis-, la voy a probar en un par de clientes y te cuento". El resto es historia. La piel es el ¨®rgano m¨¢s extenso del cuerpo, y mi transici¨®n a su cuidado fue una evoluci¨®n l¨®gica".
Pero Peck no solo opera a nivel superficial, sino que exhibe una especie de aura de curandera que ella misma explica as¨ª: "Soy como una psic¨®loga. Tengo clientes hombres, pero en su mayor¨ªa trato a mujeres. Y cuando alguien, no importa qui¨¦n sea, ni el dinero que tenga, se quita la ropa y se tumba en una camilla se vuelve vulnerable. Como consecuencia, se abre". Y por si alguien a¨²n se pregunta de qu¨¦ hablan las mujeres cuando est¨¢n a solas, Peck nos lo cuenta: "?Pues de qu¨¦ va a ser? De sus cosas. Lo que es igual a: los hombres". Llegados a este punto, podemos afirmar que su labor adquiere otra dimensi¨®n. Cuando se ponen en sus manos, las mujeres le conf¨ªan su autoestima: "Lo que yo trato es de reforzarlas en su femineidad. Ya s¨¦ que es un clich¨¦, pero no me canso de repetirlo: la belleza empieza en el interior. Y a no ser que te gustes al ti misma, no le vas a gustar a nadie. Creo que mi misi¨®n es la vida es compartir esto". Efectivamente, el discurso de Peck no puede ser m¨¢s t¨®pico, pero no por ello deja de ser cierto. Sus consignas seudofeministas estar¨¢n sobadas, pero al menos las defiende con tanto entusiasmo, que a uno no le queda m¨¢s remedio que asentir. Tiene labia. Y quiz¨¢ ese el secreto de su ¨¦xito.
Nacida en Kansas y de ascendencia cherokee, huelga decir que Peck tiene un cutis inmaculado. Algo a lo que probablemente contribuya su joven marido. Ella no le quita m¨¦ritos. "Le conoc¨ª durante la ¨²ltima gira de Madonna cuando hizo parada en Italia. Era nuestro guardaespaldas. Empez¨® a perseguirme, pero yo le ignoraba porque era? peque?o. ?l tiene 29, y yo, 41. Es de un pueblo de Sicilia. Es muy tradicional y me encanta. Yo estaba diciendo: 'No tienes ni 30 a?os y te quieres casar y tener hijos. ?Est¨¢s seguro?".
Se agota el tiempo y nada de esto resultar¨ªa convincente sin una demostraci¨®n. Peck se quita los anillos (excepto el de casada) y concluye: "Ahora, t¨²mbese en la camilla, que le voy a aplicar el tratamiento en la mitad derecha de la cara".
-?Solo en media cara?
-Claro. Para que note usted la diferencia.
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