Coincidencias ensimismadas
Asombrosas coincidencias en este final de a?o. Locura y caos. Alarma. Lady Gaga es icono de la apasionante situaci¨®n: nada es lo que parece. ?Controladores controlados? Hay que leer, radiografiar, analizar, entre l¨ªneas. Algo poco novedoso, si somos sinceros. Vamos all¨¢.
?Tiene Biutiful, la exasperante y, al tiempo, conmovedora pel¨ªcula de Gonz¨¢lez I?¨¢rritu, algo en com¨²n con Vicky, Cristina, Barcelona salvo Javier Bardem y nuestras calles? La oscura y desgarrada Barcelona de Biutiful es lo opuesto a la postal divina que plasm¨® Woody Allen. Cierto. Pero ?no es menos cierto que ambas retratan una Barcelona plagada de gente pirada, turulata y abiertamente loca? Tan loca como para adorar a Lady Gaga o al Papa, alternativamente. L¨®gico: el delirio gaudiniano (cat¨®lico/gaudiniano) es se?a de identidad. Esos chiflados barceloneses saben que la Sagrada Familia es la versi¨®n aut¨®ctona de Disneyland. Admirable obsesi¨®n: ¨¦pater le bourgeois. Llamar la atenci¨®n para conjurar el miedo a pasar desapercibido.
Lo que revela Wikileaks apunta, directamente, hacia la legitimidad de pol¨ªticos que pasan por ser democr¨¢ticos
Ahora que, desde Madrid, los m¨¢s carcas y cortos de vista nos aplauden porque Barcelona ya no vota progre -lo que se llam¨® izquierda- la locura se viste de seny respetable (con permiso de Mr. Millet). Ah¨ª est¨¢ el limpio triunfo del se?or Mas, que no cree que haya ya derecha o izquierda, sino que gana con el lema infantil de que va a mejorar las cosas (en una Catalu?a ideal, quiz¨¢s inmune a los controladores a¨¦reos o Wikileaks). Grandes expertos dicen que Mas y su coalici¨®n forman el partido de Catalu?a, por incluir a gente de derechas, de centro y ?de izquierdas!; una ideolog¨ªa l¨ªquida, a?aden. ?Puro desparrame o partido ¨²nico? Hay que ver lo mal que nos sienta el miedo al futuro. Los n¨²meros son expl¨ªcitos: CiU, ERC y SI (Mas, Puigcerc¨®s y Laporta) suman 76 diputados soberanistas.
?Mera coincidencia? Cuando se tiene miedo -?c¨®mo est¨¢ el mundo!- la conciencia tiende a confundirse. Todo se ve borroso, y el t¨®pico -las dos almas del PSC- es el engrudo que da consistencia al caldo. La cuesti¨®n es: ?ha dejado Catalu?a de ser plural? ?Es ventajoso, o no, tener amigos en Madrid o en cualquier otra parte? Improcedentes preguntas cuando se vota el ensimismamiento como si los catalanes estuvi¨¦ramos fuera del mundo (salvo excepciones pol¨ªticamente correctas). Vivimos d¨ªas regocijantes: se vislumbra ya a grandes intelectuales, inquietos hombrecillos sabelotodo, girando en la direcci¨®n que marca la veleta electoral. Algunos ya piden unidad. ?Para qu¨¦? ?Oportunismo? No, por Dios, coincidencia. Miedo a dejar de existir.
Casualidad debe ser que, por una vez, los peri¨®dicos en lugar de autoflagelarse frente a Internet triunfen como marcas legitimadoras. Es lo que sucede con esa agencia de noticias llamada Wikileaks: los medios, solo ellos y sus periodistas, hacen que un material m¨¢s bien gossip se convierta en documento hist¨®rico y no en un ?S¨¢lvame! pol¨ªtico. Es una haza?a que requiere ser situada en su honorable lugar. Si bien, ?otra casualidad?, lo que nos cuenta la agencia de noticias Wikileaks apunta, directamente, hacia la legitimidad de pol¨ªticos que pasan por ser democr¨¢ticos, acaso hacia la misma democracia.
Que la informaci¨®n contrastada ponga los pelos de punta es una coincidencia que alimenta el miedo colectivo. ?Qui¨¦n va a votar a esos pol¨ªticos desastrosos? ?De verdad representan algo? Esta es la lectura m¨¢s com¨²n: contra la pol¨ªtica. Llueve sobre mojado. Y otra asombrosa coincidencia: no existen, a¨²n, papeles secretos de "los mercados" y sus ocultos especuladores. ?Por qu¨¦ no salen? ?Nos confirmar¨ªan estos papeles que estamos subvencionando a quienes nos arruinaron? ?Ser¨ªamos capaces de reconocer, en ese caso, que la locura y la estulticia es lo que caracteriza a una ¨¦poca tan prometedora que, finalmente, los tontos pasan por listos? Por cierto, ?es verdad que vuelve Aznar?, ?es este el objetivo del gran miedo? Asombrosas coincidencias. Analistas financieros prestigiosos aconsejan en tono moral: "Hay que evitar la histeria, la ansiedad, la moda, la ilusi¨®n. Hay que reforzar la convicci¨®n, la paciencia, los fundamentos y el realismo". Vivir sin miedo no solo es posible, sino imprescindible.
Margarita Rivi¨¨re es periodista.
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