El gafe
Creo haber le¨ªdo en alguna novela de Patrick O'Brian que entre los antiguos marinos exist¨ªa una superstici¨®n, seg¨²n la cual cuando la navegaci¨®n de un barco se complicaba en exceso se tend¨ªa a pensar que exist¨ªa un gafe a bordo. La f¨®rmula m¨¢s expeditiva para acabar con el infortunio consist¨ªa en arrojar al cenizo por la borda. El problema, claro est¨¢, era descubrir qui¨¦n atra¨ªa a la mala suerte.
La nave del capit¨¢n Zapatero tambi¨¦n est¨¢ abonada ¨²ltimamente a todo tipo de desastres. La galerna econ¨®mica la golpea con fuerza en una especie de temporal que parece no tener fin. Con el buque a punto de zozobrar, se le rebelan los controladores a¨¦reos, por lo que el comandante se ve obligado a aparcar su proverbial "buen rollito" y usar el l¨¢tigo de siete colas en forma de declaraci¨®n del estado de alarma.
Urge encontrar al gafe de la tripulaci¨®n. Yo ya tengo mi candidato. Sospechaba de ¨¦l desde hace tiempo, pero eso que se ha dado en llamar la "edad de oro del deporte espa?ol" ocultaba su verdadera naturaleza malhadada. Sin embargo, el esc¨¢ndalo de dopaje que acaba de sacudir al atletismo hispano, y que ha salpicado a ese icono de la superaci¨®n personal que era Marta Dom¨ªnguez, ya no deja lugar a las dudas. Intuyo que el cenizo del Zapatero's Team es Jaime Lissavetzky.
Es cierto que con ¨¦l en la Secretar¨ªa de Deportes Espa?a ha ganado mundiales y europeos, pero ¨²ltimamente al hombre parece hab¨¦rsele secado la flor. A los dos sonoros bofetones sufridos por Madrid en su pugna por la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, hay que sumar el reciente traspi¨¦ de la candidatura ib¨¦rica de cara a acoger el Mundial de 2018.
Adem¨¢s, el prestigio de algunos de los ¨ªdolos de nuestra alta competici¨®n ha comenzado a quedar en entredicho. En los ¨²ltimos meses hemos asistido a la suspensi¨®n de Alejandro Valverde, al positivo de Ezequiel Mosquera y a las sospechas por clembuterol sobre el mism¨ªsimo Alberto Contador. Ahora, la Operaci¨®n Galgo empa?a tambi¨¦n los ¨¦xitos del atletismo. De la calamidad no se salv¨® ni Fernando Alonso, que dej¨® escapar en extra?as circunstancias la corona de la F¨®rmula 1 en el Gran Premio de Abu Dabi (con Don Jaime en el palco). ?No es demasiada mala suerte?
Me temo que en las primarias para encabezar la lista del PSOE en las pr¨®ximas auton¨®micas madrile?as Trinidad Jim¨¦nez perdi¨® todas sus opciones cuando incluy¨® en su ticket a Lissavetzky. Incluso estoy seguro de que Gallard¨®n, a pesar de la deuda de 7.000 millones a la que se enfrenta la capital, respirar¨ªa m¨¢s tranquilo al conocer qui¨¦n ser¨¢ su oponente en las municipales.
Dicen que el secretario de Estado es amigo ¨ªntimo de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, el nombre que empieza a sonar como la ¨²ltima gran esperanza a la que se aferran los socialistas para que Mariano Rajoy no los barra en los comicios de 2012. La tarea se presenta tremendamente complicada con un gafe a bordo. ?Hombre al agua!
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