Los internautas leen mejor
El informe PISA revela que los alumnos que m¨¢s usan la Red desarrollan mayor comprensi¨®n lectora - Los adolescentes espa?oles chatean por encima de la media
Algunos especialistas han advertido sobre los peligros de la era de Internet, del acceso r¨¢pido y sencillo a la informaci¨®n en peque?as dosis para la capacidad lectora. "Creo que la mayor amenaza es su potencial para disminuir nuestra capacidad de concentraci¨®n, reflexi¨®n y contemplaci¨®n", sosten¨ªa el ensayista estadounidense Nicholas G. Carr, experto en Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n (TIC), y asesor de la Enciclopedia brit¨¢nica hace dos a?os. Es obvio que las nuevas tecnolog¨ªas cambian usos y costumbres -aunque los especialistas no se ponen de acuerdo en si esto le resta o no espacio a la lectura tradicional entre los j¨®venes-, pero lo que ha venido a decir el ¨²ltimo informe PISA de la OCDE es que no restan capacidades lectoras.
Blecua: "Es peor que en la obligatoria no se ense?e a hablar y a escribir bien"
Los espa?oles acceden m¨¢s que la media a la Wikipedia y a los 'chats'
"Aunque no existiera Tuenti, los ni?os no leer¨ªan m¨¢s", asegura un experto
Los resultados educativos ya llevan una d¨¦cada atascados
"Los estudiantes familiarizados con actividades como leer correo electr¨®nico, chat, lectura de noticias online, diccionarios o enciclopedias en Internet, participar en discusiones de grupo en l¨ªnea o buscar informaci¨®n en la Red tienen en general mayor habilidad lectora", con los textos impresos, los de toda la vida, dice este informe, que analiza a los alumnos de 15 a?os de 65 pa¨ªses.
Conviene aclarar que la prueba eval¨²a esa habilidad con distintos tipos de texto (desde p¨¢rrafos de novelas o cuentos, period¨ªsticos o hist¨®ricos hasta gr¨¢ficos, tablas o facturas), y que los hijos de familias socioecon¨®micamente m¨¢s favorecidas -que son los que tienen m¨¢s ventaja de partida y mejores resultados de media-, tambi¨¦n acceden m¨¢s a los recursos digitales. Sin embargo, PISA -probablemente la mayor base de datos de resultados educativos del mundo- no permite decir que la era digital est¨¦ afectando negativamente a la capacidad lectora de los j¨®venes, considerada de manera amplia.
En la ¨²ltima d¨¦cada ha descendido el porcentaje de chicos y chicas de 15 a?os que leen por placer. En la prueba PISA de 2000, el 69% dec¨ªa que le¨ªa un poco todos los d¨ªas por puro gusto (otra vez, incluye libros, pero tambi¨¦n peri¨®dicos, revistas y c¨®mics); en la hecha el a?o pasado eran el 64%. En Espa?a, ese porcentaje ha bajado desde el 68% al 60%. Los resultados de la prueba de comprensi¨®n lectora de los alumnos son similares, algo por debajo de la media (481 frente a 493 puntos).
"En general, los ¨ªndices de lectura en Espa?a son inferiores a los de otros pa¨ªses, por lo que no es extra?o que tambi¨¦n lo sean entre los j¨®venes de 15 a?os", dice el profesor de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Sevilla Javier Gil Flores. Entre la poblaci¨®n adulta, un 26,5% lee todos o casi todos los d¨ªas en su tiempo libre, seg¨²n la encuesta de h¨¢bitos de lectura del Ministerio de Cultura del primer trimestre de 2010. En cualquier caso, la bajada que se produce en Espa?a es algo mayor que la de la media de pa¨ªses desarrollados. ?Qu¨¦ quiere decir ese descenso? ?Es estad¨ªsticamente significativo? ?Puede tener algo que ver con los malos augurios sobre la era digital?
Ni al profesor de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Granada Juan Mata, ni a Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n, autor del libro Hacia la escuela 2.0, les parece una bajada significativa. "Estamos dentro del margen de error de la muestra y del sistema de medici¨®n", dice Mill¨¢n; "lo extra?o es que a nadie se le ocurra invertir la pregunta y decir: ?No es sorprendente que al 60% de los j¨®venes de 15 a?os les guste leer por placer a diario?", a?ade Mata.
Sin embargo, para el profesor de la Universidad Carlos III de Madrid Miguel ?ngel Marzal "se debe al divorcio entre lo que llaman lectura por placer, llam¨¦mosla lectura de ficci¨®n, de la lectura de an¨¢lisis y aprendizaje, la de no ficci¨®n. El chico se ense?a en la escuela, pero se educa en el ciberespacio. La escuela y la ense?anza son un curr¨ªculo acad¨¦mico, reglado, cuyo sentido es aprobar un curso para pasar al siguiente. Es un aprendizaje ajeno a la realidad inmediata del chico, que sin embargo s¨ª encuentra un espejo perfecto de sus inquietudes en el ciberespacio. Leen menos la lectura escolar, incluida la de ficci¨®n, por pertenecer a un espacio de ense?anza, ajeno a la inmediatez y al discurso electr¨®nico, interactivo y sobre todo muy visual, del ciberespacio, pero leen mucho y escriben mucho en redes sociales".
Michael Davidson, uno de los principales analistas educativos de la OCDE, no se atreve a aventurar una causa a la bajada, ni para la general ni para la espa?ola. Sin embargo, destaca que, "aunque la proporci¨®n de alumnos espa?oles que leen por placer ha bajado desde 2000, la de los que leen ficci¨®n por placer ha aumentado del 25% al 30%, mientras que se ha reducido en otros materiales". As¨ª, el 51% los chicos y chicas espa?oles leen por placer varias veces a la semana revistas, el 45% peri¨®dicos, el 12% c¨®mics y el 30% novelas y cuentos (la media OCDE es 58% y 61%, 23% y 31%). "El aumento de la lectura de ficci¨®n es un signo positivo, dada su relaci¨®n con los buenos resultados en lectura. Impulsar la lectura por placer de cualquier tipo de texto para los que no leen debe ser una prioridad", a?ade Davidson, ya que el estudio PISA ha relaciona el gusto por leer con mejores resultados en competencia lectora.
Entonces, la pregunta que puede surgir es: ?entorpecen las nuevas tecnolog¨ªas ese fomento de la lectura por placer? "?Si no existieran Tuenti o los videojuegos los adolescentes dedicar¨ªan m¨¢s tiempo a leer? Lo dudo. Tal vez har¨ªan lo que siempre han hecho: charlar o jugar en la calle. No parece haber evidencias cient¨ªficas de que el tiempo dedicado a navegar por Internet o a chatear con los amigos sea un tiempo sustra¨ªdo a la lectura por placer", a?ade Mata. Sin embargo, O puede que la tenga el catedr¨¢tico de Teor¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad de Sevilla Antonio Bernal opina que "dentro del tiempo de ocio, tal vez se dedique menos tiempo a la lectura que a otras posibilidades vinculadas al juego con las tecnolog¨ªas ¨²ltimas, al alcance de pr¨¢cticamente toda la poblaci¨®n escolar actual", asegura.
Sin embargo, esto no tiene por qu¨¦ afectar negativamente a la capacidad lectora de los alumnos, b¨¢sicamente, porque el uso de las tecnolog¨ªas para leer tambi¨¦n suma si lo que parece m¨¢s importante es la variedad.
"Los resultados de PISA sugieren que la cantidad y diversidad de los materiales de lectura es m¨¢s importante que la calidad (libros, revistas, c¨®mic, online, etc¨¦tera)", asegura el profesor de la Universidad de Durhan Steven Higgins. "Aunque los estudiantes que leen ficci¨®n tienen m¨¢s probabilidades de lograr puntuaciones altas, son los estudiantes que leen una gran variedad de materiales los que consiguen hacerlo realmente bien", dice textualmente el informe PISA. "Eso tiene sentido, ya que los lectores m¨¢s eficientes son aquellos que entienden con facilidad el significado de todo tipo de textos. Los buenos lectores acceden a una amplia variedad de textos, formas de lengua y contenidos", a?ade Higgins.
Los adolescentes espa?oles destacan por encima de la media de los pa¨ªses desarrollados en el acceso a chats (un 77% los usa varias veces al d¨ªa o a la semana frente al 73%) y en el uso de diccionarios en l¨ªnea o enciclopedias tipo Wikipedia (46,4% frente a 39%). En el resto de actividades est¨¢n por debajo: leer correos electr¨®nicos, noticias, b¨²squeda de informaci¨®n o foros.
Al director de la Real Academia Espa?ola (RAE), el fil¨®logo, catedr¨¢tico de universidad y ex profesor de secundaria Jos¨¦ Manuel Blecua, tampoco parecen preocuparle ni los mensajes de m¨®vil ni los chats, seg¨²n dijo a Efe, sino el "fracaso de la ense?anza primaria y secundaria" porque "no hay planes de formaci¨®n ling¨¹¨ªstica adecuados, y es prioritario ense?ar a leer, escribir y hablar".
Mucho se ha escrito sobre los resultados de los alumnos espa?oles en el informe PISA. Pero m¨¢s all¨¢ de las interpretaciones que colocan esos resultados en el bien, seg¨²n el ministerio y algunos expertos, o en la mediocridad (seg¨²n otros especialistas), y con independencia de que haya un excesivo gusto por el catastrofismo, como dice Mata, hay margen de mejora de unos resultados atascados por debajo de la media de la OCDE durante toda la d¨¦cada.
El informe PISA 2009 dice que entre los espa?oles hay los mismos suspensos que dan la media de la OCDE (en torno al 20%) pero muy pocos en los niveles m¨¢s altos de comprensi¨®n lectora (el 3%). Tambi¨¦n dice que a los j¨®venes espa?oles se les da algo mejor reflexionar y evaluar que acceder a la informaci¨®n, interpretarla y evaluarla, y que son un poco mejores que la media con los textos continuos (novelas, de prosa como la narraci¨®n, exposici¨®n y argumentaci¨®n) y peor con los discontinuos, como gr¨¢ficos o tablas (aunque las diferencias, seg¨²n el propio informe, no son apenas significativas estad¨ªsticamente ni difieren mucho de la media de pa¨ªses desarrollados).
La mejora, pues, tiene que ver tanto con fomentar m¨¢s el gusto por leer -"El aprovechamiento de estas pr¨¢cticas hed¨®nicas requiere m¨¢s innovaci¨®n por parte del sistema educativo, considerando los nuevos entornos de aprendizaje y las preferencias y gustos actuales de nuestros j¨®venes", dice Bernal-, como la mejora en general de la ense?anza y el fomento de la lectura con todo tipo de textos y en todo tipo de contextos.
La profesora de Did¨¢ctica de la Lengua de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona Teresa Colomer destaca varias l¨ªneas de mejora (algunas de las cuales se van poniendo o ya est¨¢n en marcha desde hace alg¨²n tiempo) como la lectura de textos cada vez m¨¢s dif¨ªciles y variados: "Ense?ar a leer los distintos textos forma parte de la ense?anza de cada materia y no puede segregarse en programas aislados de t¨¦cnicas de estudio o confinarse al ¨¢rea de lengua". La especialista de la Universidad de Barcelona Marta Soler a?ade que "la mejora en comprensi¨®n lectora depende de m¨¢s espacios, m¨¢s tiempos y m¨¢s personas". "Cuando se trabaja la lectura con m¨¢s personas adultas dentro del aula (como en grupos interactivos), o con m¨¢s personas en otros espacios (como la biblioteca o las actividades extraescolares o dentro del propio hogar), o con familiares que luego llevan sus experiencias lectoras a sus hogares, mejoran los resultados", a?ade.
El problema de los gr¨¢ficos
Cuando alguien ve los resultados en bruto del informe PISA 2009, con los alumnos espa?oles de 15 a?os algo por debajo del nivel medio de lectura de la OCDE, quiz¨¢ se imagine a los chicos intentando leer una novela sin enterarse de nada. Pero lo cierto es que ese tipo de textos no se les dan mal; incluso con ellos se manejan algo mejor que la media. Pero se manejan un poco peor que el grueso de los alumnos de los pa¨ªses avanzados con lo que se llaman textos discontinuos (los que incluyen gr¨¢ficos, tablas o listas). Para el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense Julio Caraba?a, se debe a que se trata de c¨®digos que no se ense?an en clase, sino que dependen de transmisiones culturales ajenas a la escuela.
La impresi¨®n del profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca Jaime Riviere es que se trata "de un problema de curr¨ªculo". "Simplemente no se prepara a los chicos para este tipo de tarea. Creo que en este caso, como en otros, el sistema espa?ol adolece de una cierta falta de actualizaci¨®n en m¨¦todos y predisposiciones del profesorado. Recu¨¦rdese que seg¨²n los informes de profesorado tenemos en t¨¦rminos generales un profesorado m¨¢s bien conservador en lo referido a los m¨¦todos did¨¢cticos", asegura.
En cualquier caso, el que tienen a la izquierda es un ejemplo de pregunta sobre un texto discontinuo o mixto. La primera pregunta corresponde al nivel m¨¢s sencillo que son capaces de responder m¨¢s del 90% de los alumnos espa?oles; la segunda, de nivel intermedio, la superaron algo m¨¢s de la mitad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.