El placer del terror

Este libro es la compilaci¨®n de los cuentos de terror en el mar de William Hope Hodgson con algunos a?adidos. Hodgson (1877-1918), un hijo de familia muy numerosa que no pod¨ªa mantenerlos a todos, acab¨® en un internado del que huy¨® para enrolarse como marino. Estuvo en la mar ocho a?os, al cabo de los cuales acab¨® por odiarla. Dotado de una prodigiosa imaginaci¨®n, concibi¨® numerosos relatos de terror, la mayor¨ªa referidos al mar, obteniendo la consideraci¨®n de maestro del g¨¦nero. Es autor de una novela legendaria: La casa en el conf¨ªn de la tierra (Valdemar), pero como cuentista es tambi¨¦n excepcional. Su relato Desde el mar sin mareas es el cuento de terror m¨¢s impresionante que he le¨ªdo nunca. Desgraciadamente, un ob¨²s le vol¨® literalmente en pedazos durante la Primera Guerra Mundial. Ten¨ªa cuarenta a?os.

Jos¨¦ Mar¨ªa Nebreda, que viene volcando su experiencia del g¨¦nero en la editorial Valdemar, ha realizado un trabajo excelente con este volumen. Los cuentos est¨¢n agrupados tem¨¢ticamente en varios apartados: "Cuentos del Mar de los Sargazos", donde las algas que aprisionan a los buques y los seres que las habitan son el elemento dram¨¢tico sustancial de horrores inexplicables; "Cuentos del terror en el mar", que se diferencian sobre todo en que ofrecen alguna clase de explicaci¨®n m¨¢s o menos l¨®gica, pero cuya fuerza expresiva es tan poderosa como en los anteriores, y los "Cuentos de misterio en el mar", donde el elemento misterioso es sustancial, pero la referencia racional o cient¨ªfica se deja ver desde el principio. Adem¨¢s, Nebreda incluye unos relatos que prefiere clasificar como de aventuras en los que destacan dos del capit¨¢n Jat, verdaderamente trepidantes y divertidos. A ello se une en magn¨ªfico cuento-reportaje (A trav¨¦s del v¨®rtice de un hurac¨¢n, con fotograf¨ªas del autor), una serie de poemas de ambiente marinero y un excelente estudio final de Jes¨²s Palacios.

Para Hodgson, el mar es un abismo insondable donde moran extra?as y aterradoras criaturas y operan fen¨®menos que trastornan la raz¨®n humana. El mar es temible por esa capacidad que posee de desatar los m¨¢s formidables espantos y destrozos y volver a la calma como si nada hubiera sucedido: ni una sola cicatriz queda en su superficie despu¨¦s del desastre. El mar es, adem¨¢s, temible por lo que tiene de abisal, de donde viene siempre la amenaza sin rostro que sube a la superficie, la amenaza absoluta, la que deja a los hombres inermes, paralizados por la percepci¨®n del terror y, a veces, por la comprensi¨®n del mismo, lo que redobla su efecto. Y, finalmente, el mar es el suelo m¨¢s inestable para el ser humano. Si a ello unimos la imaginer¨ªa del autor, cargada de experiencia marinera y puesta al servicio de una creatividad simb¨®lica de primer orden, no resulta dif¨ªcil imaginar por qu¨¦ Hodgson es un maestro. Tiene el don de poner el dedo en la llaga de los temores m¨¢s oscuros del hombre, temores ancestrales que hacen de obras como la suya cl¨¢sicos imperecederos. Relatos como 'El salvaje hombre del mar', 'La nave de piedra', el maravilloso 'Una voz en la noche' o el melanc¨®lico 'El regreso al hogar del Shamraken' son cuentos inolvidables. Este libro es un placer que el lector desea que no acabe nunca.