3D desde 1.400 euros

En 2010 naci¨® el televisor 3D. Todas las grandes marcas tienen en las tiendas varios modelos en tres dimensiones, junto al reproductor de discos Blu-ray tambi¨¦n en 3D y las imprescindibles gafas. Su precio es superior al convencional del mismo tama?o aunque tampoco se pueden comparar directamente porque llevan prestaciones o dise?os exclusivos, aparte de ver la tercera dimensi¨®n.

Si el a?o pasado lo m¨¢s novedoso en televisi¨®n fue la iluminaci¨®n trasera mediante l¨¢mparas LED y conexi¨®n a Internet, en estas Navidades los fabricantes ponen el ¨¦nfasis en el 3D. LG, Panasonic, Philips, Samsung, Sharp, Sony y Toshiba, que son por orden alfab¨¦tico los principales fabricantes de televisores, tienen al menos un modelo, siempre a partir de las 40 pulgadas. En total hay unos 50 modelos diferentes.

Al precio del receptor hay que a?adir el de las gafas y el Blu-ray

Unos 10.000 aparatos de tres dimensiones se vender¨¢n este mes

Pese a su precio, despu¨¦s del verano, que es cuando se ha visto una oferta completa, se han vendido a un ritmo mensual de 5.000 televisores 3D. Esta cifra se duplica en noviembre y diciembre, con lo que se estima que en todo 2010 se habr¨¢n despachado unos 45.000 receptores 3D en Espa?a. Se calcula que este a?o se vender¨¢n entre 5,2 y 5,4 millones de televisores de todo tipo, frente a los casi cinco millones de 2009. Las ventas crecieron casi el 40% en primavera, con el apag¨®n anal¨®gico y el Mundial, pero frenaron en seco en el tercer trimestre para remontar al final.

Los televisores 3D apenas representar¨¢n el 1% del total de televisores este a?o en Espa?a, pero supondr¨¢n el 3% de la facturaci¨®n. La diferencia de porcentaje no significa que un televisor 3D cueste el triple del que no lo es, sino que el precio medio de un televisor 3D es el triple del convencional. Esto se debe a que el tama?o del televisor plano m¨¢s vendido es el de 32 pulgadas, cerca de un tercio del total, seguido del de 40 y 42 pulgadas, con una cuarta parte. Los televisores 3D son como m¨ªnimo de 40 pulgadas, porque no tiene sentido la tridimensionalidad en una pantalla m¨¢s peque?a.

Un televisor plano de calidad y marca de prestigio de 32 o incluso m¨¢s pulgadas vale ahora menos de 500 euros y en cambio no hay ning¨²n televisor 3D por menos de 1.400 euros. Aparte, los 150 euros por cada par de gafas y 300 euros por el lector Blu-ray en 3D. Total, el conjunto no baja de los 2.000 euros.

A diferencia de los modelos LCD, los de plasma no tienen el problema del parpadeo, por lo cual la imagen 3D se ve mejor, y adem¨¢s son m¨¢s econ¨®micos, especialmente en los tama?os grandes, de 50 y 60 pulgadas.

La tridimensionalidad se consigue porque aparecen secuencialmente dos im¨¢genes tomadas desde un ¨¢ngulo diferente y las gafas tapan alternativamente uno de los dos ojos. Al hacerlo, se pierde luminosidad en la pantalla; como si de repente estuviera nublado. Para contrarrestarlo, se aumenta la iluminaci¨®n trasera en una pel¨ªcula 3D. Esto no es sencillo con las pantallas LED iluminadas desde los bordes, sobre todo a partir de 46 pulgadas. La tecnolog¨ªa de l¨¢mparas LED distribuidas detr¨¢s de la pantalla o Full LED es ideal, pero m¨¢s cara.

Para disfrutar del 3D, lo ¨®ptimo es que la pel¨ªcula sea grabada originalmente en 3D y se muestre con dos im¨¢genes alternativas a 1080p a 100 hercios, lo cual solo es posible a partir de la lectura de un disco Blu-ray. Las emisiones por antena o sat¨¦lite en 3D, como un partido de f¨²tbol, siempre son a la mitad de resoluci¨®n que una emisi¨®n en alta definici¨®n convencional, porque primero se emite a 50 hercios para el ojo derecho y despu¨¦s para el izquierdo.

Los fabricantes solo se comprometen a que el sistema 3D funcione con las gafas de la marca del televisor, aunque hay modelos universales y lo m¨¢s probable es que todas vayan bien. Aun as¨ª, hay marcas que hacen un ajuste fino de la se?al 3D con las gafas para verla mejor; este calibrado se pierde con las gafas de otro fabricante.