Cazadores de seres humanos
El celador de Olot se incorpora a la t¨¦trica lista de asesinos en serie en Espa?a - El Arropiero ostenta el r¨¦cord de v¨ªctimas; se le atribuyen 22 asesinatos
Joan Vila Dilm¨¦, el celador del geri¨¢trico de Olot, se ha colocado a la misma altura que Francisco Garc¨ªa Escalero, El mendigo psic¨®pata. Ambos pasar¨¢n a la historia criminal de Espa?a como dos de los mayores asesinos en serie, al haber dado muerte nada m¨¢s y nada menos que a 11 semejantes.
Garc¨ªa Escalero, un tipo alcoh¨®lico, cuya vida se desarrollaba en el lumpen, mat¨® en Madrid a marginados, entre ellos, varias mujeres, entre los a?os 1987 y 1993. Este hombre, de una brutalidad cuasi animal, dej¨® a sus espaldas un reguero de decapitados y mutilados, siguiendo el mandato de unas voces que resonaban en su cerebro para decirle: "Quiero m¨¢s sangre".
Sin embargo, el mayor asesino en serie de la historia de Espa?a sigue siendo el gaditano Manuel Delgado Villegas, El Arropiero, quien fue detenido en 1971 tras haber tenido en jaque a la polic¨ªa durante una larga etapa del franquismo. Jam¨¢s se ha podido precisar a cu¨¢ntas personas mat¨® por la sencilla raz¨®n de que jam¨¢s fue juzgado ni condenado. Pese a eso, la polic¨ªa le atribuy¨® 22 asesinatos (entre ellos, el de varias mujeres). Muri¨® en 1998 en un psiqui¨¢trico de Catalu?a, tras haber pasado 27 a?os encerrado.
Quien s¨ª fue juzgado y condenado fue el alba?il Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez Vega, apodado El Mataviejas, porque entre 1987 y 1988 sembr¨® el terror entre las ancianas de Santander que viv¨ªan solas. Hasta 16 mujeres c¨¢ntabras fueron enterradas sin que los forenses se dieran cuenta de que no hab¨ªan fallecido por causas naturales, sino por culpa de una mano criminal. Rodr¨ªguez Vega muri¨® acuchillado en octubre de 2002 en la prisi¨®n de Topas (Salamanca), donde cumpl¨ªa 440 a?os de condena por arrebatar la vida a 16 mujeres de entre 61 y 93 a?os, de alguna de las cuales tambi¨¦n abus¨® sexualmente.
Joaquin Ferrandis Ventura, empleado de una empresa de seguros de Castell¨®n, fue condenado a 69 a?os de reclusi¨®n por matar a cinco mujeres (dos estudiantes y tres prostitutas) entre julio de 1995 y septiembre de 1996. Nadie hubiese afirmado de antemano que tras este hombre simp¨¢tico, educado, perfectamente integrado en su entorno, se escond¨ªa la personalidad de un aut¨¦ntico depredador, un cazador de mujeres a las que antes sol¨ªa engatusar con halagos.
Otro de los asesinos en serie m¨¢s conocidos es Alfredo Gal¨¢n, apodado El asesino de la baraja porque un mal d¨ªa decidi¨® firmar sus fechor¨ªas arrojando un naipe espa?ol sobre el cad¨¢ver de sus v¨ªctimas. Fue condenado en 2005 a 142 a?os de c¨¢rcel, despu¨¦s de que los jueces le considerasen autor de la muerte a tiros de cinco personas y de haberlo intentado con otras tres. Provisto de una pistola Tokarev, sembr¨® el p¨¢nico en Madrid durante 2003. "Es un depredador humano que sale a la caza del hombre para humillarlo y matarlo", dijeron los psiquiatras que le examinaron.
La mayor¨ªa de los asesinos en serie son hombres. Pero tambi¨¦n hay mujeres. Como la lud¨®pata Remedios S¨¢nchez, detenida en julio de 2006 acusada de haber matado a cuatro indefensas mujeres en Barcelona. O como Encarnaci¨®n Jim¨¦nez Moreno, de 38 a?os, una aparente ama de casa que fue arrestada en julio de 2003 en Madrid tras desvalijar a 20 ancianas que estaban solas en su domicilio y haber acabado con la vida de dos de ellas.
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