Nadal pide a CiU claridad en sus pactos y ofrece acuerdos concretos

Los socialistas catalanes tienen asumido que la derrota que sufrieron el 28 de noviembre es imposible de maquillar, pero lo que verdaderamente les molesta es que Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) act¨²e o pretenda actuar como si hubiera ganado con mayor¨ªa absoluta. Joaquim Nadal, en su estreno como jefe de grupo del Partit dels Socialistes (PSC), fue el encargado de recordarle a Artur Mas que no solo no tiene mayor¨ªa absoluta, sino que adem¨¢s deber¨¢ buscar apoyos en otros partidos. Y le pidi¨® claridad en sus alianzas. "Le faltan seis diputados para tener estabilidad legislativa", record¨® Nadal al comienzo de una intervenci¨®n marcada por los ofrecimientos a la colaboraci¨®n mutua y el rechazo a la agenda soberanista de CiU.

En el PSC est¨¢n convencidos de que Mas ha llegado ya a un pacto con el Partido Popular (PP) que le permita gobernar con cierta holgura los pr¨®ximos meses hasta las elecciones generales. De ah¨ª que las ofertas de pacto las midan al mil¨ªmetro: Muy debilitado por el resultado electoral, el PSC no quiere ser utilizado como muleta para pactar lo que CiU no pueda acordar con el PP. Pero al mismo tiempo los socialistas no quieren verse marginados del juego de pactos al que obligar¨¢ la situaci¨®n de Converg¨¨ncia. De ah¨ª que Nadal dijera claramente que "m¨¢s que oposici¨®n, el PSC quiere ejercer como alternativa de gobierno".

El cara a cara que mantuvieron Artur Mas y Joaquim Nadal permiti¨® ver que hay ganas de pactar en ambos lados, pero el PSC se resiste a evidenciarlo mientras el PP no mueva ficha. Ser¨ªa la f¨®rmula que permitir¨ªa al PSC afrontar con cierta tranquilidad el obligado debate interno tras la debacle electoral.

Pero ?pactos sobre qu¨¦? En el debate, Artur Mas record¨® a Joaquim Nadal que hay muchas cosas que unen a nacionalistas y socialistas: desde las infraestructuras hasta la sanidad p¨²blica, la educaci¨®n o la investigaci¨®n y el desarrollo.

Lo que s¨ª qued¨® claro es que el PSC no acompa?ar¨¢ a Artur Mas en su aventura de la transici¨®n nacional de Catalu?a. En este punto los socialistas tienen un doble discurso que no siempre encaja bien. Por una parte, acusan a Mas de haber optado por el camino de la radicalizaci¨®n, pero por otra, como ayer, acusan a CiU de querer presentar su demanda de un nuevo pacto de financiaci¨®n de Catalu?a como un desaf¨ªo sin precedentes en Espa?a. Si Mas busca un nuevo pacto de financiaci¨®n, sin desacatos a la Constituci¨®n, el PSC estudiar¨¢ sumarse. Pero nada de mezclar un pacto de financiaci¨®n con conceptos del imaginario soberanista como el "derecho a decidir" o el concierto econ¨®mico.

La prueba de fuego que puso Nadal para ver si hab¨ªa posibilidades de acuerdos con el PSC fue la demanda a Artur Mas de que convoque una cumbre de partidos para buscar propuestas contra la crisis econ¨®mica. Mas acept¨® a la primera.

Sin embargo, Nadal le dio pocos motivos para el optimismo, ya que no solo no le ha prometido la abstenci¨®n de su grupo, sino que ha asegurado que es "perfectamente posible" que el PSC vote en contra de su investidura en primera y en segunda votaci¨®n, aunque s¨ª se ha mostrado abierto a explorar grandes consensos sobre temas de pa¨ªs.

Fuentes socialistas ha descartado la posibilidad de que diputados del PSC, los aritm¨¦ticamente necesarios, se abstengan, como ocurri¨® con la elecci¨®n de N¨²ria de Gispert como presidenta del Parlament.

Las fricciones aparecieron cuando Nadal busc¨® las diferencias con CiU en materia econ¨®mica, nacional y social. Reproch¨® a Mas que est¨¦ m¨¢s pendiente de las empresas que de las personas y que en sus intentos de pasar p¨¢gina a los debates entre educaci¨®n y sanidad p¨²blica y privada haya escondido un intento privatizador de estos servicios.

El a¨²n consejero lament¨® que la intervenci¨®n de Mas careciera de concreciones y asegur¨® que en el discurso hubo "m¨¢s ambig¨¹edades calculadas que respuestas claras, m¨¢s abstracci¨®n que concreci¨®n, m¨¢s vaguedades que propuestas, m¨¢s intangibles que programa".

Fue un debate de terciopelo. Nadal buscaba el compromiso de Mas de no caer en la tentaci¨®n de culpar al Gobierno anterior de todos los problemas que surjan a partir de ahora. "Gobernar Catalu?a significa no mirar atr¨¢s buscando culpables", le espet¨® Nadal a Mas. Y piden otra cosa: que el hasta ahora l¨ªder de la oposici¨®n reconozca p¨²blicamente y sin ambages los ¨¦xitos del Gobierno tripartito. De esta manera, Nadal aprovech¨® para presumir de los ¨¦xitos del Gobierno con la esperanza de que Artur Mas recogiera el guante. En las filas del PSC se conformaron con la promesa de Mas de no cambiar nada de aquello que funciona y asumir como propias las decisiones acertadas del tripartito. El jueves se ver¨¢ si ello basta para que los 28 diputados socialistas faciliten la investidura de Mas.