Enredo colosal
El Gobierno se meti¨® ayer en un enredo colosal para aprobar en el Congreso la Ley de Econom¨ªa Sostenible, clave hace un a?o cuando se present¨® como un b¨¢lsamo para curar las heridas de la crisis y pr¨¢cticamente olvidada desde entonces hasta hoy.
Olvidada y abandonada salvo en su disposici¨®n final segunda, que tiene vida propia y establece las condiciones para que el Gobierno pueda cerrar, previa autorizaci¨®n judicial, p¨¢ginas web que se lucran ofreciendo enlaces a pel¨ªculas, m¨²sica, libros o programas de televisi¨®n sobre los que no tienen ning¨²n derecho, en una clara vulneraci¨®n de la Ley de Propiedad Intelectual.
Esa disposici¨®n final segunda, conocida como ley Sinde -el apellido de la ministra de Cultura- ha desencadenado tal cantidad de protestas en la red, algunas muy beligerantes con ataques a p¨¢ginas web institucionales y a ordenadores personales de los diputados, que ning¨²n partido de la oposici¨®n ha querido dar su apoyo al Gobierno en un trance tan delicado.
En las ¨²ltimas 24 horas, el PSOE ha intentado salir del enredo por varias carreteras secundarias, pero ha encontrado el paso cortado en las v¨ªas que utiliza de manera m¨¢s habitual.
El PNV, con el que ha sellado un pacto que garantiza al Gobierno la estabilidad parlamentaria hasta marzo de 2012 y el apoyo a las iniciativas legislativas importantes, hizo ayer una excepci¨®n y se plant¨® contra la ley Sinde. Sus diputados estaban dispuestos a aprobar el proyecto de Ley de Econom¨ªa Sostenible siempre que desapareciera del mismo la parte que regula el cierre de webs.
Cerrada la puerta principal de los aliados parlamentarios del Ejecutivo, el PSOE recurri¨® a CiU, cuyos diputados eran partidarios de regular el cierre de p¨¢ginas web y no hab¨ªan presentado ni una sola enmienda a la disposici¨®n final segunda. El Grupo Catal¨¢n quiso poner precio a su voto al saber que era indispensable y el PSOE se neg¨® a pagar.
En esa tesitura, los socialistas pensaron que hasta un pacto con el diablo ser¨ªa justificable para salvar la ley Sinde. Y miraron al PP. El grupo de Mariano Rajoy esperaba sentado la visita atropellada de los socialistas y plante¨® dar su voto a cambio de que se aprobar¨¢n varias enmiendas al texto original.
El PSOE hab¨ªa rechazado en el tr¨¢mite parlamentario esas enmiendas que ahora el PP colocaba como precio a cambio de su apoyo. Los populares propon¨ªan nuevas garant¨ªas judiciales al proceso, lo que complicaba el cierre r¨¢pido de p¨¢ginas web que ofrecieran la posibilidad de descargarse m¨²sica, pel¨ªculas, libros o programas de televisi¨®n para lo que no ten¨ªan ning¨²n derecho. Los socialistas sopesaron durante unas horas las ventajas e inconvenientes de aceptar las exigencias del PP para aprobar la ley Sinde pero no cedieron. Era el final absurdo de un enredo colosal.
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