Malos tiempos para el arte, el cine y la m¨²sica
El 'caso Chillida-Leku' es solo el m¨¢s sonoro de una larga lista de problemas en las instituciones culturales vascas
El anuncio del cierre del Museo Chillida-Leku, uno de los centros de mayor atractivo cultural de Euskadi, es el claro reflejo de la voracidad de la crisis econ¨®mica y del estertor de algunas de las infraestructuras culturales que m¨¢s expectaci¨®n han suscitado en el Pa¨ªs Vasco. Lo que est¨¢ ocurri¨¦ndole al museo del escultor no es sino un aldabonazo de lo que sucede a su alrededor. La coyuntura econ¨®mica, el modelo de gesti¨®n o la impericia de la clase dirigente est¨¢ afectando otros proyectos culturales de calado para esta provincia, como el centro de cultura contempor¨¢nea Tabakalera, el Museo Balenciaga, la nueva sede del Orfe¨®n Donostiarra, el conservatorio de m¨²sica Musikene o la ampliaci¨®n del Kursaal.
Por si fuera poco, la onda expansiva de la crisis tambi¨¦n alcanza al evento de mayor envergadura en la capital guipuzcoana, el Festival de Cine, pendiente de un hilo cada vez m¨¢s fino por los recortes econ¨®micos que est¨¢ aplic¨¢ndole la Diputaci¨®n guipuzcoana, que dificultan que se mantenga como certamen de clase A. Otras citas, como el Festival de Jazz, la Quincena Musical o la Semana de Terror ven tambi¨¦n su presupuesto menguado. La sede de muchos de estos eventos, el Kursaal, guarda en la nevera su plan de ampliaci¨®n a la espera de su redimensionamiento a la baja. Malos tiempos para una ciudad que aspira a ser capital cultural europea en 2016.
"Tengo la sensaci¨®n de que la cultura es cabeza de turco en todas las ciudades", asegura el alcalde donostiarra, Od¨®n Elorza. En mayo de este a?o se paraliz¨® -a petici¨®n del mandatario- la remodelaci¨®n de la antigua f¨¢brica de tabaco con el objetivo de abaratar los costes del ambicioso proyecto. En principio, Tabakalera deber¨ªa contar este mes de diciembre con un acuerdo interinstitucional que defina la envergadura del proyecto cultural que va a acoger y, al mismo tiempo, posibilite acabar sus obras de remodelaci¨®n, cuya finalizaci¨®n est¨¢ prevista para 2015, dos a?os m¨¢s tarde de lo que en un principio se indic¨®. Se estimaba que el gasto corriente de Tabakalera fuera de 15 millones de euros, pero, finalmente, Gobierno vasco, Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n aportar¨¢n unos tres millones de euros anuales cada uno. Adem¨¢s, los responsables del proyecto trabajan en la b¨²squeda de socios y nuevos usos -como la incorporaci¨®n de una Escuela Superior de Medios Audiovisuales, Digitales e Interactivos- que permitan una cierta autofinanciaci¨®n. La construcci¨®n de la sede de otro de los referentes de la ciudad, el Orfe¨®n Donostiarra, se halla tambi¨¦n completamente congelada. La Fundaci¨®n Balenciaga acumula una deuda de 1,5 millones de euros y todav¨ªa no ha abierto su museo en Getaria (Guip¨²zcoa) y el nuevo asiento del centro superior de m¨²sica, Musikene, ha reducido su presupuesto de 45 a 25 millones de euros. Otros espacios de menor tama?o, como el Phomuseum de Zarautz o el Topic de Tolosa, sobreviven con dificultad.
San Sebasti¨¢n fija su mirada en 2016, a?o en el que espera ser capital cultural europea, y los responsables de la candidatura temen que el cierre de Chillida Leku o el retraso en la inauguraci¨®n de algunos centros pueda afectarles. El director art¨ªstico de San Sebasti¨¢n 2016, Santi Eraso, apunta: "El sistema cultural p¨²blico, aquello que se supone que es in¨²til y que no tiene aplicaci¨®n pr¨¢ctica, est¨¢ en crisis. La potencia simb¨®lica, la capacidad de crear patrimonio, es tan importante como hacer carreteras". En el Consistorio donostiarra aseveran que el ¨¦xito de la candidatura no peligra, puesto que, aparte de que su plan incide en los intangibles y en la cultura de paz para la convivencia, "las inversiones est¨¢n comprometidas y financiadas" m¨¢s all¨¢ de una eventual elecci¨®n. No obstante, opinan que "aunque la crisis nos sit¨²a a todos ante el espejo de prioridades, jam¨¢s se nos ocurrir¨ªa pensar que lo cultural es accesorio. La cultura es tambi¨¦n una industria y no debe ser desatendida".
La crisis asfixia y, para evitarla, Guip¨²zcoa ha tratado de esbozar nuevos prop¨®sitos sin acabar de apuntalar los existentes. "Ya dije que antes de hacer cosas nuevas hab¨ªa que priorizar las que ten¨ªamos acab¨¢ndose o a punto de iniciarse", lamenta Elorza. En primavera de 2011, el Museo San Telmo abrir¨¢ sus puertas y su directora, Susana Soto, cree que "lo cultural debe reflexionar lo que est¨¢ haciendo y los costes que eso tiene". San Telmo, cuyo presupuesto es de 23 millones de euros, es considerado por el Consistorio donostiarra uno de los pilares culturales de la ciudad para los pr¨®ximos a?os. Od¨®n Elorza pidi¨® al Ministerio de Cultura hace unos meses ayuda extra para acabar las obras. Pese a todo, Soto confiesa: "da miedo ver cierres como el de Chillida-Leku".
El viceconsejero de Cultura del Gobierno vasco, Antonio Rivera, indica que "si hay un territorio donde el Ejecutivo trabaja fuerte en la cultura, es en Guip¨²zcoa. Esto tiene a veces resultados positivos y otras veces no tanto". Mientras, Chillida Leku cierra acuciado por la situaci¨®n econ¨®mica y los dem¨¢s miran de reojo atemorizados ante la posibilidad de que el temporal les salpique a ellos.
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