La Transici¨®n habit¨® en un Colegio Mayor
El C¨¦sar Carlos, que fue (y es) un semillero de pol¨ªticos y altos cargos del Estado, celebra su 65? aniversario
Paco Umbral fue quiz¨¢s quien mejor atin¨® a la hora de definir la singularidad del Colegio Mayor C¨¦sar Carlos: "Creo que soy el ¨²nico espa?ol un poco nombrado que no se form¨® en el C¨¦sar Carlos". Este centro que a Franco le hubiera gustado controlar pero que se le resisti¨® -y que ahora se prepara para conmemorar su 65? aniversario- ha sido y es un semillero de pol¨ªticos que luego tuvieron mucho que ver en los tiempos de la Transici¨®n, de altos funcionarios de la Administraci¨®n, catedr¨¢ticos... Tampoco faltaban gentes de la cultura que se dejaban caer por ah¨ª con asiduidad. Su actual sede fue levantada en 1974 por uno de los grandes arquitectos del momento, Alejandro de la Sota. En este colegio hasta el capell¨¢n ten¨ªa pedigree: era Jes¨²s Aguirre antes de casarse con la duquesa de Alba.
El C¨¦sar Carlos inaugur¨® su primera sede en la Colonia Metropolitana, en 1945, una ¨¦poca que otros empezaban a surgir. Este sali¨® especial. Solo se admiten opositores, estudiantes de doctorados..., o sea, licenciados. Est¨¢ autogestionado por los propios alumnos y, a diferencia de otros, que depend¨ªan de la Iglesia o del Opus, jam¨¢s tuvo vinculaci¨®n ideol¨®gica, aclara Diego Pe?a, presidente de la Asociaci¨®n de Antiguos Alumnos: "Nunca se ped¨ªan carn¨¦s, solo criterios de m¨¦rito". Pero al ser un colegio de donde sal¨ªan las ¨¦lites del pa¨ªs, el franquismo tuvo cierta tentaci¨®n de extender sus tent¨¢culos. Y le sali¨® mal. "Un poco el objeto era crear una mayor¨ªa dirigente, pero se convirti¨® en una minor¨ªa disidente", escribi¨® Jaime Garc¨ªa A?overos en el 50? aniversario.
Adem¨¢s de A?overos, ministro de Hacienda (1979) con Su¨¢rez, por all¨ª desfilaron P¨ªo Cabanillas, Ra¨²l Morodo (sali¨® de all¨ª para ir a la c¨¢rcel y volvi¨® luego), Manuel Olivencia, Inocencio Arias, Antonio Y¨¢?ez y Manuel Broseta, asesinado por ETA en 1992 como recuerda una placa a la entrada del hall. Para ponerlo en cifras: 200 catedr¨¢ticos de Universidad, seis magistrados del Tribunal Constitucional cuando se cre¨® y dos de sus presidentes: ?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo y Miguel Rodr¨ªguez Pi?eiro. Tambi¨¦n ha surtido generosamente a la diplomacia: son ex alumnos los actuales embajadores de Espa?a en Londres, China, Lisboa, Marruecos, Canad¨¢, Per¨², entre otros, y el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza.
Pero no todo iba a ser tecnocracia. El C¨¦sar Carlos tambi¨¦n escond¨ªa un poder de atracci¨®n para hombres de la cultura, comenta el aspirante a diplom¨¢tico y rector del colegio, David Lafuente. Gonzalo Torrente Ballester pas¨® una temporada preparando una c¨¢tedra antes de despuntar como escritor. O los poetas Gil de Biedma y Carlos Bouso?o, que convirti¨® en asiduo a Vicente Aleixandre, y a quien no costaba nada pasarse porque viv¨ªa cerca en un peque?o chal¨¦. Salvando las distancias, algunos han querido ver en este colegio una peque?a residencia de estudiantes de la Transici¨®n. Su poder de convocatoria sigue intacto. Para los fastos de su 65? cumplea?os ha convocado, entre otros, a Fernando Savater, al juez Javier G¨®mez Berm¨²dez (encargado del juicio del 11-M) o a Federico Mayor Zaragoza, que no han dudado en acudir a la llamada para hablar de lo divino y humano.
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