La doble condici¨®n de Marta
La juez decide, de forma sorprendente seg¨²n expertos jur¨ªdicos, que la atleta declare como imputada y testigo de la Operaci¨®n Galgo - Los abogados intentan desgajar en dos la causa
Marta Dom¨ªnguez declar¨® ayer en el juzgado n¨²mero 24 de Madrid como imputada en la Operaci¨®n Galgo y tambi¨¦n como testigo de la misma causa. "No es frecuente, pero si la juez ve que es posible hacerlo...", confirmaron fuentes cercanas a la atleta, que vio c¨®mo la magistrada Mercedes P¨¦rez le ped¨ªa que prestara juramento nada m¨¢s acabar su exposici¨®n como imputada; c¨®mo eso provocaba la protesta de su abogado; y c¨®mo, inmediatamente, se sorprend¨ªan los del resto de implicados. "Es sorprendente fraccionar dentro de un mismo acto a una persona en dos condiciones. Es poco garantista y puede dar lugar a una petici¨®n de nulidad procesal", explic¨® Manuel Lozano, catedr¨¢tico de derecho procesal. "Cada vez queda m¨¢s claro", abundaron fuentes conocedoras del caso; "que aqu¨ª hay dos procesos paralelos que se juzgan juntos y pueden llegar a desgajarse: por un lado, el del doctor Eufemiano Fuentes; por el otro, el del t¨¦cnico Manuel Pascua".
"No he suministrado productos dopantes nunca a nadie", dijo la atleta palentina
Alberto Garc¨ªa, ex campe¨®n europeo de 5.000m, declar¨® por segunda vez
As¨ª est¨¢n las cosas para la atleta: Jos¨¦ Rodr¨ªguez, su abogado, especialista en casos de dopaje, ha unido a su equipo a cuatro penalistas. Su imputaci¨®n por un presunto delito contra la salud p¨²blica probablemente se mantenga durante el largo proceso de an¨¢lisis de las pruebas y sustancias recogidas por la Guardia Civil, que se alargar¨¢ exponencialmente por los recursos, declaraciones y pruebas de un caso con 14 implicados. Mientras tanto, la fondista no puede competir: est¨¢ embarazada. Ante eso, una marabunta en los juzgados.
"?Mucho cuidado! ?vale?", dijo ayer Dom¨ªnguez, que hablaba por primera vez en p¨²blico desde que el jueves 9 la Guardia Civil registrara su domicilio en Palencia en busca de pruebas que la relacionaran con la trama de venta y consumo de productos dopantes desarticulada por la Operaci¨®n Galgo. "Tranquilidad. Yo estoy embarazada, ?mucho cuidado!", insisti¨® la campeona del mundo, que vio c¨®mo un torbellino de c¨¢maras y periodistas, repentinamente transformado en turbamulta, le rodeaba, zarandeaba y empujaba ente gritos y preguntas.
La atleta, que lleg¨® a la plaza de Castilla parapetada tras unas gafas negras y directamente desde Palencia con su marido, hab¨ªa declarado durante dos horas y media ante la juez. De all¨ª sali¨® en libertad con cargos y sin ning¨²n tipo de medida cautelar. "Ni fianza, ni retirada de pasaporte, ni obligaci¨®n de notificar un posible cambio de domicilio", especific¨® su entorno.
La llegada de Dom¨ªnguez, sin embargo, no provoc¨® solo el revuelo entre los periodistas, sino tambi¨¦n entre los abogados de los implicados. Su objetivo era saber qu¨¦ ten¨ªa que decir la atleta de sus protegidos. All¨ª estaba Juli¨¢n P¨¦rez Templado, el letrado del m¨¦dico Eufemiano Fuentes y del ciclista de mountain bike Alberto Le¨®n; Jos¨¦ Mar¨ªa de Pablos, que defiende al entrenador Manuel Pascua y a su mujer, Mar¨ªa Jos¨¦ Mart¨ªnez, que a¨²n tiene que pasar por delante de la juez; el nuevo representante del atleta Alberto Garc¨ªa, que ya declar¨® a petici¨®n propia y ayer volvi¨® a hacerlo convocado por la juez; y el letrado que defiende los intereses de Manuel Corral, fisioterapeuta palentino. Todos ellos est¨¢n imputados. Nadie acompa?¨® al cuarto convocado, Eduardo Alejos, compa?ero de entrenamientos de Dom¨ªnguez y citado como testigo.
"Me reitero en lo dicho", explic¨® luego la palentina, ya cuando las cosas se hab¨ªan calmado, in¨²til la pareja de guardias jurados que la hab¨ªa acompa?ado, sin peso los cinco polic¨ªas que la hab¨ªan protegido desde antes de que llegara al juzgado, cuando hac¨ªan la ronda con la bandera de Espa?a grabada en la culata de sus pistolas.
"No he suministrado productos dopantes nunca a nadie ni me he lucrado con nadie", insisti¨® la atleta. "Se est¨¢ da?ando mi persona, mi imagen, y a mis seres queridos". ?Tiene previsto volver a la competici¨®n?, le preguntaron. "Evidentemente, en cuanto me recupere del embarazo", contest¨®. "?Es inocente?", le insistieron. "Evidentemente", cerr¨®, y luego cruz¨® la calle.
Tras Dom¨ªnguez declararon el resto de citados por la juez. "?C¨®mo se marcha usted de aqu¨ª, con cargos o sin cargos?", le preguntaron a Garc¨ªa. "Me marcho en coche", contest¨® el ex atleta, que lleg¨® al juzgado muy temprano, dijo estar all¨ª para apoyar a su amiga Marta y a su familia, y luego se pas¨® un buen rato declarando.
Son las cosas de un sumario que ha hecho temblar los cimientos del atletismo espa?ol. Todos los que lo conocen lo describen como una obra mastod¨®ntica, miles de folios conteniendo grabaciones de llamadas telef¨®nicas, fotograf¨ªas y seguimientos. La propia Dom¨ªnguez admiti¨® ayer la existencia de escuchas telef¨®nicas, mientras negaba que de su casa se hubieran llevado "nada", por mucho que los agentes de la UCO salieran de su garaje palentino con una voluminosa caja de cart¨®n y un ordenador en una bolsa.
As¨ª pasan las cosas en el caso Galgo: lentas, como corresponde a una instrucci¨®n con 14 implicados; embrolladas, como se deriva de tantos intereses cruzados; y llamativas. Dom¨ªnguez lleg¨® entre flashes y se despidi¨® entre los c¨¢nticos del p¨²blico reunido al rebufo del alboroto: "?Esa Marta como mola, se merece una ola!"
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