El reciclaje est¨¢ en ruinas

Madrid es verde, moderno, comprometido con el medio ambiente. Las normativas europeas se adaptan con entusiasmo. El gusto por el reciclaje contagia a los ciudadanos, que asumen con responsabilidad el multiplicar sus basuras por cuatro o por cinco. Los mares, las selvas, las monta?as y el planeta est¨¢n en buenas manos. Un cors¨¦ de sensatas reglas afecta a todos los residuos. Tambi¨¦n a los sobrantes de las obras. Esos escombros entre los que siempre asoma alg¨²n v¨¢ter olvidado. Pero desde hace un a?o y medio algo est¨¢ fallando. Los m¨¢s de cinco millones de toneladas de restos de construcci¨®n y demolici¨®n ya no acaban en las sofisticadas plantas de reciclaje. Alguien, muchos, est¨¢n haciendo trampas. Tantas que para Javier Columbral, presidente de Agescam (Asociaci¨®n de Gestores de Residuos de la Comunidad de Madrid), se ha "retrocedido 20 a?os en el tratamiento de los desperdicios, porque ahora se echa todo directamente en un agujero". Y eso es, precisamente, lo que est¨¢ prohibido hacer.

"Hemos retrocedido 20 a?os en los residuos", afirma un empresario

"Nos acusan porque quieren su parte de la tarta", dicen desde una planta

Los vertederos denunciados, a su vez, se acusan entre ellos mutuamente

En los ¨²ltimos a?os se han descubierto m¨¢s de 70 escombreras ilegales

Lo que est¨¢ sucediendo tiene que ver con las crisis. Los camiones con los contenedores deber¨ªan ir al vertedero y pagar 10 euros por el tratamiento de sus desechos. Casi el 90% ser¨ªa reutilizable. Ladrillos, cascotes, tuber¨ªas, pl¨¢sticos. Pero en varias de estas plantas les dejan pasar de largo y tirar todo mezclado a un hoyo indiscriminado. Exactamente lo que se hac¨ªa hace a?os. Lo que no se debe hacer y lo que est¨¢ sancionado con multas.Les dejan hacerlo a cambio de solo cuatro euros. De ese modo se garantizan que usan sus instalaciones. Dos de los vertederos denunciados son Salmedina y las Mulas, en Fuenlabrada. Ambos (aunque entre ellos a su vez se han cruzado denuncias en una guerra particular), lo niegan. "Es una calumnia", dicen en Fuenlabrada. "Eso no es as¨ª. Las cosas se clasifican", resumen en Salmedina. Pero los v¨ªdeos y las fotograf¨ªas muestran c¨®mo los camiones vierten todo al mismo sitio sin haberlo clasificado previamente. Los volquetes pasan por delante de las modern¨ªsimas plantas de reciclaje sin detenerse y van directamente a los prosaicos vertederos de toda la vida, a esas extensiones terrosas con cr¨¢teres que se tragan todo lo que se les eche.

"Hay comentarios, rumores, de que esas pr¨¢cticas existen", concede Carlos Rivero, de la empresa de gesti¨®n del Medio Ambiente del Gobierno regional. "Hay muchas denuncias dentro del sector. Al bajar mucho el volumen de negocio por la crisis, la competencia es tremenda, muy agresiva", admite Rivero, que reconoce que la Comunidad tiene abiertos "much¨ªsimos expedientes". Pero hay un problema. Las ganancias salt¨¢ndose las normas son superiores a lo que suponen las multas de la Administraci¨®n.

La Consejer¨ªa de Medio Ambiente se?ala que ellos hacen "inspecciones cada cierto tiempo" y tienen "una normativa muy estricta". Pero la picaresca parece que ha logrado sortear esa supuesta vigilancia tan estrecha. En los ¨²ltimos a?os se han descubierto m¨¢s de 70 escombreras ilegales. Algunas tan sofisticadas, como una de Alcal¨¢ de Henares, que se puede calificar de planta de residuos "clandestina". En el parque del Sureste, entre Arganda y Getafe, hay decenas de escombreras ilegales, algunas ocupando los cauces de los r¨ªos o en zonas protegidas. Otras utilizan chal¨¦s abandonados y acumulan los materiales hasta que casi cubren completamente las construcciones que hay en la finca.

La mayor proporci¨®n de este tipo de negocio clandestino est¨¢ en la Ca?ada Real. Hay varias fincas cercadas de la senda pecuaria en las que diariamente se vierten los desperdicios por un precio en torno a los tres euros. Luego se alisa el terreno y se vuelve a utilizar. Tambi¨¦n, en ocasiones, los vertidos van formando unas monta?as en forma de talud que se ven perfectamente desde la carretera de circunvalaci¨®n M-40.

Los ecologistas y las empresas competidoras del sector denuncian, la Comunidad investiga y abre expedientes. Pero nada cambia en esencia.

Tambi¨¦n hay quienes ofertan grandes naves industriales para acumular los escombros. Despu¨¦s se van deshaciendo de ellos poco a poco. Incluso mand¨¢ndolos a las provincias lim¨ªtrofes, como Toledo, destino habitual de parte de esta basura.

El pasado mi¨¦rcoles la situaci¨®n lleg¨® hasta una mesa redonda de las instituciones. "?Los que seguimos la legalidad nos vamos a la ruina!", clama Columbral, presente en la reuni¨®n con la Comunidad de Madrid. Por parte de la Administraci¨®n el interlocutor fue la Direcci¨®n General de Medio Ambiente, que es la que recibe las denuncias, aunque sea despu¨¦s la Direcci¨®n General de Planificaci¨®n de Residuos la que abra los expedientes oportunos.

"Nosotros abrimos las puertas a quien quiera venir a ver lo que hacemos", explica por tel¨¦fono el contable de Salmedina, una de las empresas se?aladas en un v¨ªdeo que ha podido ver este peri¨®dico. "Las otras empresas del sector s¨ª hacen cosas malas, est¨¢n desesperadas y quieren su parte de la tarta", expresa este trabajador de la planta de residuos, que considera que con un volumen de negocio como el de su empresa (es el mayor vertedero de la regi¨®n) "es muy dif¨ªcil ocultar que las cosas no se est¨¢n haciendo bien".

El que no se est¨¦n reciclando los materiales a los que obliga la ley que se reutilicen implica que hay un alto riesgo de contaminaci¨®n de los acu¨ªferos y de los suelos, como corroboran desde varias asociaciones de ecologistas. El proceso de reciclado afecta a pl¨¢sticos, metales, cartones, papeles, ladrillos y hormig¨®n, entre otros materiales. Todos estos, despu¨¦s de tratados, pueden volver a usarse como materiales de construcci¨®n.

Lo cierto es que, seg¨²n la patronal del sector del tratamiento de residuos, algunas de las plantas de Madrid est¨¢n al borde la quiebra. El n¨²mero de toneladas ha disminuido enormemente desde las que se trataron en 2006, a?o ¨¢lgido de la construcci¨®n en la Comunidad. "Estas empresas hacen unas inversiones muy fuertes y el volumen de negocio ha bajado mucho", razona Columbral, que lamenta que en ese contexto, adem¨¢s, "se hagan trampas". Unos atajos que, seg¨²n Columbral, "est¨¢n arruinando a un mont¨®n de compa?¨ªas del sector".

Camiones descargando de forma ilegal en un vertedero de Madrid