Seis millones de pasos despu¨¦s, llegaron a casa
Los gallegos Juan Rivas y Andr¨¦s Fraga llegan a Santiago tras cruzar Europa a pie durante siete meses
Comenzaron con nieve y terminaron con nieve, se fueron con el espacio a¨¦reo cerrado por las cenizas del volc¨¢n island¨¦s y llegaron con el conflicto de los controladores. "Esto demuestra que es m¨¢s c¨®modo venir andando, que se llega antes", bromea el alpinista e ingeniero forestal Juan Rivas, Coru. En ese tiempo, pasaron siete meses y cruzaron a pie 11 pa¨ªses desde el punto m¨¢s al norte de Europa hasta llegar a la capital gallega. Un Camino de Santiago poco habitual el que recorrieron el fot¨®grafo Andr¨¦s Fraga y Coru, y que termin¨® ayer a los pies de la Catedral. Sin pisar la seo, porque su viaje no est¨¢ movido por motivos religiosos sino para demostrar la eficacia de las redes sociales para propagar un mensaje. El suyo se recoger¨¢ adem¨¢s en un documental. Tienen m¨¢s de 80 horas de v¨ªdeo y la idea es tenerlas montadas en abril para presentar la pel¨ªcula en un festival de Finlandia, pa¨ªs en el que encontraron el apoyo de varios patrocinadores.
Su viaje se plasmar¨¢ en un documental y en una exposici¨®n
Gastaron siete pares de botas cada uno y sufrieron por la nieve y la calor
"Es un v¨ªdeo muy en primera persona, lo grabamos y protagonizamos nosotros. Es muy transparente. Una mezcla de paisaje, de situaciones que nos ocurr¨ªan, de contar nuestra experiencia, de la gente que nos encontr¨¢bamos en los sitios... Es un poco reality, un poco documental de viajes y un poco documental de naturaleza", explica Fraga. Con las redes sociales, quer¨ªan ver si la gente "era capaz de engancharse" al proyecto -llamado Seis millones de pasos- y lo que consiguieron fue engancharse ellos. Andr¨¦s descubri¨® "lo divertido que es Twitter" y en Facebook llevaban un diario que siguieron 3.000 personas desde lugares como Tailandia y Egipto. Por las redes sociales se enter¨® una chica de Le¨®n que vive en Polonia de que Andr¨¦s y Coru pasar¨ªa por su ciudad, Wroclaw, y les ofreci¨® alojamiento. Pero tambi¨¦n hubo alegr¨ªas entre los seguidores: "Una chica de Venezuela se reencontr¨® con una amiga de A Coru?a" porque ambas son seguidoras de su p¨¢gina de Facebook. Del paso por Europa se quedan con "lo maja que es la gente", como un se?or polaco que, despu¨¦s de echarlos de su jard¨ªn por acampar all¨ª, les dej¨® pasar la noche y por la ma?ana los invit¨® a desayunar. "Nos dio su tel¨¦fono para que la pr¨®xima vez nos quedemos en su casa".
Por el camino, gastaron siete pares de botas cada uno y se enfrentaron al rigor de las cuatro estaciones. Aunque lluvia como la que les recibi¨® en Santiago, "poca". En Finlandia, con todo nevado, pasaron "cinco d¨ªas sin nada, sin pueblos y sin supermercados", recuerda Coru, mientras que en Polonia se encontraron con el verano y semanas de 30 grados en las que hab¨ªa que "caminar por una zona plana sin sombras. Se hizo duro". Dif¨ªcil fueron tambi¨¦n los ¨²ltimos d¨ªas, pero en esta ocasi¨®n porque estaban cerca de casa y ya quer¨ªan llegar. Salieron de Santiago el 30 abril sin todo el dinero que necesitaban para terminar pero eso no les hizo plantearse la retirada: "Nunca pensamos en abandonar, tuvimos problemas econ¨®micos, pero en abandonar en ning¨²n momento", afirman.
La ¨²ltima jornada, desde el Monte do Gozo, fue de reencuentros. Una treintena de familiares y amigos los acompa?aron hasta la Praza do Obradoiro bajo la lluvia, pero con mucho ¨¢nimo. Un paseo si se compara con las etapas de hasta 50 kil¨®metros que apuraron por la Meseta hasta llegar a Galicia. En el Obradoiro esperaban para recibirles los concejales de Xuventude, Xos¨¦ Vaqueiro, y de Educaci¨®n, Mercedes Ros¨®n, y la prensa para las ¨²ltimas fotos. Hoy se levantar¨¢n y ya no tendr¨¢n que caminar. "Eso pensaba al hacer la ¨²ltima mochila", dice Andr¨¦s, "pero sigue quedando mucho trabajo. Hay que revisar todo el material, hay que organizarlo y preparar las fotos. Tenemos tambi¨¦n charlas en clubes de monta?a e institutos de Santiago". El Ayuntamiento organizar¨¢ tambi¨¦n una exposici¨®n con las fotograf¨ªas del viaje.
Por ahora, habituarse de nuevo a una vida sin camino y mochila les parece f¨¢cil. "Al volver a casa es f¨¢cil adaptarse, pero veremos la semana que viene, cuando comience la vida normal", dice Fraga, que promete salir hoy solo lo imprescindible de casa. Coru, sin embargo, quiere fiesta. Tanta, que est¨¢ dispuesto a coger la mochila y seguir hasta Fisterra. "D¨¦jame descansar dos d¨ªas", pide Andr¨¦s.
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