La antidemocr¨¢tica C¨¢mara alta brit¨¢nica
Mu¨¦strenme un pa¨ªs que acabe de nombrar a m¨¢s de 50 nuevos miembros del Parlamento con car¨¢cter vitalicio. En su mayor¨ªa, designados por un partido pol¨ªtico, sin que haya habido ninguna votaci¨®n. No es ning¨²n secreto que, en el caso de varios de los designados, y siguiendo la hist¨®rica costumbre del pa¨ªs, esta pertenencia perpetua a la C¨¢mara legislativa es una recompensa por sus generosas aportaciones econ¨®micas a uno u otro partido. Y, a diferencia de los presos en c¨¢rceles, en su caso, "perpetua" significa verdaderamente hasta el d¨ªa de su muerte. Como consecuencia, uno de cada tres miembros de la C¨¢mara tiene m¨¢s de 75 a?os.
?Turkmenist¨¢n? ?Zimbabue? ?Transistria? No, estoy hablando de Reino Unido, una de las democracias parlamentarias m¨¢s antiguas del mundo. La coalici¨®n de Gobierno de conservadores y dem¨®cratas liberales habla mucho de "nueva pol¨ªtica", pero el mes pasado anunci¨® el nombramiento de m¨¢s de 50 nuevos miembros de la C¨¢mara de los Lores, la C¨¢mara alta del Parlamento brit¨¢nico. En la lista del Partido Conservador hab¨ªa luminarias como Robert Edmiston, a quien un reportaje de la BBC describi¨® como "un vendedor de coches multimillonario, que don¨® 2 millones de libras al partido antes de las elecciones de 2005". Seg¨²n las investigaciones de la BBC, los donantes a los que los tories han recompensado con el t¨ªtulo de lord han contribuido al ¨¦xito electoral del partido con un total de 4.678.636 libras
?Parlamentarios vitalicios y sin haber pasado por las urnas? S¨ª, en la C¨¢mara de los Lores
[aproximadamente cinco millones y medio de euros].
El nuevo l¨ªder laborista, Ed Miliband, demostr¨® su entrega a la nueva pol¨ªtica al no colocar en su lista m¨¢s que a un gran donante, sir Gulam Noon, un candidato al que hab¨ªa rechazado en una ocasi¨®n anterior la Comisi¨®n de Nombramientos de la C¨¢mara de los Lores, un ¨®rgano independiente que examina las designaciones.
Los dem¨®cratas liberales, que no se quedan atr¨¢s en sus exigencias de que se reforme la C¨¢mara alta, tambi¨¦n han hecho unas cuantas designaciones. Un asesor del partido me dijo que hab¨ªan tenido cuidado de escoger a personas que tuvieran "las manos relativamente limpias". Le pregunt¨¦ si pod¨ªa citar esas palabras, y me dijo que no hab¨ªa problema. "Manos relativamente limpias": piensen en lo que eso implica.
El motivo que dio para justificar la maniobra fue que los dem¨®cratas liberales necesitan el mayor n¨²mero de lores posible, para reformar la C¨¢mara y "por lo menos adaptarla al siglo XX, si no puede ser al XXI".
"Si los presidentes de Zimbabue o Afganist¨¢n incrementaran unilateralmente en 30 votos sus apoyos en una c¨¢mara parlamentaria", protesta Roy Hattersley, antiguo n¨²mero dos del Partido Laborista, "la comunidad internacional se indignar¨ªa". ?Pero no es este el mismo Hattersley, es decir, el bar¨®n Hattersley de Sparkbrook en el Condado de West Mid-lands, que pertenece por designaci¨®n del partido a la C¨¢mara de los Lores desde 1993? S¨ª, explica en el mismo art¨ªculo: "Me incorpor¨¦ a los lores, en palabras de Donald Dewar -entonces jefe del grupo parlamentario laborista-, 'para contribuir a deshacernos de la C¨¢mara'. Ojal¨¢ llegue pronto ese d¨ªa". Mientras tanto, es un lugar muy agradable en el que invitar a tus amigos a comer.
?A que es imposible inventarse una cosa as¨ª? Como ser¨ªa imposible inventarse la p¨¢gina web Lords of the Blog (lordsoftheblog.net), que pretende conectar a sus se?or¨ªas con los ciudadanos y que hace poco conten¨ªa un animado "concurso" en el que se trataba de adivinar la identidad de cuatro lores nuevos. Un ejemplo: "2. Dentro de poco me incorporar¨¦ a la C¨¢mara. Mi suegro ya es miembro. Mi marido es miembro del Parlamento. ?Qui¨¦n soy yo?". Ah, eso es lo que llaman un "par del pueblo", ?no?
"Desde que llegu¨¦ aqu¨ª", escribe Paul Tyler, un dem¨®crata liberal hecho noble en 2005, "me horroriza y me averg¨¹enza ver cu¨¢ntos lores, incluidos varios ex miembros del Gobierno, utilizan la C¨¢mara como un club privado, con buen aparcamiento y comedor subvencionado. Nunca hablan ni hacen alguna pregunta, y mucho menos contribuyen a los debates. No s¨¦ si les pagan dietas diarias por venir". Tyler se?ala un informe reciente de la C¨¢mara de los Lores que dice que, en el curso 2009/2010, de los 741 pares, 214 asistieron a menos de la cuarta parte de las sesiones de la c¨¢mara alta, y 79 no asistieron a ninguna.
Eso s¨ª, nos aseguran que las reformas est¨¢n en camino. El informe mencionado examinaba de qu¨¦ formas se podr¨ªa convencer a los lores que no hacen nada para que dejen la c¨¢mara alta, sin esperar a salir con los pies por delante. Seg¨²n el acuerdo de la coalici¨®n, deber¨ªa haber borradores de propuestas para "una c¨¢mara alta que sea total o mayoritariamente electa con representaci¨®n proporcional antes de diciembre de 2010". Me da la impresi¨®n de que ese plazo se ha convertido ahora en principios de 2011. Con lo cual no habr¨¢n pasado m¨¢s que 100 a?os desde que el pre¨¢mbulo a la Ley sobre el Parlamento de 1911 declaraba que "pretende sustituir la C¨¢mara de los Lores actual por una Segunda C¨¢mara constituida con una base popular y no hereditaria".
Ahora voy a decir algo que tal vez les sorprender¨¢. Si todo lo anterior les hace pensar que quiero que la C¨¢mara alta brit¨¢nica sufra una reforma r¨¢pida y dr¨¢stica, tendr¨¢n raz¨®n. Pero si piensan que eso quiere decir que necesitamos una C¨¢mara alta totalmente electa, en la que los lores -o los senadores- sean escogidos dentro de listas de partidos en elecciones generales, entonces no estoy de acuerdo. Hubo un tiempo en el que era partidario, pero luego he cambiado de opini¨®n.
Porque en la ¨²ltima d¨¦cada nos hemos encontrado con la iron¨ªa muy brit¨¢nica de que esta instituci¨®n antidemocr¨¢tica, anticuada y anacr¨®nica ha sido al mismo tiempo -junto a los jueces, a los que tampoco se elige- un basti¨®n contra las tendencias populistas-autoritarias de un Gobierno electo. Hemos tenido que dar las gracias una y otra vez a la C¨¢mara de los Lores, ya fuera por defender la libertad de expresi¨®n o por impedir que se implantara el plazo de 42 d¨ªas de detenci¨®n sin juicio. Los comit¨¦s de la C¨¢mara alta examinan con ojo experto las leyes y muchas veces las mejoran. Algunos de los informes que publican son magn¨ªficos. Podr¨ªa nombrar f¨¢cilmente a una veintena de lores que han hecho espl¨¦ndidas aportaciones al debate pol¨ªtico. Y los mejores son, a veces, los que tienen un origen menos democr¨¢tico de todos: los independientes no adscritos a ning¨²n partido.
La C¨¢mara de los Lores, indefendible en teor¨ªa, tiene muchas ventajas en la pr¨¢ctica. Pero esa pr¨¢ctica tan encomiable es, en gran parte, obra de entre 200 y 300 pares muy activos, de todos los partidos y, sobre todo, independientes.
Si, despu¨¦s de 100 a?os de arrastrar los pies, nos lanzamos ahora a tener una C¨¢mara alta que sea totalmente electa, pagar¨ªan justos por pecadores. El experto constitucional Vernon Bogdanor destaca que el problema m¨¢s grave de las segundas c¨¢maras, en los Estados que no son federales, es encontrar un principio de representaci¨®n distinto del de la primera c¨¢mara. Lo que menos falta nos hace es una versi¨®n empeorada de la C¨¢mara de los Comunes, en la que se reciclen los miembros m¨¢s in¨²tiles de los partidos.
Reino Unido necesita un Senado de aproximadamente 300 miembros. Dos tercios se elegir¨ªan para mandatos de 10 a?os con una s¨®lida base geogr¨¢fica. Aunque Reino Unido no es un Estado federal, es un pa¨ªs compuesto por cuatro naciones o nacionalidades -con muchos poderes transferidos- y numerosos condados hist¨®ricos. Es decir, habr¨ªa un senador por Gales del Norte, un senador por Yorkshire, etc¨¦tera. El otro tercio ser¨ªa de designaci¨®n, tambi¨¦n para 10 a?os, pero mediante un procedimiento de selecci¨®n m¨¢s transparente y riguroso que para los independientes actuales. Ser senador ser¨ªa un trabajo como es debido (el t¨ªtulo de lord desaparecer¨ªa con la generaci¨®n actual y s¨®lo sobrevivir¨ªa en los casos hereditarios, hist¨®ricos y ornamentales). Cualquier senador que no asistiera a un m¨ªnimo establecido de sesiones o comit¨¦s recibir¨ªa una advertencia y, en caso necesario, ser¨ªa destituido. Entonces, Reino Unido podr¨ªa volver a estar orgullosa de considerarse una de las grandes democracias parlamentarias del mundo.
Timothy Garton Ash es catedr¨¢tico de Estudios Europeos en la Universidad de Oxford, investigador titular en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford. Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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