A prop¨®sito del informe PISA
El informe PISA realizado por la OCDE viene marcando el debate sobre la educaci¨®n. Es penoso que no dispongamos de otras evaluaciones del sistema educativo m¨¢s que de un informe mundial, sin duda muy interesante, pero lleno de lagunas y de generalizaciones.
Hay una serie de limitaciones del informe PISA que conviene aclarar, no para justificar -como hacen algunos gobernantes- los problemas educativos de nuestra tierra, sino para celebrar un debate m¨¢s completo sobre la situaci¨®n de la educaci¨®n.
En primer lugar, el informe es una muestra realizada sobre un universo de j¨®venes de 15 a?os, edad en la que, seg¨²n la OCDE, se finalizan aproximadamente los estudios de Secundaria. La medida es estimativa ya que en muchos pa¨ªses a esa edad ya ha concluido la educaci¨®n obligatoria y, en otros, como Espa?a, queda m¨¢s de un a?o (en realidad, dos) para su finalizaci¨®n. Incluso la selecci¨®n de la muestra es confusa. En Espa?a, por ejemplo, no se han evaluado Valencia, Extremadura ni Castilla-La Mancha. En segundo lugar, se ha optado por hacer la prueba por edad, y no por niveles educativos, lo que influye decisivamente sobre los resultados, ya que si la prueba se realizara a la finalizaci¨®n del ciclo los resultados espa?oles ser¨ªan absolutamente diferentes. Esto no es una justificaci¨®n -como han pretendido algunos gobernantes-, ya que si bien es cierto que el nivel acad¨¦mico es, seguramente, superior al que detecta el informe PISA, nos pone ante un problema esencial del sistema educativo espa?ol que se concentra en el fracaso del primer ciclo de la ESO. Los verdaderos datos de alarma no son unos decimales en comprensi¨®n lectora, matem¨¢tica o cient¨ªfica sino el hecho pavoroso de que en Andaluc¨ªa, el 43% de los j¨®venes de 15 a?os ya han repetido uno o dos cursos, y que el 34% de los estudiantes abandonen la ESO sin obtener titulaci¨®n. Este dato s¨ª que determina decisivamente el futuro de un tercio de la poblaci¨®n andaluza, y por extensi¨®n de toda nuestra comunidad, que vagar¨¢ por el mundo laboral sin preparaci¨®n ni expectativas.
En tercer lugar, los aspectos sociales quedan relegados en el informe PISA a un segundo t¨¦rmino. Est¨¢ claro que la procedencia social y cultural del alumnado determina de forma sus competencias ling¨¹¨ªsticas, cient¨ªficas y matem¨¢ticas. Sin embargo, el informe apenas introduce elementos que corrijan los datos en funci¨®n de estas observaciones sociales. Adem¨¢s, el sistema educativo parece ser el ¨²nico responsable de la formaci¨®n de los j¨®venes, cuando los estudios sociales nos indican que en comprensi¨®n lectora, la educaci¨®n contribuye un 30% a estas habilidades pero el 70% corresponde a la sociedad (familia, medios de comunicaci¨®n, sociedad del ocio, etc¨¦tera). De familias sin libros, no nacen -m¨¢s que excepcionalmente- lectores, ni de la televisi¨®n basura, cient¨ªficos. ?Se trata, por tanto, de cambiar solo el sistema educativo o se necesita una reflexi¨®n sobre el modelo social?
Finalmente, el informe promociona los resultados de modelos educativos autoritarios y selectivos, frente a los inclusivos. Las condiciones, incluso de la realizaci¨®n de esta prueba -y no es balad¨ª- no son equivalentes. En algunos pa¨ªses, se presenta como una prueba central, determinante, y se insta a los alumnos a hacerla completa. Otros, realizan una motivaci¨®n previa del alumnado. En nuestro caso, la prueba se hace forzosa y sin aliciente alguno. El valor que los alumnos le conceden es similar a las pruebas de evaluaci¨®n iniciales que se acometen con dejadez y desgana incluso entre los mejores estudiantes.
Curiosamente, la mejor cualidad del sistema educativo espa?ol no ha merecido ni un solo titular en la prensa, pero s¨ª algunos comentarios desde?osos. Junto con Finlandia, es de los m¨¢s igualitarios y sociales del mundo. Es este un logro que no se puede tirar por la ventana. El reto es mejorar los resultados, manteniendo la integraci¨®n social y el ideal de que la educaci¨®n es el mejor mecanismo de igualdad y de avance social. Y en Andaluc¨ªa, el debate es urgente.
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