Vida secreta de los juguetes

Maestro subterr¨¢neo de la animaci¨®n checa, Jir¨ª Barta parec¨ªa haber desaparecido del mapa tras la ca¨ªda del r¨¦gimen comunista: autor de una adaptaci¨®n de El flautista de Hamel¨ªn, realizada con tallas de madera de corte casi cubista y adornada por turbadoras ratas muertas -Krysar (1985)-, que los entusiastas de la animaci¨®n consideran un cl¨¢sico incuestionable, el cineasta invirti¨® casi una d¨¦cada en levantar el proyecto de una alucinada adaptaci¨®n de El Golem que acab¨® condenada al limbo de las grandes obras inacabadas. Que Jir¨ª Barta haya vuelto a la acci¨®n es, por tanto, una excelente noticia y que Aventuras en el desv¨¢n, su primer largometraje en toda regla, llegue a las pantallas de nuestro pa¨ªs se convierte en el m¨¢s inesperado de los regalos navide?os.

Si una imaginaci¨®n tan turbulenta como la de Jan Svankmajer hubiese decidido reescribir Toy story (1995), el resultado no andar¨ªa lejos de Aventuras en el desv¨¢n, pel¨ªcula que narra un cuento infantil con las texturas perturbadoras de una pesadilla adulta, pero con la capacidad de constante invenci¨®n po¨¦tica de una mirada preescolar. En la pel¨ªcula, un caballero andante de madera, un oso de peluche y una proteica figura de plastilina -un Mr. Potato para la Europa paup¨¦rrima- parten al rescate de la mu?eca de porcelana que cuidaba de ellos en su peculiar hogar: una vieja maleta olvidada en un desv¨¢n. Barta cuenta una historia tan elemental sirvi¨¦ndose de una virtuosa armon¨ªa de dispares t¨¦cnicas de animaci¨®n -de la stop-motion al simple trazo secuenciado sobre papel-, pero, sobre todo, de su asombrosa capacidad para dotar a cada imagen de un irrepetible fulgor po¨¦tico: la tormenta desatada por unas nubes-almohada o la escena en que los h¨¦roes se enfrentan a una inquietante multiplicaci¨®n del objeto de su b¨²squeda son solo algunos de los constantes destellos de genio.