?Hacia d¨®nde vamos?
Estamos asistiendo a un espect¨¢culo incre¨ªble, a una verdadera pesadilla: unos cuantos Gobiernos europeos elegidos democr¨¢ticamente por sus pueblos que est¨¢n mostrando una total impotencia, como acorralados por ese monstruo de cabeza y cuerpo opacos que denominamos enf¨¢ticamente los mercados y que en realidad no es otra cosa que el sistema financiero globalizado, precisamente el mismo que desencaden¨® la actual crisis mundial.
Despu¨¦s de Grecia, el sistema se est¨¢ cebando en Irlanda. En este pa¨ªs, el Gobierno se resisti¨® como gato panza arriba al plan de ajuste preparado por Bruselas. Pero en pocos d¨ªas, acorralado, ha tenido que ceder "aceptando" el pr¨¦stamo de 85.000 millones de euros que va a ir en su totalidad a las manos de los bancos irlandeses en quiebra y a trav¨¦s de estos va a llegar tambi¨¦n a los bancos americanos, alemanes, ingleses, franceses y otros, asociados con aquellos. 85.000 millones dedicados a reforzar el sistema financiero global y que van a pagar con sangre y l¨¢grimas los trabajadores y capas populares de Irlanda.
santiago carrillo No hemos creado una Europa de los pueblos, sino una controlada por los poderes financieros
Ello implica en este pa¨ªs de cuatro millones de habitantes la rebaja del salario m¨ªnimo, las pensiones, los subsidios, el cese de 25.000 funcionarios p¨²blicos; en definitiva, una terrible agravaci¨®n de la crisis econ¨®mica y la prolongaci¨®n sine d¨ªe de sus efectos.
Pero ahora la cat¨¢strofe amenaza al vecino Portugal. Y los profetas de mal augurio, hoy amenazan a otros pa¨ªses, entre ellos Espa?a, con situaciones parecidas. Han empezado por especulaciones con la deuda p¨²blica, que, por cierto, es inferior a la media de la deuda de los Estados europeos. A diferencia de muchos de estos, en Espa?a los mercados han encontrado la colaboraci¨®n de una especie de quinta columna pol¨ªtica, Rajoy y otros dirigentes del Partido Popular, que est¨¢n dispuestos a provocar la ruina del pa¨ªs con tal de alcanzar el poder.
Hasta ahora el Gobierno espa?ol hab¨ªa tratado de reducir las consecuencias de las imposiciones de Bruselas, de contener el ajuste en ciertos l¨ªmites. Pero la presi¨®n es cada vez m¨¢s fuerte y el futuro inmediato m¨¢s incierto.
En esta situaci¨®n, la solidaridad europea parecer¨ªa inspirada solamente por el inter¨¦s de apoyar a los bancos. Est¨¢ en marcha una pol¨ªtica que, antes de soluciones a la crisis econ¨®mica, se ocupa de la crisis del sistema financiero.
Desde los primeros momentos de la crisis, los Gobiernos de todos los pa¨ªses tomaron medidas para ayudar con grandes cantidades a los bancos desfallecientes por una gesti¨®n irresponsable y catastr¨®fica del cr¨¦dito, cuando no por escandalosos robos y malversaciones. El peligro de un posible p¨¢nico bancario les asustaba. Esto quiz¨¢ aument¨® la deuda p¨²blica de algunos Estados. Al mismo tiempo, ciertos l¨ªderes pol¨ªticos expusieron dudas sobre el sistema financiero y hablaron de la necesidad de controlarlo; alguno habl¨® incluso de refundar el capitalismo. Se coment¨® la necesidad de que la banca tributase como no lo hab¨ªa hecho antes.
Pero, pasados los primeros momentos, se dir¨ªa que la banca ha vuelto a coger la sart¨¦n por el mango y ha conseguido que los poderes pol¨ªticos mundiales decidan atender antes a la soluci¨®n de la crisis financiera que a la de la crisis econ¨®mica, que es la que genera el paro y la que da?a m¨¢s de cerca a las masas populares, puesto que afecta al sector b¨¢sico industrial, agrario y comercial.
El sistema financiero se ha convertido en un fin en s¨ª mismo: en ¨¦l se adquieren fortunas colosales a base de especular con papel.
Ya no es un estimulante del sector productivo, puesto que sus integrantes han descubierto que es facil¨ªsimo enriquecerse especulando en Bolsa. En plena crisis hay grupos que siguen especulando y haciendo beneficios a costa de la estabilidad de los Estados y del empobrecimiento de los pueblos.
En lo que concierne a la Uni¨®n Europea, nos encontramos con que en lugar de proteger el modelo de Estado social de derecho, que contrastaba con el modelo de desarrollo norteamericano por su mayor car¨¢cter solidario y su orientaci¨®n a una mayor igualdad, ahora parece decidirse por un cambio hacia el modelo que tiene su ense?a en Wall Street. A eso nos llevan las caracter¨ªsticas que han distinguido el camino seguido por la construcci¨®n europea, un camino dictado por los poderes financieros y por la carencia de procesos democr¨¢ticos. No hemos conseguido crear una Europa de los pueblos, sino una Europa controlada por los poderes financieros.
Por este camino vamos a tardar en salir de la crisis, pero adem¨¢s vamos a poner en peligro el sistema democr¨¢tico, el Estado de bienestar, la paz mundial, y marchamos hacia rupturas sociales muy serias.
Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE, es comentarista pol¨ªtico.
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