El Gobierno controlar¨¢ m¨¢s a las nucleares con cambios en su propiedad
La ley exigir¨¢ un titular por central, cuentas separadas y detalle de inversiones
Paso importante para controlar m¨¢s una actividad delicada como es la generaci¨®n de energ¨ªa en instalaciones nucleares. El Gobierno est¨¢ a punto de sacar adelante un cambio de modelo en la titularidad de las seis centrales nucleares espa?olas (Almaraz, Asc¨®, Cofrentes, Santa Mar¨ªa de Garo?a, Trillo y Vandell¨®s). El cambio es relevante porque afecta al 8% de la potencia el¨¦ctrica instalada y al 19% de la cobertura de la demanda. Se trata de evitar que se repitan situaciones como la registrada en 2007, cuando una fuga en la central de Asc¨® (Ribera D'Ebre) provoc¨® cierta controversia a la hora de concretar la responsabilidad de cada uno de sus propietarios, Iberdrola y Endesa. Para evitarlo, una enmienda del PSOE a la Ley de Responsabilidad Civil Nuclear establece que los titulares de la autorizaci¨®n de la explotaci¨®n de las centrales nucleares ser¨¢n ¨²nicos y estar¨¢n obligados a gestionar la instalaci¨®n a trav¨¦s de una sociedad espec¨ªfica.
Los cambios crean dos polos en torno a las el¨¦ctricas Endesa e Iberdrola
Las empresas dispondr¨¢n de un a?o para adaptarse a la normativa
El borrador de la enmienda que, seg¨²n est¨¢ previsto, se presentar¨¢ durante el tr¨¢mite de la ley en el Senado, contempla que "el titular de la autorizaci¨®n de explotaci¨®n de una central nuclear debe ser una ¨²nica persona jur¨ªdica", de forma que "el r¨¦gimen de responsabilidades t¨¦cnicas, econ¨®micas y legales en la explotaci¨®n de la central est¨¦ claramente definido, sea indelegable, prime en ¨¦l la seguridad sobre cualquier otra consideraci¨®n y favorezca la existencia de una interlocuci¨®n fluida directa entre el organismo regulador y el titular".
Sobre todo, se trata de eliminar los espacios de sombra. Los titulares (la sociedad que se tendr¨¢ que crear en cada caso), especifica la enmienda, deber¨¢n tener "como objeto social ¨²nico la gesti¨®n de estas instalaciones", de manera que cuenten "con los medios materiales, econ¨®mico-financieros y personales para garantizar la explotaci¨®n segura de las mismas". El requerimiento, que podr¨ªa parecer obvio trat¨¢ndose de una actividad tan sensible, se acompa?a de una exigencia importante a la hora de evitar disgustos y evadir posibles responsabilidades: el titular de cada explotaci¨®n deber¨¢ llevar "una contabilidad separa de los ingresos y gastos imputables a cada central". Tambi¨¦n deber¨¢n informar sobre las inversiones y recursos humanos disponibles, as¨ª como las previsiones futuras para ambas cosas, empleados e inversi¨®n. Cada tres meses, la sociedad propietaria de la central deber¨¢ detallar al Consejo de Seguridad Nuclear qu¨¦ inversi¨®n realiz¨® en el a?o anterior y cu¨¢les son sus previsiones para los cinco a?os siguientes. Y para evitar malentendidos se a?ade que si una persona jur¨ªdica detenta la autorizaci¨®n para explotar varias plantas "deber¨¢ llevar en su contabilidad cuentas separadas para cada central nuclear de la que sea titular, diferenciando entre los ingresos y los costes imputables a cada una de ellas". Las el¨¦ctricas tendr¨¢n un a?o para adaptarse a las nuevas condiciones y cuatro meses para enviar a Industria un "plan de adaptaci¨®n".
En la pr¨¢ctica, los cambios que pretende introducir el Gobierno para dejar las cosas claras en el sector nuclear crean dos polos societarios: uno en torno a Endesa y otro en torno a Iberdrola. Este hecho puede originar ciertas tensiones de las grandes empresas con otras compa?¨ªas como Gas Natural Fenosa e Hidrocant¨¢brico, que tienen participaciones minoritarias en Almaraz y Trillo (ver gr¨¢fico).
Hasta ahora, al margen de participaciones, las decisiones se adoptaban de forma mancomunada. Pero ahora, con la obligaci¨®n de crear sociedades espec¨ªficas, separar cuentas y prever tanto inversiones como empleo, los m¨¢s fuertes pueden hacer valer sus porcentajes para sacar adelante sus planes. En el sector energ¨¦tico, aunque muchos intereses son comunes, las fricciones entre empresas no son excepcionales. Los cambios en el modelo de propiedad nuclear alteran el sistema tradicional de convivencia, lo que puede generar m¨¢s de un roce.
Para las compa?¨ªas, en el frente nuclear, la prioridad es frenar la idea de imponer una tasa a tecnolog¨ªas (nuclear e hidr¨¢ulica) que, seg¨²n algunos expertos, est¨¢n m¨¢s que amortizadas. La patronal el¨¦ctrica Unesa defiende que las nucleares, en las que se invierte cada a?o entre 195 millones (2005) y 356 millones (2009), no est¨¢n amortizadas hasta el momento de su baja operativa.
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