El rey del porno va en turista
Vuelo Los ?ngeles-?msterdam. Un tipo bajo, feo, gordo y peludo se cuela en la cabina de business. Lleva un pantal¨®n de ch¨¢ndal viejo, camiseta ra¨ªda y unas Crocs agujereadas. Se para junto a una pareja de cuarenta y muchos a?os. ?l est¨¢ tatuado de arriba abajo, viste botas de cowboy y tiene maneras de productor de porno. Ella est¨¢ recauchutada en lugares estrat¨¦gicos (labios, pechos, frente), no logra disimular las ra¨ªces negras bajo su melena oxigenada y bebe una copa tras otra de champ¨¢n azul. "Qu¨¦ bien se vive en first class, ?eh?", dice el tipo bajito. Y a continuaci¨®n improvisa un campamento con la mochila que lleva a la espalda para espanto de la azafata. Del fondo de la bolsa saca un libro con una chica lamiendo un chupach¨²s en portada, The hardest (working) man in showbiz, y se lo da a la pareja. "Ha entrado en la lista de best sellers del New York Times, disfrutadlo". Bromea un rato con la pareja, les cuenta que va a un superevento en su honor y desaparece de nuevo en turista. M¨¢s de un pasajero no ha podido evitar mirarle de reojo con cierta admiraci¨®n: Ron Jeremy es una supercelebridad del porno y a sus 57 tacos contin¨²a activo y presume de haberse acostado con m¨¢s de cinco mil mujeres solo en pantalla.
"Mientras la cosa me siga funcionando, no pienso echar mano del Viagra"
Al salir del avi¨®n, no nos resistimos a abordarle. "Me encantar¨ªa editar mi libro en espa?ol, dilo en tu peri¨®dico". Quedamos para hacer una entrevista telef¨®nica. Saca un grueso fajo de d¨®lares doblados que utiliza como cartera y extrae su tarjeta. Solo tiene m¨®vil (del tama?o de un frigor¨ªfico, por cierto). "Y hasta hace cinco a?os, ni eso. Me animaron a hacerme un e-mail, pero lo miro como dos veces al a?o. Prefiero o¨ªr la voz, odio el anonimato". Lo dice un tipo que sabe lo que es vivir expuesto.
La revista AVN (Adult Video News), biblia del porno, lo ha proclamado el actor X m¨¢s importante de la historia, por encima del malogrado John Holmes, y se ha convertido en lo m¨¢s parecido a una mascota —no le apodan El Erizo por nada— para el otro mundo del cine, donde ha ejercido de consultor (en Nueve semanas y media y Boogie nights) y realizado infinitos cameos. No hay celebridad que no quiera sacarse una foto con ¨¦l. Empezando por su coleguita Charlie Sheen, con el que hizo una vez un tr¨ªo. "Lo cuento todo en el libro. Desde mis experiencias en el star system hasta que mi madre fue una esp¨ªa".
Actualmente gana m¨¢s fuera que dentro del set. Acaba de abrir un club de intercambio de parejas en Portland, hace bolos de comediante y finge pelearse con el reverendo Craig Ross en un debate sobre el porno que recorre EE UU. Solo se niega a una cosa: "El Viagra. Un mont¨®n de jovenzuelos ahora lo usan, pero yo, mientras la cosa siga funcionando, no pienso echar mano de ¨¦l", se r¨ªe.
Puedes leer la entrevista ¨ªntegra con Ron Jeremy en el blog Pop-etc
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