Colapso de la Sala de lo Contencioso

"Mala fe". Eso fue lo que en 2002 lleg¨® a recoger un fallo de la Sala de Lo Contencioso-Administrativo sobre las pr¨¢cticas del Consell con las liquidaciones de varios impuestos, sobre todo el de transmisiones. Entonces ya eran centenares los recursos que los particulares hab¨ªan presentado. Eso no ha modificado la actuaci¨®n de la administraci¨®n auton¨®mica. Ha mantenido durante una d¨¦cada una actuaci¨®n judicialmente reconocida como no ajustada a Derecho.

Y una de las primeras consecuencias es que ha contribuido notablemente al colapso de la Sala de lo Contencioso-Administrativo. El TSJ lleg¨® incluso hace varios a?os, en una reuni¨®n de trabajo, a verbalizar su disconformidad con el comportamiento de la consejer¨ªa que dirige Gerardo Camps y a pedirle que desistiera de continuar practic¨¢ndolo porque la respuesta ser¨ªa la misma. Pero, adem¨¢s, porque los magistrados asum¨ªan una carga importante de trabajo por asuntos que no merec¨ªan ninguna discusi¨®n jur¨ªdica. Ni a¨²n as¨ª.

La falta de jurisprudencia en el Tribunal Supremo es el factor que, de momento, frena a varios de los magistrados que abordan diariamente estas cuestiones de ir m¨¢s all¨¢ y denunciar a la administraci¨®n auton¨®mica por prevaricaci¨®n, porque conoce perfectamente cada vez que modifica al alza el impuesto de transmisiones que est¨¢ actuando sin cobertura legal alguna. Sabe, adem¨¢s, que va a ser condenada en costas (una pr¨¢ctica que inicialmente no compart¨ªan todas las salas pero que progresivamente han ido adoptando desde hace a?os salvo contadas excepciones). Conoce las argumentaciones por las que est¨¢ fuera de la legalidad y no cumple con ninguna de las exigencias reiteradamente manifestadas por un tribunal en sus fallos.

?C¨®mo resolverlo? Algunos de los abogados consultados aseguran que "bastar¨ªa con que la administraci¨®n argumentara el porqu¨¦ de sus baremaciones para parar las reclamaciones". Es decir, ser¨ªa suficiente que sustentara en conceptos objetivos el incremento que aplica a los impuestos.

Entre tanto, los letrados que se dedican a la materia son los principales beneficiados (y eso que es una minor¨ªa la que se decide a reclamar). "Para nosotros es un chollo porque sabemos que las ganamos todas pero para la Hacienda auton¨®mica es una aut¨¦ntica sangr¨ªa". As¨ª lo explica un abogado que ha presentado, y ganado, numerosas reclamaciones de este tipo.