Enga?os caros y multas baratas
Los productos milagro, prohibidos, se venden con impunidad gracias a las benignas sanciones - El magnetismo, ¨²ltima cualidad misteriosa
Si a uno le dijeran que si da tres puntapi¨¦s al suelo se volver¨¢ m¨¢s alto, m¨¢s delgado o m¨¢s guapo, pensar¨ªa que es broma. Si adem¨¢s le cobran por ello, creer¨¢ que es un timo. Sin embargo, parece que si hablamos de una pulsera, una faja o un alimento, la cosa cambia. El mercado est¨¢ lleno de productos milagro, alimentos que prometen beneficios para la salud, art¨ªculos que se atribuyen propiedades sanitarias, que muchas veces resultan ser falsas. Y se venden.
Las asociaciones de consumidores alertan sobre la proliferaci¨®n de estos productos al abrigo de la Red, m¨¢s dif¨ªcil de controlar que una tienda f¨ªsica. Critican, adem¨¢s, la inactividad del Ministerio de Sanidad, Pol¨ªtica Social e Igualdad, que se ocupa tambi¨¦n de Consumo, aunque por el camino haya perdido el nombre.
Las autoridades dicen que solo pueden acusar de publicidad enga?osa
Consumo cree que basta con buenos creadores para eludir la ilegalidad
Andaluc¨ªa ha multado a Power Balance con 15.000 euros
La firma ha vendido 300.000 pulseras a unos 32 euros cada una
La UE ha estudiado 4.600 anuncios de comida saludable y ha tumbado el 80%
Las empresas juegan con la necesidad de creer de la gente
Las autoridades sostienen que su ¨²nico arma para combatir estos productos es acusarlos de publicidad enga?osa. "Anuncian beneficios que no est¨¢n demostrados", explica la directora del Instituto Nacional de Consumo (INC), Etelvina Andreu, quien reconoce, sin embargo, que su capacidad de maniobra es "muy limitada". "A poco que la compa?¨ªa comercializadora tenga un buen equipo publicitario dise?an las frases de tal forma que se escapan. 'Ayuda al normal funcionamiento' no quiere decir que lo mejore. O 'sentir¨¢s que mejora tu equilibrio' no es que proporcione m¨¢s, sino que lo sientes. Para nosotros es claro, pero desde el punto de vista legal se puede esquivar".
Pero aunque se advierta de que no existen evidencias cient¨ªficas que avalen los efectos de estos art¨ªculos, Consumo no suele lanzar alertas sobre ellos, y casi nunca exige su retirada. El problema (o no) es que la mayor¨ªa de las veces las pulseritas, las cremas o los yogures no son da?inos para la salud. Solo para el bolsillo.
La ¨²ltima moda en la milagrer¨ªa es el magnetismo. Desde calzoncillos con iones para ayudar a curar la impotencia a fajas de neopreno, antifaces, almohadillas o "acondicionadores" que convierten el agua en magn¨¦tica. Prometen curar la hipertensi¨®n, el sida o el c¨¢ncer. Los comercializa Magnetika Saiffe, una empresa que vende sus productos en M¨¦xico, EE UU y Espa?a a trav¨¦s de una estructura piramidal. En su web, en la que incluyen testimonios de personas que supuestamente se han beneficiado de la terapia, animan a los enfermos incluso a sustituir la quimioterapia -a la que definen como da?ina- por uno de sus tratamientos.
Las asociaciones de consumidores se llevan las manos a la cabeza. Han denunciado a la empresa ante el INC. Exigen que alerte contra estos art¨ªculos. Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de Facua, los define como "un claro fraude": "El problema es grave, pueden provocar un enorme perjuicio en los enfermos que abandonen sus tratamientos m¨¦dicos". Andreu comenta que a¨²n no conoc¨ªa el caso de los calzoncillos ionizantes ni del "acondicionador" que magnetiza el agua. "?El agua ya es magn¨¦tica!, ?si por lo menos dijeran que la desmagnetiza!", exclama. La directora del INC, f¨ªsica de formaci¨®n, explica que el uso del magnetismo como gancho es recurrente. "Juegan con cosas que la gente no entiende", dice.
Y as¨ª es. Energy Ion vende desde camisetas hasta parches cut¨¢neos "compuestos de minerales y vegetales" que, "ayudan a mejorar el equilibrio, la fuerza y la elasticidad" a trav¨¦s de la descarga "permanente de iones negativos y ondas infrarrojas". La empresa comercializadora intenta colarse por las rendijas de la ley de publicidad incluyendo en su web que los productos que vende no son medicamentos ni sirven para el diagn¨®stico, dice Andreu.
Su ejemplo recuerda mucho a las famosas pulseras hologr¨¢ficas. Estas promet¨ªan mejorar la flexibilidad y el equilibrio de quien las luciera. Deportistas como Ra¨²l o Cristiano Ronaldo o pol¨ªticos, como la actual ministra de Sanidad, Leire Paj¨ªn, las llevaron. Varios estudios demostraron que ten¨ªan nulos efectos. Su fraude tambi¨¦n fue denunciado por Facua. Las consecuencias, sin embargo, han sido rid¨ªculas. La Junta de Andaluc¨ªa ha impuesto una multa a Power Balance de 15.000 euros por publicidad enga?osa. El triste equivalente a lo que cuestan 428 de sus pulseritas. Una cantidad irrisoria si se tiene en cuenta que se vendieron m¨¢s de 300.000 pulseras a unos 32 euros cada una.
"Las Power Balance ilustran a la perfecci¨®n lo que suele pasar con estos productos. Finalmente se saldan con una sanci¨®n por publicidad enga?osa. Pero no sirve de nada, han ganado miles de euros. Como no suponen un riesgo para la salud las autoridades no hacen nada, pero est¨¢n enga?ando a los ciudadanos", critica S¨¢nchez. Todav¨ªa no se sabe nada de las otras 13 denuncias que Facua interpuso contra otros fabricantes. De momento, solo Andaluc¨ªa ha actuado. "Para que la sanci¨®n sea verdaderamente efectiva todas las comunidades tienen que ponerla, porque si la pone solo una el importe no suele ser suficiente", dice Andreu. "Pero incluso si la ponen todas, reconozco que la sanci¨®n no es proporcional al da?o que est¨¢n causando".
El Real Decreto 1907/96 proh¨ªbe "cualquier clase de publicidad o promoci¨®n directa o indirecta, masiva o individualizada, de productos, materiales, sustancias, energ¨ªas o m¨¦todos con pretendida finalidad sanitaria" cuando "sugieran o indiquen que su uso o consumo potencian el rendimiento f¨ªsico, ps¨ªquico, deportivo o sexual". Pero las rendijas que deja la ley son inmensas.
Algo similar ocurre con los alimentos. Casi cuatro a?os despu¨¦s de que la UE aprobase un reglamento para controlar los abusos en la publicidad -lo que motiv¨® el cambio de denominaci¨®n de decena de productos que en su propio nombre se atribu¨ªan propiedades saludables- muchos se siguen colando por los huecos de la normativa. Desde las bayas de Goji, que parece que lo curan todo, a las leches con omega 3 o algunos yogures como el Actimel de Danone, que utilizaba el lema "Ayuda a tus defensas", que finalmente retir¨® el pasado abril. En otros casos no dicen textualmente que son beneficiosos con la salud, pero lo insin¨²an. "La oferta es inmensa, y los consumidores caen en muchas trampas. Se les vende que por tomar un determinado alimento van a mejorar su salud. Pero lo verdaderamente importante es cuidar la dieta", asegura el nutricionista Javier de Andr¨¦s.
El ejemplo lo pone un estudio de la organizaci¨®n de consumidores OCU, en el que analiza, entre otros productos, las leches con omega 3. "Habr¨ªa que ingerir enormes cantidades para llegar a los niveles que aporta el pescado", dicen. Otro informe de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceacu), que explor¨® casi 500 esl¨®ganes de alimentos saludables, dictamin¨® que el 59% no se ajustaba a la norma.
?Puede pararse esta publicidad descarnada? No es f¨¢cil. De hecho, la UE se est¨¢ poniendo cada vez m¨¢s seria con ciertos alimentos. Su agencia de seguridad alimentaria (EFSA), ha tumbado el 80% de los 4.600 anuncios de comida saludable que ha revisado. Sin embargo, el reglamento concede a las empresas un tiempo para adaptarse que llega hasta 2015.
"Hay cosas como decir que un alimento es bajo en sal o az¨²car que son sencillas de demostrar. Otras, como decir que ayuda a disminuir el colesterol, no lo son. Para poder transmitir este mensaje debes presentar un estudio cient¨ªfico", explica un portavoz de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria y Nutrici¨®n.
Pero si hablamos de productos milagro no pueden olvidarse los adelgazantes, bronceadores y embellecedores. Muchos de ellos no necesitan un ensayo cl¨ªnico que avale que cumplen los beneficios que prometen porque no se trata de medicamentos. La mayor¨ªa recibe la autorizaci¨®n de las autoridades sanitarias con la ¨²nica exigencia de que demuestran su falta de toxicidad.
La lista es muy variada: desde p¨ªldoras de plantas hasta cremas de babas de caracol. Muchas se venden en herbolarios y farmacias. Otras se compran por Internet. Aseguran que son cicatrizantes, absorbegrasas, saciantes o quemacalor¨ªas. "Los adelgazantes son la estrella", confirma De Andr¨¦s. "Son f¨¢ciles de comprar, prometen perder peso sin esfuerzo y venden testimonios de supuestas personas que lo han probado y les ha funcionado. Muchos pican y compran. Lo peor es que les puede perjudicar", sigue el nutricionista.
Y es que los productos milagro se aprovechan de eso. De la necesidad de creer. "Juegan con que la persona, sobre todo si afecta a problemas de salud, es un consumidor m¨¢s vulnerable y tiene tendencia a buscar una soluci¨®n", dice la directora del INC.
Para luchar contra este tipo de productos algunas comunidades han creado unidades especializadas. Es el caso de Navarra. El grupo t¨¦cnico de trabajo sobre Productos Milagro evalu¨® en el segundo semestre 2009 30 productos por posibles irregularidades. Todos recibieron informes desfavorables. La mayor parte de ellos eran para adelgazar.
La consejera de Salud navarra, Mar¨ªa Kutz, alert¨® al presentar los datos de que estos productos, adem¨¢s de ser un "fraude", pueden tener riesgo para la salud y provocar desde el retraso del diagn¨®stico de una patolog¨ªa a una reacci¨®n al¨¦rgica. De los productos analizados por Navarra, la Agencia Espa?ola del Medicamento orden¨® la retirada de tres, dos potenciadores del bronceado y otro que aseguraba ser depurativo. Sin embargo, las retiradas no suelen ser frecuentes. El problema, tambi¨¦n en estos complementos, sigue siendo fundamentalmente la publicidad enga?osa.
Andreu reconoce que la ¨²nica arma de la que disponen para luchar contra estos productos, sus anuncios, es "ineficaz". "Cuando remitimos a las comunidades aviso de la existencia de estos productos lo hacemos p¨²blico a la prensa para que la gente, por lo menos, deje de comprarlos. Aunque a veces los consumidores lo siguen haciendo", apunta.
Las pocas denuncias de consumidores que a t¨ªtulo personal se quejan de alg¨²n producto no ayudan. Consumo sostiene que no ha recibido ni una sola denuncia sobre uno de estos productos milagro que no provenga de asociaciones de consumidores, lo que "dificulta mucho el tr¨¢mite de los expedientes".
Andreu lo explica: "No es lo mismo recibir una denuncia de una persona que argumente en qu¨¦ le ha perjudicado un producto que una denuncia abstracta sobre su legalidad". Pero parece que los ciudadanos no se animan. Quiz¨¢ porque la mayor¨ªa solo hacen da?o al amor propio. Y al bolsillo.
![La empresa Power Balance ha sido sancionada por publicidad enga?osa.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/SS4U2QCX3QLEMNKD6VERGS6OFY.jpg?auth=401f2b49073256ece7c7be4ed06af214777a968b0512ae631ea97b9f5f5762a8&width=414)
Escaparate bajo sospecha
PRODUCTOS POL?MICOS Y MERCADO
La ley proh¨ªbe que los productos alimenticios o diet¨¦ticos se anuncien como productos con propiedades curativas. No pueden emplear frases como "pierda peso" o "alimentos que adelgazan" en sus publicidades.
-Power Balance. La firma dice que sus pulseras hologr¨¢ficas potencian el rendimiento f¨ªsico. La Junta de Andaluc¨ªa le ha multado con 15.000 euros por publicidad enga?osa.
- Baba de caracol. Varias marcas atribuyen propiedades cicatrizantes y cuasi milagrosas a varias cremas hechas a base de una te¨®rica baba de caracol. No est¨¢n cient¨ªficamente probadas.
-Adelgazantes. Son los productos milagro por excelencia. Las asociaciones de consumidores han denunciado decenas de ellos. Sanidad ha retirado unos cuantos. Hace unos meses, Facua demand¨® a la firma que comercializaba las pastillas Absolute Acai Berry, que se anunciaban como "adelgazantes" y "anticancer¨ªgenas", empleaban mensajes como "le ayudar¨¢ a perder peso y a sentirse genial" o reclamos como "baj¨¦ 16 kilos en dos meses" y usaban los logotipos del ministerio.
-Internet. Uno de los grandes mercados de los productos milagro, junto con las teletiendas.
CONSEJOS
Cecu y Sanidad elaboraron un documento que alertaba contra los productos milagro. Identificarlos es f¨¢cil, dec¨ªan, y aconsejaban observar si en su publicidad aparec¨ªan estos ingredientes:
- Testimonios. Suelen emplear a supuestos profesionales sanitarios que explican ambiguamente las propiedades del producto y testimonios de personas que aseguran haber logrado resultados fabulosos en poco tiempo.
-Confusi¨®n. Estrategia utilizada por la publicidad de estos productos es hacer creer al usuario que lee una noticia cient¨ªfica. Esto tiende a confundir al consumidor.
- Sin efectos secundarios. Estos productos aclaran que no causan efectos secundarios, porque son "totalmente naturales". Aunque sean naturales, alertan los expertos, pueden producir efectos secundarios, como por ejemplo alergias. Es importante verificar la descripci¨®n de los componentes para evitar cualquier efecto no deseado.
- Im¨¢genes antes y despu¨¦s. Esta publicidad, casi siempre, est¨¢ acompa?ada de im¨¢genes antes y despu¨¦s que son imposibles de comparar, por el tama?o y calidad de las fotograf¨ªas, vestimenta y postura de la persona, etc.
- Domicilio mercantil. En muchos casos, la empresa que comercializa el producto no identifica su domicilio mercantil, o solo proporciona un apartado de correos o un n¨²mero de tel¨¦fono, lo que dificulta la reclamaci¨®n de los consumidores.
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