"Fui un hu¨¦rfano en busca de fortuna como actor"
La beatlemania, la aparici¨®n de las Samsonite, Disneylandia y por siempre, Lucky Strike. O quiz¨¢ no. Porque los cambios se suceden en Mad Men con el comienzo de su cuarta temporada, que se estren¨® el s¨¢bado en Canal +. Pero la serie que ha hecho de su estilo una moda y del mundo de la publicidad en Madison Avenue, el reflejo de la sociedad americana de los 60, mantiene una constante: la necesidad de saber qui¨¦n es Don Draper. Y qui¨¦n mejor que su ¨¢lter ego, Jon Hamm (St. Louis, Missouri, 1971), para explicarlo.
Pregunta. ?C¨®mo nos encontramos a Don Draper en la cuarta temporada?
Respuesta. Su vida se ha visto sacudida por un terremoto personal y profesional. Forzado a vivir una serie de situaciones inc¨®modas en las que busca su propia satisfacci¨®n. Lo est¨¢ pasando mal. Su matrimonio, la nueva empresa, problemas con sus hijos. Vive uno de esos momentos donde la vida no es exactamente lo que quer¨ªa.
"El ¨¦xito de esta serie es su riqueza, sus lecturas m¨²ltiples"
P. ?Tiempo de cambio?
R. Nuestros personajes envejecen con nosotros. Un grupo de gente que se ha replanteado sus relaciones sexuales, personales, laborales... Los m¨¢s j¨®venes como Peggy Olson (Elisabeth Moss) o Pete Campbell (Vincent Kartheiser) son el mejor ejemplo pero tambi¨¦n Don o Betty Draper, definidos hasta ahora por su matrimonio y que tienen que aceptar este momento de cambio. Ella no es tan joven, ni tan guapa. Es una divorciada. Y ¨¦l est¨¢ m¨¢s canoso, acost¨¢ndose con su secretaria o con prostitutas, pasando solo fiestas familiares como Acci¨®n de Gracias mientras intenta redefinirse como persona.
P. ?Y cu¨¢l ha sido la evoluci¨®n de Jon Hamm?
R. No soy perfecto. No creo que la perfecci¨®n exista. Pero me siento muy afortunado. Crec¨ª en St. Louis, Missouri, mis padres se divorciaron cuanto ten¨ªa dos a?os, mi madre muri¨® a mis 10 y mi padre, a mis 20. As¨ª que fui un hu¨¦rfano en busca de fortuna como actor en Los ?ngeles en los a?os de Dawson's Creek, cuando me ofrec¨ªan papeles de padre incluso si ten¨ªa la misma edad que los que hac¨ªan de hijo. Don Draper fue un ejemplo de perseverancia recompensada. Claro que siempre he sido un optimista.
P. Optimismo que comparte con sus compa?eros de rodaje.
R. En la serie trabajamos con intensidad. Por eso es f¨¢cil dejar el trabajo en el trabajo y as¨ª cuando estamos juntos, es una fiesta. Trabajo es trabajo, no nos enga?emos. Jornadas de 12 o 14 horas que me ten¨ªan aterrorizado la primera temporada. A estas alturas es mucho m¨¢s f¨¢cil. El ¨²nico ensayo que necesitamos es para saber la posici¨®n de las c¨¢maras. Y estoy siempre listo para cambiar el tono serio de Mad Men y apuntarme a una buena comedia, especialmente cuando me invitan a Rockefeller Center o Saturday Night Live.
P. Las invitaciones tambi¨¦n le llueven del cine con su paso por The Town: Ciudad de ladrones, Sucker Punch o Howl.
R. Fue ir del final de la tercera temporada de Mad Men al rodaje de The Town. Lo mejor de hacer cine es que puedes cambiar el ritmo de trabajo. Me fue f¨¢cil dejar a Don Draper de lado. Gente como Ben (Affleck) o Zac (Snyder) son fuente de inspiraci¨®n. O George Clooney, mi ¨ªdolo, alguien que tambi¨¦n empez¨® tarde y cuya carrera me encantar¨ªa emular. ?Adem¨¢s de ser un gran tipo!
P. ?A qu¨¦ atribuye el ¨¦xito de Mad Men?
R. Pens¨¦ que ¨ªbamos a ser un show minoritario pero la oferta televisiva est¨¢ muy fragmentada y el haber creado una serie tan rica y con tantas lecturas, capaz de recrear la nostalgia de otra ¨¦poca y a la vez emular muchas de las situaciones que vivimos hoy, es el mejor piropo que nos pueden echar.
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