Hait¨ª elige nuevo presidente entre el c¨®lera y las ruinas

Es la avenida de la Rep¨²blica en el centro de Puerto Pr¨ªncipe. Al fondo est¨¢n las ruinas del Palacio Nacional de Gobierno de Hait¨ª. Y en primer plano, alineadas sobre la reja que rodea el edificio hecho escombros, las fotos de los 18 candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales de hoy con la aspiraci¨®n de gobernar entre esos despojos. Casi todos sonr¨ªen, como si verdaderamente tuviesen razones para sonre¨ªr en un pa¨ªs que tardar¨¢ a?os en recobrar el pulso tras el devastador terremoto del 12 de enero y sus secuelas: ya han muerto m¨¢s de 1.400 personas en las ¨²ltimas semanas por un brote de c¨®lera.

Frente a las numerosas voces que abogaban por posponer los comicios, la misi¨®n de la ONU en Hait¨ª y la Uni¨®n Europea han insistido en su celebraci¨®n, como v¨ªa para intentar apuntar las fr¨¢giles instituciones del pa¨ªs y para renovar un Gobierno, en manos de Ren¨¦ Preval, que ha sido incapaz de hacer frente a la crisis.

Entre los 18 aspirantes hay tres favoritos. Pero ninguno parece tener el apoyo suficiente para obtener el 50% m¨¢s uno de los votos que le asegurar¨ªa el triunfo en la primera vuelta electoral.

Las encuestas colocan en primera posici¨®n, con 36% de intenci¨®n de voto, a Mirlande Manigat, profesora universitaria, primera dama durante 130 d¨ªas en 1988 y l¨ªder del partido Reuni¨®n de los Dem¨®cratas Nacionales Progresistas (RDNP). En segundo lugar se sit¨²a Jude Celestin -ingeniero y yerno de Preval-, del partido oficialista Unidad, con el 20,1%. Sigue en tercera posici¨®n, con un 14%, el dirigente del partido Respuesta Popular, Michel Martelly, un cantante de kompa, ritmo pegajoso entre la soka y el reggae. Si estos fuesen los resultados, el 16 de enero los dos candidatos m¨¢s votados se presentar¨ªan a una segunda ronda. Adem¨¢s del presidente, m¨¢s de cuatro millones de haitianos elegir¨¢n a 11 miembros del Senado y a los 99 diputados de la C¨¢mara.

Etienne -un vendedor ambulante anclado a los barrotes de la reja del palacio- repasa los rostros de todos y dice: "Yo no pienso ir a votar. Pero s¨ª me da curiosidad saber qu¨¦ va a pasar". En el universo de lo que puede pasar hay una opci¨®n que cobra fuerza: que ocurra un fraude electoral, como lo han denunciado los candidatos Manigat y Martelly, y que se repitan las escenas de violencia que han marcado el final de campa?a y en las que, el pasado lunes, murieron dos personas.

El Consejo Provisional Electoral (CEP) dice tener todos los recursos necesarios para prevenir el fraude. En especial, para detectar la falsificaci¨®n de tarjetas de votaci¨®n. El jueves, sin embargo, seis organismos locales de observaci¨®n electoral manifestaron su preocupaci¨®n por supuestas irregularidades cometidas por el CEP. "El ¨®rgano electoral no siempre muestra transparencia", sostienen los observadores, que se?alaron que existe una diferencia de m¨¢s de 70.000 personas entre el censo de votantes y la lista que present¨® el CEP. Adem¨¢s, calificaron de "ilegal" la sustituci¨®n de supervisores de las oficinas de votaci¨®n ordenada por la autoridad electoral a pocos d¨ªas de los comicios. Por eso, en Hait¨ª las autoridades no solo llaman a los ciudadanos a votar. Les piden tambi¨¦n que mantengan la calma.